Morir de calor ya no es una metáfora. La exposición al calor extremo casi se triplicó entre 1983 y 2016
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18 de junio de 2022 a las 05:00
"El calor extremo mata a más personas que todos los otros efectos del cambio climático en conjunto”. Dicho así, a punto de ingresar en el invierno austral, esto parece una distopía o, en el mejor de los casos, un dislate. Pero es real; las cada vez más frecuentes e intensas olas de calor son una de las mayores amenazas relacionadas con el clima para la salud humana, pero no suelen atraer la misma atención que otros desastres aparentemente más letales, como las tormentas tropicales o los huracanes. Por eso, para darle más visibilidad, es que recientemente se planteó la idea de bautizar a las olas de calor como se hace con los huracanes. Puede parecer una exageración, pero no lo es, e incluso desde este sur de temperaturas “medias” deberíamos empezar a prestarle atención a un fenómeno que, según las proyecciones, afectará al 75% de los habitantes de este planeta para el 2100.
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