EmprendO 2021 premiará a quienes se la juegan por el medio ambiente

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EmprendO 2021: estos son los diez finalistas de la edición sustentable

La edición de este año del Premio EmprendO busca dar visibilidad a quienes trabajan y emprenden de forma sustentable
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05 de noviembre de 2021 a las 17:13

La décimo primera edición del premio EmprendO de El Observador destaca a emprendimientos y proyectos uruguayos que aporten a la sustentabilidad ambiental, alineados a las tendencias y preocupaciones por impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Luego de llevarse a cabo la primera fase de convocatoria, un jurado integrado por profesionales destacados en el ámbito de la sustentabilidad ambiental, seleccionó una lista de diez finalistas de más de 65 postulantes. Estos se dividen en dos categorías: cinco emprendimientos y cinco intraemprendimientos.

Se considera emprendimientos a quienes brindan productos o servicios sustentables y tienen una existencia en el mercado menor a 10 años. Además, su facturación no deberá superar los $ 15 millones anuales. Para la categoría intraemprendimientos se tendrá en cuenta el desarrollo de productos o servicios dentro de compañías que cuenten con otros productos y servicios pero que hayan desarrollado alternativas que tengan como objetivo la sustentabilidad social o ambiental.

Los lectores de El Observador podrán votar a sus emprendimientos favoritos entre los finalistas. La votación estará habilitada entre el lunes 15 y el lunes 29 de noviembre. La premiación será el jueves 2 de diciembre.

Los más votados en cada categoría obtendrán una campaña de difusión en El Observador por seis meses. El jurado también seleccionará su emprendimiento destacado.

Emprendimientos finalistas

Martina Lejtreger, de Buen Provecho

Buen Provecho es la primera plataforma digital en Uruguay que ofrece una solución al problema socioambiental del desperdicio de alimentos; es decir, los excedentes de comida que la industria gastronómica no puede colocar en el mercado por las vías habituales. A través de la aplicación, que funciona a tiempo real y es georreferenciada, las tiendas pueden apuntar a clientes que busquen comprar sus excedentes a un costo menor del original.  

Buen Provecho es un emprendimiento de impacto económico, porque colabora con la industria gastronómica; social, porque amplía el acceso a alimento de calidad; y ambiental, porque ayuda a reducir el desperdicio de alimentos y, por tanto, las emisiones innecesarias de dióxido de carbono y la huella hídrica de la industria gastronómica.

El emprendimiento busca construir una comunidad para poder transmitir el impacto del desperdicio de alimentos tanto a los comercios como a los usuarios. 

Andrea Alba, de Compost Ciudadano

Compost Ciudadano resuelve la no gestión de residuos domiciliarios de la ciudad de Montevideo. Semanalmente recolecta los residuos orgánicos de hogares con los que genera compost que devuelve cada tres meses.

Busca impactar tanto a nivel social como ambiental. Por un lado, fomenta la educación ambiental a través del uso del compost. Por otro lado, crea espacios verdes en la ciudad de Montevideo a través de la revalorización de los residuos orgánicos. 

“Lo que nos motivó a emprender fue acercar la naturaleza a la ciudad y generar una solución eficiente para todos y todas a través de la participación de la ciudadanía”, dijo a El Observador Andrea Alba.

Alberto Bocking, de Pampa Oriental

Pampa Oriental trata sobre ganadería regenerativa. Se dedica a capacitar productores rurales en manejo holístico para regenerar la tierra y así mejorar su bienestar social, económico y ambiental.

La ganadería regenerativa impacta en el medio ambiente mediante tres factores: reduce las emisiones de dióxido de carbono, favorece la infiltración de agua y aumenta la biodiversidad. 

“El principal motivo para impulsar Pampa Oriental es que a través de la ganadería regenerativa se puede combatir el cambio climático y revertir la situación actual”, explicó Alberto Bocking. Para lograrlo debe haber un cambio en la manera tradicional de producir en el campo en Uruguay.

Pampa Oriental, brinda un monitoreo ecológico (EOV) que mide los factores que pueden beneficiarse a través de la ganadería regenerativa. En caso de que los productores logren una tendencia positiva, se les otorga una certificación para ingresar al programa Land To Market con el fin de comercializar sus productos. 

Josefina Louge, de Poha Biocosméticos

Poha Biocosméticos es la primera empresa de dermo cosmética totalmente natural, orgánica y sostenible producida en Uruguay. Elabora productos para el cuidado de la piel con patologías con fórmulas diseñadas por profesionales especializados.

Además de la calidad del producto, Poha prioriza la sostenibilidad: todo el proceso productivo está enmarcado en la economía circular. Cada paso está diseñado para hacer un uso eficiente de los recursos y minimizar el impacto al medio ambiente. 

La materia prima utilizada es de origen agroecológico local o regional, promoviendo así el cultivo orgánico. De todas formas, se busca formular con la mínima cantidad de ingredientes posibles y los mínimos pasos de procesamiento para lograr el efecto deseado. El 100% del material sólido de descarte de producción es compostado y el agua es filtrada y reutilizada para riego. 

Todos los productos del emprendimiento son biodegradables y compostables.

Paola Albé, de Resur

Resur pone en contacto a personas privadas de libertad -que necesitan una oportunidad para mejorar sus posibilidades de inserción social futura- con diseñadores emergentes alineados con la sostenibilidad. Capacita al primer grupo en diferentes oficios para que el segundo grupo pueda contratarlos.

