El secretario de Estado norteamericano inició este domingo una visita de dos días a China

Ninguna de los dos países espera grandes avances en los temas más críticos, pero el objetivo es entablar un deshielo diplomático y mantener el diálogo para gestionar de "forma responsable" la relación bilateral, según el Departamento de Estado.

Funcionarios estadounidenses dicen que el principal objetivo de las conversaciones es estabilizar una relación que se ha vuelto extremadamente tensa.

La visita de Blinken se produce casi cinco meses después de que se pospusiera una visita viaje anterior como consecuencia de la situación generada por el sobrevuelo de presuntos globos espías chinos sobre el territorio de Estados Unidos.

Blinken fue recibido por Qin Gang en la casa de huéspedes del Estado de Diaoyutai, una lujosa propiedad que suele albergar a los dignatarios extranjeros visitantes.

Los dos hombres caminaron por una alfombra roja, se dieron la mano mientras estaban de pie ante sus respectivas banderas y luego se sentaron con sus delegaciones en largas mesas para comenzar sus reuniones.

El saludo fue formal, subrayando las frías relaciones que se han desarrollado entre las dos superpotencias en los últimos años.

Estados Unidos ha estado reduciendo las expectativas para el viaje y ambas partes han dejado en claro que no esperan ningún avance importante, aunque antes de partir Blinken se mostró optimista y declaró que el objetivo del viaje es "abrir líneas directas de comunicación para que nuestros dos países puedan gestionar la relación de forma responsable, lo que incluye abordar algunos desafíos y percepciones erróneas y evitar errores de cálculo".

El objetivo, dicen los funcionarios estadounidenses, es reabrir las líneas de comunicación de alto nivel y estabilizar las relaciones que se han vuelto tensas desde el incidente del globo.

China ha realizado ejercicios militares cerca de Taiwán, que Beijing considera parte integral de China, mientras que Estados Unidos mantiene estrechos vínculos con el gobierno elegido de Taiwán, aunque formalmente adhiere al principio diplomático de “una sola China” de la que Beijing es la capital.

Hay una agenda completa prevista para la reunión que incluye encuentros con Qin Gang y Wang Yi, un alto funcionario de política exterior de la cancillería china.

La guerra en Ucrania, las disputas comerciales sobre tecnologías informáticas avanzadas, la epidemia de drogas de fentanilo en los Estados Unidos y la situación de los derechos humanos en China son temas que los estadounidenses esperan discutir.

Los funcionarios chinos reaccionaron con frialdad a la visita de Blinken y cuestionaron si Estados Unidos es sincero en sus esfuerzos por enmendar las relaciones.

Blinken es el funcionario estadounidense de más alto nivel en visitar China desde que lo hiciera en octubre de 2018 su antecesor, Mike Pompeo, quien luego encabezó la política de confrontación con Pekín del expresidente Donald Trump.

La administración Biden ha mantenido la línea dura, e incluso ha ido más lejos que el anterior gobierno en algunos temas, por ejemplo, la imposición de controles de exportación para limitar la compra y la fabricación en China de chips de gama alta "utilizadas en aplicaciones militares".

Pero en otras áreas, como la lucha contra el cambio climático, Biden ha buscado cooperar con China.

El exdiplomático estadounidense Danny Russell descartó que la visita de Blinken vaya a propiciar "una resolución de los grandes temas de la relación sinoestadounidense, ni siquiera los pequeños".

"Pero su visita bien puede reiniciar el tan necesario diálogo cara a cara y enviar una señal de que ambos países están pasando de la retórica airada en la tribuna de prensa a sobrias discusiones a puerta cerrada", agregó Russell, vicepresidente de Asia Society Policy Institute.

Antes de la visita de Bliken, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que esperaba reunirse nuevamente con su homólogo chino Xi Jinping, después del extenso encuentro que tuvieron en noviembre en Bali, al margen de la cumbre del G20.

"Espero que, en los próximos meses, me reúna nuevamente con Xi y conversemos sobre las legítimas diferencias que tenemos, pero también sobre cómo hay áreas en las que nos podemos entender", agregó.

Los dos mandatarios podrían coincidir en la próxima cumbre del G20, en septiembre en Nueva Delhi. Xi fue además invitado a viajar a San Francisco en noviembre para el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

(Con información de agencias)