Por Federico González Talvi - especial para El Observador
Existen pocas cosas más reconfortantes que tomarse una buena taza de chocolate caliente en un día frío.
Es un placer para grandes y chicos porque, a fin de cuentas, ¿a quién no le gusta el chocolate? Su origen se remonta a los mayas, que crearon una bebida amarga hecha de semillas de cacao que consumían exclusivamente los reyes y los nobles, también usado para dar solemnidad a determinados rituales sagrados. En sus libros, los mayas describen diversas formas de elaborar y perfumar la preparación: más líquido o más espeso, con más o menos espuma, con agregados como el chile picante, etcétera.
Los ingredientes básicos para elaborar el chocolate caliente como lo conocemos hoy en día, serían leche, chocolate y azúcar. El chocolate caliente se toma tanto en el desayuno como por la tarde y queda bárbaro acompañado por churros, bizcochos o inclusive algo salado.
¡Les comparto mi versión de chocolate caliente y los invito a que me etiqueten en sus publicaciones (@federicogonzaleztalvi) si deciden hacerlo!
Leche 2 litros
Chocolate para Taza 280 gramos
Azúcar 1 cucharada
Fécula de maíz 1 cucharada
Vainilla 1 cucharada
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