Vivir en las grandes ciudades implica una cierta desconexión de la naturaleza. Esta siempre fue una preocupación para Rodrigo Ferreri, un emprendedor argentino que conoció Punta del Este y se enamoró del balneario uruguayo.
Cuando Ferreri tuvo determinada independencia económica, decidió irse cerca de Olivos en Argentina, donde estaba “feliz” porque tenía suficientes espacios naturales donde pasar tiempo.
De igual modo, se seguía sintiendo dentro de una ciudad demasiado grande y eso lo incomodaba cuando pensaba en la idea de permanecer allí para siempre.
El quiebre se dio en el 2019, cuando su novia viajó a Uruguay y a su regreso a Argentina le habló con entusiasmo de Punta del Este como un “lugar increíble”. Ella estaba segura de que el sitio enamoraría a Ferreri y a la semana viajaron a Uruguay.
Su novia no se equivocó. En el momento en que el emprendedor llegó a Punta del Este, cruzó el puente de La Barra y pensó casi como un reflejo: “Sí, es acá”.
A partir de allí, comenzaron a planificar la mudanza y decidieron pasar algunos días a modo de prueba, para no dejar dudas de que el lugar era el preferido por los dos.
En ese momento, muchos le comentaban a Ferreri que lo más complejo de la costa uruguaya era el invierno porque ellos no conocían a nadie más y la soledad podría ser un desafío.
Sin embargo, les pareció que no “era tan grave el tema” y en noviembre de 2019 ya ultimaron detalles para llegar a tierras uruguayas justo antes de la pandemia.
Ferreri se mueve dentro del mundo emprendedor, ya que su empresa -Everest Media- busca potenciar proyectos desde el punto de vista del marketing.
Al estar trabajando 100% remoto desde antes de llegar a Uruguay, la distancia no fue un problema para el emprendedor porque a los efectos operativos no cambió nada.
Cuando Ferreri pisó las tierras esteñas, se dio cuenta de que estaba en un lugar ideal para emprendedores. En sus palabras, Punta del Este es “Disney para emprendedores”, ya que combina lo natural con muchas oportunidades de negocio.
“Creo que Punta del Este es un mix ideal de infraestructura, naturaleza y energía emprendedora”, consideró. En ese sentido, comentó que desde su lugar como emprendedor, busca impulsar a este ecosistema incipiente.
Explicó que en la ciudad costera hay muchos motivos para creer que en 10 años, sin dudas, habrá un polo emprendedor. Hizo hincapié que no será como el resto, donde existe una vorágine diaria de negocios, sino grandes desarrollos y muy pensados.
“La gente que vive acá es porque decidió hacerlo. Eso es un plus tremendo y los impulsa a emprender porque consideran muy suyo el lugar”, dijo.
Por otro lado, últimamente se ha visto la llegada de muchos emprendedores extranjeros que se encuentran dentro del mundo digital. Para Ferreri, este es uno de los públicos que apunta a elegir el balneario en los próximos años.
Más allá de la naturaleza, el emprendedor argentino explicó que hay un valor fundamental que la ciudad aporta desde el punto de vista del negocio: la tranquilidad. Para quienes deciden emprendeder, poder tener espacios para pensar y desconectarse del resto, es algo muy apreciado. En este sentido, una de las carencias en las que el emprendedor piensa trabajar es en el vínculo entre los que ya viven en Punta del Este.
Ferreri aseguró que “la energía emprendedora está”, pero es necesario relacionar a las personas para potenciar los diversos proyectos.
“En el momento en que se empiecen a encontrar y vincular entre ellos, van a pasar grandes cosas”, resumió.
Ferreri no tiene dudas que de cara al mediano plazo, Punta del Este irá ganando terreno en el mundo emprendedor. Por eso, de a poco, está intentando sumar su granito de arena y ser parte de este cambio.
Cada vez que se encuentra con un emprendedor, ya sea presencial o a través de las redes, trata de contagiarle la mirada optimista que tiene sobre el lugar. Todo enmarcado en el cuidado de los espacios, ya que allí está la clave.
Consideró que si la vorágine de los negocios alcanza a la tranquilidad que tiene Punta del Este, esta pasará a ser a una ciudad más y perderá “esa magia” que suele cautivar a los extranjeros y caracterizar al lugar.
“La clave para los emprendedores que vengan, es tratar de encontrar el punto de equilibrio en relación al lugar y cuidarlo. Eso, nos hace querer quedarnos”, agregó.
De cara al futuro, Ferreri espera poder organizar charlas y desde su expertise, impulsar a que los proyectos que se instalen, puedan salir a flote. Puso como ejemplo, que algo clave es digitalizar los negocios que ya están operativos en la zona.
“El potencial está a la mano. Faltan algunos pasos y sin dudas, el salto se dará y derramará sus efectos en toda la comunidad”, sentenció.
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