El impacto principal de Resur es a nivel social. "Creemos que es posible revertir las altas tasas de delincuencia que existen en nuestro país. La mayoría de las personas que están privadas de libertad van a reincidir, y nosotros buscamos evitarlo", dijo Paola Albé.

El impacto a nivel ambiental está en los emprendimientos que forman parte de la red de Resur, porque están alineados con la sostenibilidad.

Le dan segundas oportunidades a las personas y a los materiales.

Intraemprendimientos finalistas

Agustín Tassani de ATMA

Atma trabajó en un proyecto para colaborar con Fábricas Nacionales de Cerveza que quería un casillero con materiales 100% reciclados de sus propios casilleros rotos. 

En un proceso que duró poco más de un año, los equipos de las dos empresas desarrollaron una tecnología que no existía en Uruguay y lograron cerca de 50 mil casilleros reciclados. Evitaron utilizar 90 toneladas de materia prima y  25 fletes internacionales de unos 100 metros cúbicos cada uno, ahorrando así seis mil kilos de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. 

Según dijo Agustín Tassani el proyecto también va a tener impactos a futuro porque Fábricas Nacionales de Cerveza va a seguir fabricando casilleros con materiales reciclados.

Santiago Kröger de Bitafal

Bitafal se basa en una construcción vial lo más sustentable posible. Su intraemprendimiento tiene tres hitos fundamentales. El primero es el desarrollo de tecnología de pavimentación asfáltica a partir de técnicas en frío. Tuvo un impacto muy significativo sobre el medio ambiente ya que se redujo las emisiones de dióxido de carbono, además de sustituir el uso de los diluidos asfálticos que, en los últimos años, permitió minimizar la emisión de solventes a la atmósfera en casi cinco mil toneladas en Uruguay. 

El segundo hito es el centro de esta innovación: la incorporación del reciclado de pavimentos al Uruguay. Permitió reutilizar materiales ya existentes en las carreteras sin la necesidad de usar recursos no renovables, sustituyendo millones de toneladas de material de canteras con elementos ya existentes.

El tercer hito es la etapa actual. En aquellos pavimentos en los que no es posible sustituir la mayoría de los materiales de fuentes materiales no renovables, utilizan residuos de otras industrias y lograr que sean pavimentos sustentables. Empezaron con el polvo de neumáticos, el polvo de vidrios y con la escoria de acería. Tiene un impacto significativo porque hoy en día muchos de esos residuos se están yendo a vertedero. Esto da un cierre de reciclabilidad a las carreteras.

Hans Kann de Glantz

Glantz se dedica a realizar productos para el cuidado personal, con el foco puesto en el medio ambiente. En su laboratorio produjeron efill, una máquina que permite la recarga de envases de productos de limpieza líquidos, logrando así sacar envases de circulación y reduciendo su impacto en el medio ambiente. 

“Solo el hecho de imaginarnos crear mil máquinas y que cada una permita sacar mil envases del ambiente nos incentivó”, dijo Hans Kann. Además, explicó que ese es su objetivo a un año.

Además, este proyecto tiene un impacto a nivel social. Genera un momento de reflexión en las personas, invitando a cada uno a preguntarse cómo colaborar con el medio ambiente.

Fabiana Valiño, de Parque de las Ciencias

El Parque de las Ciencias es una zona franca ubicada en el departamento de Canelones. El parque fue diseñado para que pudiera albergar actividades industriales y, a su vez, suministrara soluciones eficientes.

Desde el principio el proyecto fue catalogado como de tipo A  en su autorización ambiental, lo que implica que tiene muy bajo impacto negativo para el medio ambiente.

Cuenta con una planta de tratamiento en la que, mediante un proceso biológico, sin agregados químicos y con filtro UV, se trata el 100% de los efluentes que vuelven al parque en forma de riego. También, con un proceso de clasificación de residuos segregando papel, papel blanco, papel color, papel film y cartón con el objetivo de que las empresas que operan en el parque envíen el menor volumen posible de residuos a la usina. Otro aspecto importante es que promueven la movilidad dentro del parque con la menor cantidad de huella posible: ofrecen el uso libre de bicicletas y de coches eléctricos.

En el parque operan más de 60 empresas de diversos rubros que dan trabajo directo a aproximadamente 700 personas.

José Inciarte, de Syngenta

Paisajes Multifuncionales es un programa de Syngenta que apunta a la promoción de la biodiversidad en la agricultura. Pudo ser desarrollado gracias al apoyo del Ministerio de Ambiente y del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el convenio entre Syngenta y la Facultad de Ciencias. 

La agricultura está caracterizada por pocos cultivos y los polinizadores –insectos clave para la producción de alimentos– precisan de una gran cantidad floral para multiplicarse. Paisajes Multifuncionales genera espacios en el monocultivo agrícola en donde proliferan especies nativas que brindan a los polinizadores una gran variedad floral, y por lo tanto, una gran cantidad de alimentación.

Este programa impacta en el ambiente porque promueve la biodiversidad. Al cortar el monocultivo con espacios de biodiversidad, hay una mayor producción de polinizadores y, como consecuencia, una agricultura más sustentable. Se vinculan características de la naturaleza con el ambiente agrícola del país.

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