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La confianza de los consumidores empeoró en agosto
El Índice de Confianza de los Consumidores (ICC) descendió 2,6 puntos en agosto, y con un puntaje de 47,1 puntos, el índice se adentra en la zona de moderado pesimismo, alejándose del nivel de neutralidad de 50 puntos al que se había acercado en julio (49,7 puntos).
El Índice -elaborado en base a encuestas realizadas entre el 27 y el 31 de agosto-, es 0,6 puntos mayor que agosto de 2020 y, si se consideran los promedios acumulados (ene-20/ago-20) y ene21/ago-21), es 2,1 puntos mayor. Por lo tanto, la confianza del consumidor es mayor en 2021 respecto a la misma fecha del año anterior.
¿Por qué el descenso?
La caída registrada el mes pasado puede relacionarse con una moderación de las respuestas de los consumidores que habían tenido un gran optimismo tanto en la “situación económica personal” como la “predisposición a la compra de bienes durables” en julio, explica el informe elaborado por la Universidad Católica y Equipos Consultores divulgado este lunes.
De hecho, en agosto los subíndices tuvieron una evolución dispar, dos empeoraron su desempeño mientras que uno mejoró.
La percepción sobre la “situación económica del país” aumentó luego de dos meses de disminuciones consecutivas. Al interior de este subíndice, de los dos componentes que lo conforman (situación económica del país a uno y tres años) el aumento fue impulsado por el segundo componente. “Esto puede deberse a que el horizonte temporal de los individuos aún se ve afectado por la incertidumbre derivada de la pandemia a corto plazo, pero persiste un mayor optimismo en la recuperación a mediano plazo impulsado por un efecto rebote a nivel mundial”, explica el reporte.
En tanto, la “situación económica personal descendió 1,6 puntos. Dentro de sus componentes (situación económica personal actual y a un año), el primero fue el causante de la caída, disminuyendo 5 puntos con lo que volvió a obtener, al igual que en mes de junio, el menor puntaje desde que se mide el índice. Niveles similares en este componente se alcanzaron en momentos de inestabilidad en la región.
El trabajo agrega que variables como la finalización del seguro de paro parcial, estipulada hasta el momento a fines de setiembre, podría afectar la percepción de la situación económica personal. Por su parte, la situación económica personal a un año mejoró, mostrando optimismo por parte de la población en una futura recuperación.
Por último, la “predisposición a la compra de bienes durables” descendió y se alejó del puntaje registrado en el mes anterior que había sido el más alto desde julio 2019. Ambos componentes del subíndice descendieron (electrodomésticos, y automóviles y viviendas) aunque esta caída fue significativamente superior en la primera variable, dice el estudio.
