Este año se cumplieron 80 años desde que Amelia Earhart, pionera de la aviación, desapareció en el océano Pacífico, cuando estaba realizando la última parte de un viaje para dar la vuelta al mundo; intentaba convertirse en la primera mujer en hacerlo. El último contacto que se tuvo con ella fue el 2 de julio de 1937.
El
avión desapareció, como si el mar se lo hubiera tragado. Una nueva historia dada a conocer días atrás se agrega a la larga cadena de hipótesis sobre lo ocurrido y que vendría a actualizar una sospecha por mucho tiempo sostenida: que Earhart, quien tenía 39 años de edad, sobrevivió al accidente aéreo, fue capturada por el
ejército japonés, y al poco tiempo ejecutada por considerársela espía.
William Sablan contó la historia que solía contar su tío, Tun Akin Tuho, quien trabajaba en la prisión de Saipan donde llevaron a Earhart y al ingeniero de vuelo Fred Noonan, quien la acompañaba en el pequeño avión. Esta nueva versión de lo ocurrido tira por tierra otra de las hipótesis manejadas, que decía que ambos pilotos habían pasado el resto de sus vidas en prisión. De acuerdo a lo que solía contar Tun Akin Tuho, Earhart y Noonan fueron ejecutados a los tres días de haber caído prisioneros.
Como otras conjeturas han insistido, el gobierno y las fuerzas armadas de
Estados Unidos sabían lo que les había pasado a los dos ciudadanos, y no solo eso: habrían localizado y exhumado los restos. En decenas de ocasiones se ha intentado encontrar al avión de Earhart. Sobre ella se han escrito infinidad de libros y realizado películas, siendo la más conocida
Amelia (2009) con Richard Gere. Hasta la fecha, nunca se ha informado con precisión sobre el lugar donde pudo haber caído el avión Lockheed Electra de dos motores que tripulaban Earhart y Noonan.
Ha habido hipótesis de todo tipo respecto al posible escenario de lo ocurrido, algunas de ellas descabelladas; una de las versiones, con mucho de leyenda urbana, indica que los dos sobrevivieron el accidente, fueron tomados prisioneros, luego liberados, y pasaron el resto de sus vidas en Japón; otra; que cumplieron el recorrido, pero decidieron cambiar de identidad y vivir en el anonimato en Nueva Jersey por el resto de sus días.