El transporte público se enlenteció y se buscan alternativas para agilizarlo

La velocidad promedio del transporte colectivo cayó 5% en los dos últimos años "producto del incremento en la motorización", le dijo a El Observador el director de la división Transporte de la Intendencia de Montevideo (IMM), Gonzalo Márquez.

El parque automotor de la capital casi se ha duplicado en la última década (87% de crecimiento), según el Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción (Ceeic).

"La velocidad promedio del sistema de transporte está en el entorno de los 16 km/h", contó el jerarca. "No es muy distinta a las velocidades promedio que tienen otras ciudades operando en el tránsito mixto, donde los ómnibus conviven en las vías con los vehículos privados", apuntó.

En Madrid en 2017, por ejemplo, era de 13,3 km/h. Con una diferencia, en la capital española existe la alternativa de los trenes y el subterráneo, que circulan a un promedio de 24km/h y 30 km/h, respectivamente. 

"La velocidad se obtiene cuando puede segregarse al vehículo, y que circule sin estar conviviendo con el tránsito", explica Márquez.

La arteria más ágil –a una velocidad promedio de 20 km/h– es el corredor Garzón. En el otro extremo está la avenida 18 de Julio, donde en hora pico se circula en promedio a 9 km/h.

Si bien no es un dato que mida su dependencia, Márquez estimó que los autos transitan "en el eje de los 30 km/h".

Tiempos de ómnibus

El viaje más largo en el transporte colectivo montevideano es el que requiere trasladarse de Paso de la Arena a Punta Gorda. El desplazamiento insume 1 hora y 42 minutos. Google Maps calcula para el viaje unos 40 minutos en auto.

El dato se obtiene de la planilla elaborada por la división Transporte de la IMM con los promedios de los viajes entre el 13 y el 17 de julio, a la que accedió El Observador.

Otros recorridos a tener en cuenta: ir del Centro a Pocitos insume unos 18 minutos; del Cerro al Cordón: 40 minutos; 42 minutos en promedio toma ir de Ciudad Vieja a Malvín Norte; y poco más de media hora desplazarse desde el Centro hasta Sayago.

El tiempo promedio de viajes en ómnibus en la capital es de 28 minutos. Pero esto no incluye los tiempos de espera en las paradas, un valor que según Márquez es "mucho más complejo de medir".

Diego Battiste

Las reglas de juego

“Para obtener mayor velocidad de circulación, hay que trabajar sobre la priorización en el paso y agilizar el proceso de embarque de los pasajeros al ómnibus", señaló el director de Transporte de la IMM.

La primera medida consiste en continuar fomentando los carriles "solo bus", o los corredores que segregan el tránsito. Ampliar esta opción conlleva inversiones para transformar la vía pública.

Destacó la importancia de la tarjeta STM, que acelera el viaje ya que el conductor no tiene que andar pendiente de dar el vuelto. Márquez indicó que el nivel de tarjetización ronda el 80%, el 70% más de lo que era cuatro años atrás. “No lo tenemos medido todavía, pero es notorio que se está haciendo más ágil el embarque”, dijo.

También consideró que incide el hecho de que el boleto de 1 hora se marque por defecto –vigente desde que fue propuesto mediante la plataforma Montevideo Decide en 2018–, y que el chofer no tenga que digitarlo cada vez que el pasajero lo solicite.

Centro de Gestión de Movilidad

En el piso 4 del edificio anexo de la IMM, una decena de trabajadores monitorean desde sus pantallas el tránsito de las calles montevideanas.

Al frente de la sala hay una gran pantalla que se divide entre imágenes de cámaras y el mapa de la capital. Se trata del Centro de Gestión de Movilidad (CGM).

En cientos de las 700 intersecciones observables en la cartografía de Montevideo, hay puntos verdes marcados. El año pasado la comuna puso en marcha la Fase III del CGM, que entre otras medidas pretendía llegar a 490 semáforos centralizados, cuya tecnología permite que puedan ser controlados desde la oficina. Hoy aseguran que la iniciativa está por completarse.

En el CGM las autoridades de transporte de la IMM visualizan una oportunidad para agilizar los viajes del transporte colectivo. “Una evolución de eso es permitir que haya comunicación entre los ómnibus y los semáforos para que empiecen a dar verde cuando detectan que viene un ómnibus. Se tienen que dar determinadas condiciones para hacerlo, pero tecnológicamente es posible”, declaró Márquez.

“Imaginate el 104 que va por la rambla y dobla en Hipólito Yrigoyen. El ómnibus está transmitiendo permanentemente su posición y lo podrías juntar con la tecnología del semáforo. Cuando detecta que viene el 104, si le quedaban 40 segundos de rojo para darle a la rambla para ese lado, va a cambiar el algoritmo para que le queden solo 10, segundos para que el ómnibus cuando llegue espere lo menos posible para girar a la izquierda”, agregó el economista.

El jerarca adelantó que existe un proyecto piloto pensado para ese punto y otros similares en la ciudad, pero reconoció que no hay una fecha prevista para la implementación.