Primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (foto archivo)

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El Likud de Benjamín Netanyahu se perfila como favorito en las elecciones de Israel

Alcanzaría el número de diputados suficientes para consolidarse como la primera minoría en un Parlamento fragmentado que prolongaría la inestabilidad política que registra el país desde 2019
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24 de octubre de 2022 a las 09:21

A poco más de una semana de las elecciones legislativas, las quintas en apenas tres años y medio, las encuestas muestran una carrera electoral muy reñida entre el líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, y el primer ministro en funciones, Yair Lapid, panorama que según los analistas locales parece prolongar la parálisis política que aqueja al país desde 2019.

Según las últimas encuestas, el Likud, el espacio político de derecha liderado por Netanyahu, no alcanzaría el caudal de votos suficientes para conformar un bloque mayoritario en el Parlamento, aunque sí para consolidarse como primera minoría, superando a la formación centrista conducida por Lapid.

Los sondeos de la cadena pública de televisión Kan y el Canal 12 indican que el Likud obtendría 60 escaños frente a los 25 de la coalición encabezada por Lapid, quien para conservar el poder debería conseguir el apoyo de las agrupaciones árabes para su ya muy heterogénea coalición de partidos de izquierda y derecha, cuyo único denominador común es impedir el regreso de Netanyahu, quien gobernó Israel durante 15 años.

En ese contexto, los israelíes deberán acudir a las urnas el primero de noviembre próximo, luego que el ex primer ministro Naftali Benet y su socio de gobierno Lapid decidieran disolver el Parlamento en junio pasado tras perder su ajustada mayoría, adelantando así los comicios en un intento por superar la endémica inestabilidad y la persistente polarización política.

La actual carrera electoral está también marcada por el auge de la extrema derecha, con el partido Sionismo Religioso posicionándose como la tercera fuerza más grande, con la posibilidad de alzarse con 14 escaños, según Kan y el Canal 12.

Para los analistas locales, esta alianza entre el extremista Bezalel Smotrich, el controvertido colono racista antiárabe Itamar Ben Gvir y la facción anti-LGBT Noam ha ido ganando terreno en las encuestas a costa del Likud de Netanyahu.

Con este telón de fondo, el principal interrogante es si Netanyahu, juzgado por corrupción y blanco de fuertes críticas, podría retornar al poder, luego del fracaso de la coalición única en la historia de Israel formada a mediados de 2021 y que reunió a una parte de la derecha, el centro, la izquierda y, por primera vez a un partido árabe.

En aquel momento, Netanyahu, el jefe de gobierno que más duró en el cargo de  primer ministro en la historia del país, se encontraba cercado por la justicia a raíz por sus presuntos actos de corrupción y malversación de fondos. Su futuro político parecía comprometido, pero "Bibi", tal como se lo apoda, se aferró a su cargo de jefe de la oposición.

Así se llegó a junio de 2022, momentos en que la coalición de gobierno tironeada por tensiones internas perdió la mayoría en el Parlamento, lo que empujó a anunciar las próximas elecciones, que se realizarán ante la apatía del electorado y en momentos en que recrude la tensión en los territorios palestinos ocupados.

Desde el inicio mismo de la campaña, Netanyahu afirmó que quería reunir 61 bancas -el umbral para convertirse en mayoría- con el objetivo de formar un "gobierno de derecha" que agrupe los votos de las formaciones ultraortodoxas y de extrema derecha. Con esos partidos, el Likud estaría al límite de alcanzar la mayoría, según los sondeos.

Sin embargo, durante estos últimos meses, el líder centrista Lapid vio a su partido mejorar en las encuestas y multiplicó las iniciativas diplomáticas, viajando a Alemania y Francia para discutir del programa nuclear iraní y un acuerdo fronterizo con Líbano.

No obstante, el sistema proporcional israelí, en que los partidos deben obtener un mínimo de 3,25% de los sufragios para tener diputados, podría jugarle en contra al actual primer ministro. La razón: algunos partidos hostiles a Netanyahu podría no alcanzar ese umbral, como es el caso de los partidos árabes, que se oponen de manera abierta a Netanyahu.

En 2019, esas formaciones se unieron en una coalición electoral para imponerse como la tercera fuerza política del país. Esta vez, no obstante, se encuentran divididas en tres listas con el riesgo de quedar afuera del Parlamento y de esta forma indirecta facilitar el regreso del ex primer ministro.

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