El Parlamento de Rusia dio media sanción a una ley que prohíbe "la propaganda" LGBTIQ+

"La promoción de las relaciones sexuales no tradicionales está prohibida", lanzó el jefe de la Cámara Baja del legislativo, Viacheslav Volodin, mediante un comunicado que recoge la agencia de noticias AFP. "Esta solución protegerá a nuestros hijos y al futuro de este país de la oscuridad difundida por Estados Unidos y los países europeos", argumento.

"Las multas ascienden a 10 millones de rublos" (€ 160.000) para los infractores", añadió Volodin, quien días después que Moscú lanzara su ofensiva sobre Kiev, intimó vía Telegram a “directores artísticos, directores de escena y de cine, actores y actrices, y representantes de la industria del entretenimiento que trabajan en Rusia y son admiradores de los estándares occidentales” que “les convendría determinar su postura sin ambigüedad”.

Por lo pronto, los analistas locales precisan que la nueva ley es una versión ampliada de un texto de 2013, que prohibía ya lo que definía vagamente como "propaganda" LGTB+ “hacia los menores”. Ahora, con las enmiendas aprobadas, la norma prohíbe también "promover relaciones sexuales no tradicionales" entre todos los públicos, en los medios de comunicación, en Internet, en libros y películas, informó AFP.

La ampliación del ámbito de aplicación, así como la amplia interpretación permitida por el poco preciso concepto de "promoción", hacen temer una mayor represión de las comunidades LGBTIQ+ en Rusia, que ya son objeto de una fuerte discriminación. Texto que para convertirse en ley debe ser validado por la Cámara Alta del Parlamento, el Consejo de la Federación y, finalmente, firmado por el presidente Putin, trámites formales que los observadores locales dan por descontados.

La aprobación de esta nueva ley, que fue criticada por las oenegés y varios países europeos, se produce tras años de represión contra las comunidades LGBTIQ+ y cuando el Kremlin dice defensor de los valores "tradicionales" frente a un Occidente que se presenta como decadente, posición avalada también por importarte funcionarios, que han presentado la norma como un acto de defensa en la guerra ideológica contra Occidente.

Por su parte, el jefe de la diplomacia de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que el endurecimiento de la legislación anti-LGBTIQ+ supone un "duro golpe" para los derechos humanos de las personas que conforman dicha comunidad. "La reforma de la ley rusa que prohíbe la información sobre cuestiones LGTBIQ+ constituye un nuevo golpe contra la libertad de expresión", dijo Blinken en Twitter, al tiempo que pidió a los diputados rusos que retiren la ley y aboguen por "respetar los derechos humanos y la dignidad de todos".