Italia intenta volver a una relación normal con la Unión Europea

El nuevo ministro de Finanzas Roberto Gualtieri está terminando de presentar un presupuesto para el año próximo con una meta intermedia de déficit entre el 2.04 % del PBI que pretende la CE y el 2.4 % del anterior gobierno. 

Italia ya se ha comprometido a lograr un aumento de recursos de E 23.000 millones para el año próximo mediante una mayor recaudación de impuestos y una baja del gasto, abandonando la idea de un posible aumento de la tasa del IVA.

Con este último propósito, el gobierno buscará atenuar el costo de algunas de las medidas dispuestas por el gobierno anterior, como la rebaja de la edad de retiro y la aprobación de un ingreso universal para las familias de menores ingresos.

A su favor, tendrá un menor costo de la deuda pública y una mayor recaudación por la incipiente recuperación del nivel de actividad. Ante una mejor disposición de los mercados, el nuevo gobierno acaba de emitir deuda a cinco años de plazo a una tasa del 0.26 % anual y a diez años al 0.88 %, que son los menores registros de los últimos tiempos. 

La proyección del déficit fiscal de Italia es un asunto de crucial importancia para la CE, puesto que con una deuda pública superior al 130 % del PBI, la segunda en importancia en la zona euro después de Grecia, es necesario un nivel de  superávit primario que permita su reducción a lo largo del tiempo.

Sobre estas bases, el gobierno espera que la CE revise su posición respecto a la definición de las metas acordadas hace algunos meses sobre el resultado fiscal. En particular, se aspira a una consideración especial sobre el costo de los desastres naturales.