Era el partido del año para Nacional, el único representante uruguayo con vida en torneos continentales, que llegaba en un momento irregular en el ámbito local, pero que se puso el traje de copa y desde el arranque salió decidido a seguir en carrera en la Sudamericana.
Arropado por la hinchada que llenó el Gran Parque Central y que desde la nueva bandeja de la Abdón Porte redobló el aliento, los dirigidos por Alexander Medina fueron a presionar bien arriba, obligados a dar vuelta el 3-1 recibido en la ida en Buenos Aires.
En el ataque comenzó la intensa tarea de recuperación para dar vuelta la historia. Gonzalo Castro mantuvo la línea que venía mostrando en los últimos partidos, en buen nivel, siendo dueño de las pelotas quietas y opción de descarga, desborde y centro por la banda izquierda.
Gonzalo Bergessio estuvo atento para robar pelotas. Tuvo la primera pero su remate se le fue apenas afuera y luego se perdió una en el cierre del primer tiempo cuando la paró, pero parecía que tenía que pegarle de primera. En el inicio del segundo tiempo, marcó el gol del 2-0 con una gran corrida y definición de zurda.
Leandro Barcia, por su parte, no estuvo claro en el comienzo, si bien puso su entrega habitual y se movió por ambas puntas.
En el medio, Matías Zunino, que venía en un momento discreto, aportó el gol de la apertura a los 10 minutos para darle calma e ilusión al comienzo del partido.
El Colo Romero fue el más defensivo de la línea de volantes y metió su empeño habitual, por arriba y por abajo. Además, de sus pies llegó la asistencia para el segundo gol. En tanto, Christian Oliva fue la manija y el encargado de la salida, con pases seguros, buscando la opción más clara.
En la defensa, Alexis Rolín salió a mostrar su experiencia, aprovechando una gran oportunidad para ganarse un lugar en el equipo. Tuvo una falla en el comienzo, pero luego marcó presencia en la zaga, limpiando todas las pelotas, con pie firma a la hora de salir del área y llegando con decisión cuando tuvo que ir al área rival.
En tanto, Rafa García fue su compañero de zaga, en un papel más discreto, pero sin complicaciones, creciendo en el final, cuando había que aguantar.
Los laterales no tuvieron tanta proyección como en otros partidos, pero en una de las subidas de Jorge Fucile llegó el centro que derivó en el gol del 1-0. Además, el lateral derecho puso toda su experiencia a la hora de marcar. Espino, por su parte, subió con moderación y cerró su sector.
Papelito Fernández, que ingresó muy enchufado en el segundo tiempo, recibió la falta que dejó con 10 a la visita, mientras que Viudez intentó hacer correr los segundos cuando la tuvo.
Con juego, carpeta y experiencia, Nacional sigue adelante en la Sudamericana, en una noche que los bolsos tendrán en el recuerdo
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá