El FA renueva su líder y busca empezar un nuevo capítulo

Por el medio estuvieron los primeros pasos –inciertos– como oposición, el débil liderazgo de Javier Miranda, la derrota en tres intendencias que había administrado el último período, debates sensibles en que mediaron las pantallas, la muerte de un referente histórico como Tabaré Vázquez y una autocrítica sobre la última derrota electoral que se fue dilatando y llegó más tarde de lo previsto.  

La coalición de izquierda busca ahora empezar un nuevo capítulo y pisar fuerte, envalentonada por las casi 800 mil firmas recolectadas contra 135 artículos de la LUC. Los actos del Frente Amplio estuvieron estrechamente ligados con la campaña hacia el referéndum, que se intensificará a partir del año que viene y en la que el futuro presidente de la fuerza política jugará un rol protagónico. 

Con este telón de fondo, en el Frente Amplio ponen sus expectativas en una alta participación que marque la pauta para la instancia electoral que tendrá lugar en marzo de 2022. La cantidad de votos viene en picada desde 2006, cuando llegó a alcanzar más de 222 mil pronunciamientos en unos comicios que ratificaron la conducción de Jorge Brovetto. La última elección de 2016, en la que asumió Miranda, presentó la participación más baja con casi 74 mil votos en total, la tercera parte de lo que había acopiado en urnas diez años atrás. 

Con optimismo, en el Frente esperan una votación que supere los niveles de la anterior, aproximándose incluso a los antecedentes de 2006 y 2012 –más de 170 mil en el caso de los comicios que invistieron a la socialista Mónica Xavier–. “Se espera una fuerte participación y se recibieron señales de la gente en ese sentido”, se limitó a decir a El Observador el coordinador del Frente Amplio, Ricardo Ehrlich. 

Las elecciones serán con adhesión simultánea, por lo que quien se acerque a votar puede afiliarse en el momento en el comité de base. Desde la Huella de Seregni monitorean minuto a minuto los pronósticos del tiempo para el domingo, que pueden jugar en contra de cualquier aspiración en torno a los comicios. Al cierre del viernes, AccuWeather anticipaba tormenta para la mañana del domingo.

Seis elecciones

Fernando Pereira, Ivonne Passada y Gonzalo Civila se disputarán la conducción del Frente Amplio, 48 dirigentes competirán por las presidencias de las elecciones departamentales, 18 listas de sectores pugnarán por su representación en el Plenario Nacional y la Mesa Política, y las bases renovarán a sus delegados en lo nacional y departamental. Quien concurra a los comités podrá hacer seis pronunciamientos en uno, con distintas planchas para cada caso. 

Detrás de las candidaturas hay liderazgos que jugarán su partido. Por un lado, los tres intendentes frenteamplistas –Carolina Cosse, Yamandú Orsi y Andrés Lima– están alineados cada uno con un candidato a la presidencia, cada uno con proyecciones diversas.

Cosse y su entorno fueron los impulsores de la postulación de Civila, hasta entonces secretario general del Partido Socialista. Yamandú Orsi envió varios guiños a la figura del expresidente del PIT-CNT –incluso meses antes de que trascendiera su nombre en las conversaciones partidarias– y participó junto a él en varios actos políticos. El salteño Lima y confirmó su respaldo a Passada una vez que la mayoría de las agrupaciones frenteamplistas habían tomado partido.

Los sectores de la fuerza política también marcarán su impronta. Fernando Pereira es el favorito por los amplios y diversos apoyos con los que cuenta. Su nombre congrega a las dos principales fuerzas al día de hoy –el MPP y el Partido Comunista, que a su vez son fuertes en las bases– y a una de las tres alas más definidas en el espectro de izquierda uruguaya. 

Se trata de la Convocatoria Seregnista Progresistas, un movimiento que reflota la unidad de los grupos del perimido Frente Líber Seregni, incorpora nuevos actores y materializa la conciliación entre Danilo Astori y Mario Bergara, líderes de una misma línea política que hasta ahora siempre había votado fragmentada. La alianza mira hacia 2024, y aguarda por futuras anexiones. Este 5 de diciembre presenta una lista única a las urnas, lo que le propicia la posibilidad de obtener un mayor peso que el que arroja la fotografía tomada en 2016. 

En entrevista con El Observador, Bergara apuntó que estaba "sobre la mesa" su "vocación de volver a ser precandidato" presidencial, y aventuró que hay un "menú posible" de referentes que "todo el mundo maneja": "Los intendentes y los principales referentes con mayor visibilidad", resumió. 

La otra alianza que busca consolidarse es la que respalda a Civila, conformada por socialistas, el Partido por la Victoria del Pueblo, Casa Grande, La Amplia –sector de la intendenta Cosse–, entre otros. En el entorno del diputado socialista observan al fortalecimiento de ese espacio como una de las grandes virtudes de la campaña realizada. 

Cinco años después

El 5 de diciembre llega con un escenario muy distinto al del 24 de julio de 2016. Una de las observaciones sobre la mesa es que serán las elecciones de una fuerza política que no es en simultáneo gobierno.
“El foco estaba más puesto en el gobierno que en el Frente Amplio”, interpretó el senador Eduardo Brenta, de la Vertiente Artiguista. Ahora el énfasis, consideró, vuelve a estar en la estructura. 

El politólogo Óscar Bottinelli escribió en 2016 en una columna para El Observador que ningún partido “ha sabido resolver la disociación partido-gobierno”. Bottinelli detalló el paulatino distanciamiento entre gestiones de Vázquez –comenzando por su intendencia en los ‘90– respecto a los mandatos de la Mesa Política. Eso se profundizó en sus gobiernos. “La estructura del Frente funcionó como aparato militante y posteriormente electoral, pero las decisiones políticas quedaron en la bancadas parlamentarias y en un Consejo de Ministros que hasta la mitad del período tuvo en su seno la presencia de casi todos los líderes fraccionales”, afirmó. 

Una broma que circula entre varios dirigentes es que, de confirmarse los pronósticos e imponerse Fernando Pereira en las urnas, el expresidente José Mujica rompería al fin su mala racha.Los candidatos a los que el líder ha prestado su bendición en los últimos años no han logrado triunfar: tal fue el caso de Ernesto Agazzi en las internas de 2012, Lucía Topolansky en las departamentales de 2015, Alejandro Sánchez y Roberto Conde en las internas de 2016, Carolina Cosse como precandidata presidencial en 2019 y Álvaro Villar como aspirante a intendente montevideano el año pasado. 

Eso no quita sin embargo que su figura y su espacio reúnan uno de los caudales electorales más importantes del país.

El candidato ganador en 2016, Miranda, se consagró presidente con alrededor del 30% de los votos.

Quiere decir que sumados los apoyos de los dos candidatos 'rivales' y más tendidos a la izquierda, el hoy exconductor de la fuerza política se encontró en minoría durante el período. El escenario es distinto de cara al 2022, y es que emepepistas, comunistas y seregnistas ya no están divididos y respaldan todos a Fernando Pereira. 

Una de las lecturas sobre la mesa –en especial de los más adeptos a Civila– es que la figura de Passada puede llegar a disputarle votos moderados al expresidente del PIT-CNT. Una de las incógnitas desde los dos comandos es cómo influirá el voto femenino.

En todas las filas destacan que no es sencillo hacer números, por la falta de encuestas y de un padrón claro que indique la cantidad de habilitados. Lo que es seguro es que las elecciones internas de la fuerza política marcarán el inicio de un nuevo capítulo. 

Pintadas en la Huella de Seregni y cuentas ajustadas