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Gantz rechaza entrar en coalición de derecha de Netanyahu

El principal rival del primer ministro israelí le recuerda que el ganó las elecciones legislativas de esta semana
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19 de septiembre de 2019 a las 14:38

La política va a velocidad de crucero en Israel. 

Benjamín Netanyahu en una encrucijada política para mantenerse el poder luego de las elecciones legislativas del martes, y acosado por la justicia, se puso manos a las obras para destrabar el juego político. El miércoles reunió a sus aliados  -ultraortodoxos y ultraderecha-  para apuntar que eran la única opción de gobierno, porque la otra sería una alianza "peligrosa" con apoyo de los partidos árabes, en clara referencia a Benny Gantz.

Y la mañana de este jueves, en lo que los medios interpretaron como un giro brutal, el primer ministro propuso y urgió a su rival a la formación de un gobierno de unidad.

"Durante la campaña exhorté a formar un gobierno de derecha. Desgraciadamente, los resultados de las elecciones muestran que no será posible (...) Por ello, la única opción es formar un gobierno de unión, tan amplio como sea posible", dijo Netanyahu en un mensaje de video.

Benny Gantz, el general retirado líder del prtido Azul y Blanco, que obtuvo dos escaños más que el Likud de Netanyahu en las legislativas, le respondió al final de esta tarde del jueves.

"La nación fue a las urnas e hizo una clara elección, la nación eligió la unidad. Azul y Blanco ganó las elecciones, Azul y Blanco es el partido más grande. Yo intento formar una amplia unidad de gobierno liderada por mi que refleje la elección del pueblo,y nuestras promesas básicas al pueblo y nuestras prioridades", de acuerdo a The Times of Israel.

Los dos líderes políticos se habían encontrado el jueves por la mañana en una ceremonia en Jerusalén en memoria del exprimer ministro y premio Nobel de la Paz Shimon Peres,  y se estrecharon la mano, en presencia del presidente de Israel Reuven Rivlin.

 "Te llamo, Benny" 

Los resultados provisionales de las elecciones otorgan al Likud, partido de Netanyahu, 31 escaños de los 120 de la Kneset, el parlamento israelí. La formación de Gantz, Azul-Blanco, habría logrado 33.

Ninguna de las dos fuerzas políticas tiene cómo reunir los 61 escaños necesarios para gobernar, ni siquiera apoyándose en sus aliados. 

"Benny, tenemos que poner en marcha un gobierno de unión. El pueblo espera que asumamos nuestras responsabilidades y cooperemos", añadió Netanyahu. 

"Por eso te llamo, Benny. Reunámonos hoy mismo, a la hora que sea, para impulsar este proceso que es urgente. No tenemos derecho a dirigirnos hacia unas terceras elecciones. Me opongo. La agenda ahora es un gobierno de unión", recalcó.

El presidente israelí, Reuven Rivlin, que debe decidir a quién encomendará la tarea de formar gobierno, felicitó a Netanyahu por haberse "unido al llamado" a favor de un "gobierno de unión". 

Según su oficina, Rivlin empezará las consultas con los responsables políticos el próximo domingo. 

Un acercamiento Netanyahu-Gantz pone una cuestión clave sobre la mesa. ¿Quién de los dos políticos será primer ministro? 

"Los israelíes quieren un gobierno de unión (...) y yo voy a formar ese gobierno y seré primer ministro",  había respondido temprano el líder de la formación "Azul-Blanco" a Netanyahu, antes de reunirse con responsables del partido. 

"El partido Azul-Blanco ha ganado. En este momento tenemos 33 escaños y Netanyahu no obtuvo la mayoría necesaria para formar gobierno como él quería", agregó Gantz, general y exjefe de estado mayor del ejército israelí, sin responder directamente a los llamados al diálogo del actual primer ministro. 

Netanyahu se declaró "sorprendido" y "decepcionado" de que Benny Gantz "siga rechazando responder" a su pedido para reunirse, si bien matizó que "la invitación sigue vigente".

Gantz terminó el día señalado al primer ministro que "nosotros no sucumbimos a ninguna imposición".

El número dos del partido, Yair Lapid, fue más allá. "Netanyahu está arrastrando al país a una tercera elección", dijo. Para Lapid está claro que el primer ministro se niega a reconocer los resultados de la elección del martes. "Es es el objetivo del bloque de extorsionadores y extremistas creado ayer", añadió.

¿Posición de fuerza?

En unas eventuales discusiones con Benny Gantz, Benjamin Netanyahu cuenta con una baza importante: la unidad de sus tropas. 

Netanyahu no negocia solo en nombre de su formación, sino que lo hace en nombre del conjunto del "bloque" de derecha y sus aliados de los partidos judíos ultraconservadores.

Pero su juego tiene un punto débil, pues Netanyahu se encuentra enzarzado en varios escándalos por los que podría ser formalmente acusado de corrupción, malversación y cohecho, y por los que busca la inmunidad parlamentaria.

Si es inculpado, Netanyahu podría seguir siendo primer ministro, pero no simple ministro, según las leyes en vigor en Israel.

Gantz, por su parte, reiteró varias veces en el pasado que se negaría a servir en un gobierno donde el primer ministro está inculpado o condenado por estos actos.

Fuente: AFP

 

"VIGILAR A LOS ÁRABES"
 
"Un millón de votos árabes, nuestra unidad es nuestra fuerza". En la localidad israelí de Kfar Qassem, una gran pancarta recuerda la dura batalla, pero también exitosa, de los diputados árabes para lograr que los palestinos árabes acudieran a votar en las elecciones del martes.
"Es la primera vez en mi vida que voto a un partido árabe", reconoce Samir Farig, que nació y vive en esta ciudad del centro de Israel.
Como la mayoría de los habitantes de esta localidad, Farig es un árabe israelí, hijo de palestinos que se quedaron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948. Hasta ahora siempre había votado al Partido Laborista israelí, partidario del sionismo.
"Pienso que debemos formar parte del gobierno", explica este hombre de 54 años con el pelo platinado, a pesar de que ninguna formación árabe ocupó ministerios en la historia de Israel.
Hace cinco meses, en las anteriores elecciones legislativas, los partidos árabes se presentaron divididos en dos listas y no lograron movilizar a su electorado, cuya abstención superó el 50%. Entonces, obtuvieron diez escaños en el Parlamento israelí.
A esta nueva cita, los partidos árabes se presentaron unidos bajo la candidatura "Lista unida" (árabes y de izquierdas), que obtuvo doce diputados y se convirtió en la tercera fuerza en la Knéset, el Parlamento israelí, según los últimos datos.
El aumento de la participación entre los árabes israelíes resultó uno de los hechos significativos en los comicios del martes, hasta el punto que un diputado del Likud (partido de Netanyahu) aseguró que "ahora debemos vigilar a los árabes, porque utilizan su derecho a voto".
"Es mi pequeña victoria", afirma Farig sobre esta advertencia del sionismo conservador ante la mayor movilización de los árabes israelíes.
¿Cómo se explica este aumento de la participación? "Partidos fascistas como el de Otzma Yehudit están creciendo. Los palestinos (así se presentan los árabes israelíes) se dieron cuenta de que si no iban a votar, dirigentes como Yehudit formarían parte del gobierno y podrían decidir su destino", explica a la AFP la analista política palestina Diana Buttu.
El día de las elecciones en Israel "es el único momento en que mi voto vale lo mismo que el de un judío israelí. En el día a día, esto no es así", dice Zoabi.
 

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