Estados Unidos rinde homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de setiembre

En Nueva York, la multitud reunida en torno al impresionante museo conmemorativo de Manhattan guardó silencio este domingo a la mañana y realizó un minuto de silencio, marcando los dos momentos exactos en los que vivieron los aviones secuestrados por comandos de Al Qaeda y estrellados contra las Torres del World Trade Center.

Familiares de las víctimas, sobrevivientes y rescatistas se unieron para rendir tributo a las 2.977 personas que fallecieron. Se pronunciaron sentidas palabras para recordar a sus seres queridos a las 8,46 de la mañana, hora en que el primer avión golpeó la torre norte. Se trató del vuelo 11 de American Airlines. Diecisiete minutos después, a las 9,03, la Torre Sur del World Trade Center fue golpeada por el vuelo 175 de United Airlines. A esa hora, 21 años después, también se hizo el minuto de silencio y también sonaron las sirenas de los bomberos.

Ambas torres de 110 pisos se derrumbaron en una hora y cuarenta y dos minutos, lo que llevó al colapso de las otras estructuras del complejo edilicio luego rebautizado como Ground Zero (Área o Zona Cero).

En Washington, A las 9,37 tocaron las campanas para recordar al tercer grupo de víctimas, cuando el vuelo 77 de American Airlines impactó contra el Pentágono, la sede del Departamento de Defensa. Allí estuvo el presidente Joe Biden.

“Nunca olvidaremos”, tuiteó anteriormente Biden, prometiendo “seguir manteniendo viva la memoria de las preciosas vidas que nos robaron” durante esos ataques hace 21 años.

“La pena se desvanece un poco con el tiempo, pero la ausencia permanente de mi padre sigue igual de presente”, dijo el hijo de Jon Leslie Albert, una de las víctimas de los ataques, tras leer el nombre de su padre.

El cuarto homenaje se llevó a cabo en el monolito construido en honor a los ocupantes del vuelo 93 de United Airlines, en el condado de Somerset, Pensilvania, donde cayó el cuarto avión secuestrado ese fatídico 11 de setiembre donde fallecieron los 40 pasajeros y miembros de la tripulación. El grupo terrorista de ese vuelo era liderado por Jálid Sheil Mohámed, considerado el principal arquitecto de los atentados. El objetivo de ese grupo comando era llegar al Capitolio, la sede del Congreso del país en Washington, para estrellarlo allí. Pero no lo lograron. El juez que intervino pudo escuchar la caja negra del avión pero la información resultó considerada confidencial por las autoridades. En verdad, las primeras suposiciones daban como posibilidad que se incrustaran en la Casa Blanca. Luego, tras revelaciones de detenidos y labores de inteligencia se confirmó que el objetivo era el Capitolio.

En los planes de Al Qaeda hubo un quinto avión a secuestrar. Sin embargo, el FBI detuvo a quien sería el piloto suicida, Zacarias Moussaoui. Los cargos que recibió para ser detenido fueron por “inmigración” aunque sospechaban que Moussaoui escondía otros motivos. Ese “quinto avión” sí tenía como destino la Casa Blanca.