Haití pidió "formalmente" ayuda internacional armada para enfrentar una crisis de seguridad

La crisis de seguridad en el país más pobre de América se tornó inmanejable para las autoridades luego de que la terminal de importación de combustible más grande del país, en Varreux, quedara bajo el control de poderosas pandillas armadas.

Desde hace algunas semanas el país, que ocupa la parte occidental de la isla La Española, dejó al país sin transportes, escasa provisión de agua potable y carencia de servicios sanitarios y hospitalarios, con un cuerpo policial de unos 10 mil agentes impotentes frente a la situación.

"Puedo confirmar que hemos solicitado asistencia a nuestros socios internacionales", dijo a la agencia AFP el embajador de Haití ante Estados Unidos, Bocchit Edmond, en un aparte de la asamblea anual de la Organización de Estados Americanos (OEA), que transcurrió en Lima.

"No podemos esperar más", subrayó el diplomático, advirtiendo que la demanda es porque la policía nacional de 10 mil efectivos no puede controlar la situación por si sola”

El Diario Oficial de la República de Haití, Le Moniteur, publicó que el Consejo de Ministros autoriza al primer ministro, Ariel Henry, a "solicitar y obtener" de los socios internacionales "apoyo efectivo para el despliegue inmediato de una fuerza armada especializada, en cantidad suficiente, para poner fin en todo el territorio a la crisis humanitaria".

Se busca así, añade la resolución gubernamental, conseguir "rápidamente un clima de seguridad que permita luchar eficazmente contra el cólera, favorecer la distribución de carburante y agua potable en todo el país, el funcionamiento de los hospitales, la reanudación de las actividades económicas, la libre circulación de personas y bienes y la reapertura de las escuelas".

La semana pasada, tanto Estados Unidos como la vecina República Dominicana pidieron a sus connacionales que abandonen el territorio haitiano ante la imposibilidad de garantizarles cualquier tipo seguridad: personales, alimentarias, de asistencia médica y de tránsito.

El asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021 agravó la situación que se tornó sin retorno cuando en setiembre las autoridades haitianas anunciaron alzas en el precio del combustible, lo que desató una ola de disturbios, saqueos y manifestaciones.

La toma de la planta receptora de combustibles importados por grupos criminales acentuó el caos y deterioró más aun la situación social frente una epidemia de cólera declarada sin asistencia médica posible.

 “Es un asunto de seguridad que nuestra policía nacional no puede manejar por sí sola", precisó el diplomático Edmond.

Aclaró que demanda no es de “una fuerza de ocupación extranjera” sino de un "llamado a la solidaridad" frente a la total pérdida de capacidad del estado haitiano para enfrentar la situación.

La situación política y de seguridad en Haití fue parte de los debates de la 52 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la capital peruana.

Una resolución votada por unanimidad solicitó a los Estados miembros que ofrezcan "urgentemente un apoyo directo" al gobierno haitiano para reforzar la formación de funcionarios en seguridad a fin de luchar contra el narcotráfico y "detener la expansión de las bandas armadas que aterrorizan a la población".

"Esta votación es de gran importancia en la medida en que anuncia un claro compromiso de los estados miembros de ayudar al gobierno haitiano a combatir e impedir el ingreso de armas y municiones destinadas a bandas armadas", dijo el ministro de Exteriores haitiano, Jean Victor Geneus.

La canciller canadiense, Mélanie Joly, escribió en su cuenta de Twitter: "Trabajaremos juntos para ayudar a restaurar la paz y la estabilidad en Haití".

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo en Twitter que llamó a Haití "a solicitar apoyo urgente de la comunidad internacional para ayudar a resolver la crisis" y den especial para "determinar las características de la fuerza de seguridad internacional".

"Podemos ayudar a las democracias hermanas que luchan para satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos. Es por eso que copatrocinamos la resolución ante esta Asamblea General sobre Haití", anunció por su parte el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.

La gravedad del cuadro es tal que la ONU advirtió en la semana que concluye sobre una explosión de cólera en el país, y pidió la creación de un corredor humanitario para mitigar el bloqueo de la terminal de importación de combustible a fin de reanudar los servicios y volver a disponer de agua potable.

"Hay una tragedia humana que se está gestando. Sumado a todo lo que teníamos antes, tenemos un resurgimiento del problema del cólera", corroboró Edmond.

“La crisis de combustible ha provocado que "los hospitales no puedan funcionar, los niños no puedan ir a la escuela… Es un tema humanitario", subrayó.