Carlos Pazos

Falta de psiquiatras, de algunos medicamentos y prohibiciones de visitas: lo que provocó el cambio del director del Hospital Vilardebó

El directorio de ASSE removió a Federico Sacchi y designó a Paula Sarkissian

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08 de marzo de 2023 a las 05:00

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El jueves 2 de marzo, un rato antes que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, diera su discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea General, el directorio de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) aprobó darle un golpe de timón al Hospital Vilardebó y cambiar a su cúpula de dirección.

El hospital, que es el centro de referencia en salud mental para el prestador público de salud, tenía a su director certificado, sufre la falta de psiquiatras y acumula denuncias por malos tratos a familiares y pacientes, a quienes a su vez se les restringen las visitas desde la pandemia.

La decisión de las autoridades, sugerida por el nuevo director de Salud Mental de ASSE, Eduardo Katz, supuso la remoción de Federico Sacchi y que la psiquiatra Paula Sarkissian pasara a estar al frente del centro (ya lo había estado en el último gobierno del Frente Amplio). También, que Julia Blandín fuera la nueva subdirectora.

Según supo El Observador a partir de fuentes de ASSE, a la hora de ponderar la salida de Sacchi –que volverá a dirigir el Centro de Rehabilitación Médico Ocupacional y Sicosocial (Ceremos)– pesó la constatación de varios problemas de gestión: no están cubiertas las guardias de psiquiatría los fines de semana por lo que algunos días no hay médicos especialistas trabajando; se restringieron las visitas pero la situación nunca se normalizó a pesar del fin de la emergencia sanitaria; hay problemas en el servicio de farmacia con faltante de medicamentos e indicaciones para los pacientes una vez que son dados de alta.

Todos estos problemas quedaron de manifiesto en dos cartas enviadas a las autoridades los últimos días de febrero, a las que accedió El Observador, y que mencionan escenas de malos tratos e incluso un caso en que a una madre se le informó erróneamente que su hija había sido dada de alta cuando en realidad esto no había ocurrido.

Fuentes de ASSE dijeron que con los cambios las autoridades buscan encauzar la situación de un centro cuyos problemas vienen desde hace varios años.

Carlos Pazos
Paula Sarkissian será la nueva directora del Vilardebó

El envío de las cartas, a su vez, provocó que la directora de ASSE en representación de los usuarios, Natalia Pereyra, se interesara por el tema y organizara una reunión entre las autoridades y los familiares.

La integrante de Caminantes (la Federación de Organizaciones de Familiares por la Salud Mental), Perla Vivas, dijo que tras el encuentro acordaron tener reuniones bimensuales de seguimiento de los temas.

“Sabemos las dificultades que enfrenta la gestión no solo por la falta de personal sino por problemas internos vinculados a diferentes situaciones”, comentó.

Destratos y prácticas abusivas

En la carta, la organización reconoció que ASSE tenía "dificultades" para brindar la atención que los usuarios se merecen, en particular la "falta de psiquiatras". "Nos duele la condición edilicia del hospital que mucho atenta contra los derechos de atención, pero lo que más nos duele son las repetidas dificultades en el trato tanto a usuarios como a familiares”, dice el documento. 

En este sentido, piden volver a la frecuencia de visitas de dos veces por semana y que se contemple un “horario alternativo” para los familiares que puedan certificar que se encuentran trabajando en el horario fijado. También, que se permita el contacto telefónico si no se logró realizar la visita semanal.

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El Hospital Vilardebó es el centro de referencia de salud mental de ASSE

A su vez, solicitan evitar que "prácticas abusivas y medidas coercitivas físicas" (como atar al paciente o colocarle pañales) se tornen rutinarias y universales.

El documento está firmado por la presidenta de Caminantes, Rina Sabatini, y da cuenta que en ocasiones hay falta de medicación de pacientes crónicos, una cuestión que “no debería ocurrir en ningún momento en el principal hospital de salud mental”. “Además hemos recibido denuncias de que faltan blísteres en las cajas, por lo que el tratamiento queda incompleto”.

También exigen “respuestas adecuadas” a los familiares cuando realizan consultas “acerca de la evolución de los pacientes” ya que tienen un rol protagónico en el cuidado y la rehabilitación. 

La carta también tiene un apartado en el que denuncian el destrato del “personal de guardia y de recepción”. “Ellos son la cara visible de la institución, nos preocupa cuál será el trato puertas adentro. Pedimos se realice una orientación a los mismos, y un monitoreo por parte de las autoridades”, agregan.

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