Instagram es una fuente inagotable de basura. O de spam. O de publicidades, paisajes idílicos, cholulismo, influencers, recomendaciones, recetas, gatos, perros, loros, selfies, asados, películas, libros, marcas, autos, arquitectura, jardinería o lo que sea que cada usuario pretenda encontrar. Instagram es, básicamente, un universo individual que cada uno va moldeando en base a un algoritmo personal e histórico. Allí radican sus posibilidades y su éxito.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá