Día del Investigador de Ciencia y Tecnología: el homenaje a Clemente Estable

Estable nació en 1984 en San Juan Bautista, un pueblo de la zona rural del Departamento de Canelones. Más tarde su familia se mudaría a Montevideo, dónde él inició sus estudios de magisterio a la corta edad de 15 años.

Pero su gran vocación eran las ciencias biológicas, a las que se comenzaría a dedicar en su viaje a España. Fue becado para el Instituto de Investigaciones Histológicas de Madrid, donde trabajó con Santiago Ramón y Cajal (Premio Nobel de Medicina en 1906). También estudió en Francia, Italia, Alemania, Austria y Mónaco. 

Tras su regreso de Europa continúa con su trabajo como jefe maestro de Conferencias de la Inspección Técnica de Primaria, que después se transformó en Laboratorio de Ciencias Biológicas y Cinematográfica. Del Laboratorio se separa la sección Cinematográfica, quedando así el Laboratorio de Ciencias Biológicas, que comenzó a tener el objetivo de investigación, extensión cultural y preparación de materiales para las escuelas.

Para Estable el Estado debía reconocer que el investigador científico ejercía una profesión de importancia nacional, y era responsabilidad de éste el promover la ciencia y crear condiciones adecuadas para los investigadores.

Logró convertir en realidad su aspiración que daría nacimiento al instituto que hoy conocemos como el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.

Actualmente, hace 95 años que esta institución pública está dedicada a la producción de conocimiento científico, en diferentes campos de las ciencias biológicas.

La institución tiene como principios fundamentales: vocación, compromiso y dedicación. Promueve una visión basada en la colaboración y la articulación en la ciencia.

A lo largo de estos años el Instituto Clemente Estable (IIBCE) se ha vuelto una referencia en materia científico tecnológica, a nivel nacional e internacional. Se investiga en diferentes campos, que van desde la neurociencia hasta la biotecnología agroindustrial.