La llegada del buque al puerto de Montevideo

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Nervios, lágrimas y la foto más difícil para Remo Monzeglio: Uruguay abrió fronteras

Uruguay abrió este lunes las fronteras a turistas de todo el mundo
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01 de noviembre de 2021 a las 17:52

Por Joaquín Pisa y Micaela Vallarino

Remo Monzeglio, subsecretario de Tursimo, esperaba ansioso poder dar la bienvenida al primer extranjero que llegara al país, costumbre que en este año pandémico recién se pudo realizar este 1° de noviembre. Acompañado de su equipo de comunicación, y algunos empresarios vinculados a cámaras de turismo, lo que parecía un simple saludo y una foto terminó en una travesía. 

Eran las 8:40, las personas pasaban por alguno de los tres caminos posibles hacia la salida del Aeropuerto, o a desayunar en un lugar de comida rápida, pero ningún extranjero se animaba a ser el primero en darle la mano a Monzeglio para la famosa foto, la primera en 19 meses.

Quien haya estado en el Aeropuerto Internacional de Carrasco alguna vez en estos 19 meses sabe que el ambiente de este lunes 1°de noviembre es distinto. Que han venido aviones, han venido. Pero la cantidad de gente alrededor de la puerta automática de Arribos solo se explica por la apertura de fronteras.

Familias enteras esperando a sus seres queridos, padres y abuelos expectantes de volver a ver a sus hijos o nietos, que en ocasiones ni siquiera conocen más allá de las fotos.

Primero pasó una pareja de dos ancianos suizos, que apenas vio un par de cámaras acercarse apuró el paso con miedo. Al rato un español decidió hablar con la prensa antes que con el subsecretario. Había comprado un campo de 3.000 hectáreas en Tacuarembó y estaba emocionado por poder volver después de dos años. Dijo que los trámites de ingreso fueron complicados, pero que fue más fácil que en Europa.

“¡Qué laburo este!”, exclamó Monzeglio con una risa nerviosa, mientras veía que los foráneos ni eran muchos ni eran muy afines a las fotos. “Que venga de una vez”, dijo una de sus acompañantes con el mismo tono de impaciencia. Ya eran las 9 de la mañana. El subsecretario incluso se perdió un baile tradicional organizado en la entrada del Aeropuerto por la Escuela de Danza del Sodre. Mientras los 12 jóvenes bailarines daban pasos de Huella Firmeza y Gato, Remo se acercaba a la intersección entre las dos salidas de la izquierda, para intentar no perder otro objetivo.

La Escuela del SODRE presentó dos danzas tradicionales en la entrada del Aeropuerto

Un holandés ni lo registró al pasar, pero habló con la prensa. Un francés lo esquivó para darle un beso a su esposa uruguaya, que lo esperaba a las risas por la desesperación del subsecretario. “¡Nos perdimos un francés!”, gritó otra vez con la misma risa casi desesperada.

A las 9:10 se le dio. Pablo no venía a Uruguay desde hacía 20 años, tiene poco más de esa edad porque “se fue chiquito”, dijeron los dos familiares que lo fueron a recibir. “Bienvenido a Uruguay”, dijo Monzeglio, esta vez sin que le amagaran a devolver el saludo y con las cámaras filmando todo. Lo dijo entre los nervios de no querer fallar otra vez, y el alivio del deber cumplido. Pablo solo atinó a decir “muchas gracias”, antes de irse sorprendido.

Monzeglio recibe a Pablo, quien hace 20 años no volvía a Uruguay

Monzeglio dio media vuelta y apareció un hombre uruguayo junto a su esposa española y su hijo de no más de 3 años. Ahora sí, foto oficial, y deber cumplido. Hasta le dio el tiempo de sacarse una foto con los bailarines del Sodre antes de retirarse a las 9:20 horas, mucho después de lo que esperaba.

Durante toda esa travesía política empezaron a aparecer los primeros reencuentros. Un uruguayo que no venía hacía 14 años con su prometida española le dio un abrazo gigante a su madre y su hermano. Vino de Santiago de Compostela y va a presentar a su pareja a la familia. Se quedará 28 días.

“Samuel Stein”, “Sara Modrego”, “Sr. Milesi”: los carteles a lo alto para quienes bajaban del avión directo a un remise. “Welcome Under, I love you”, era el que sostenía una niña de cinco años que esperaba a su ser querido

Cámaras y micrófonos en busca de testimonios de quienes bajan de los aviones, y algunos políticos que celebraban la vuelta del turismo internacional. El número de los que recién llegaron este lunes no bajó de las 200 personas.

El subsecretario de Turismo recibe a una familia uruguaya y española

A las 8:15 horas llegaron casi a la vez dos vuelos procedentes de Madrid, uno de Air Europa y otro de Iberia, que se adelantó 35 minutos de lo previsto. “Terminaron cruzándose en la vía, parecía como si fuésemos uno de esos aeropuertos gigantes", dijo un uruguayo que volvía de visitar a sus familiares en Europa con su esposa y su bebé, y que no estaba enterado de que hoy Uruguay abría sus fronteras a todos los vacunados.

Una mujer en silla de ruedas fue recibida por su hija que no paró de darle besos mientras la llevaba. Otra mujer llegó abrazada de su cuñada y le dijo emocionada a Canal 10 que volvía al país después de 15 años a ver a la familia que le quedaba.

Un hombre recibió a su pareja con un beso largo e intenso. Después, otra vez el tapabocas. 

A las 9:40 empezó a vaciarse la primera línea de espera, y, a poco de que volviera a llenarse para el vuelo de San Pablo, todavía demorado. Y después, más: Santiago, Asunción, Panamá. Y la rueda va a seguir todos los días: abrió Uruguay.

Demoras por el puerto

La mañana nublada de este lunes acompañó a familiares argentinos a reencontrarse en el puerto de Montevideo luego de varios meses distanciados. El buque Francisco, de Buquebús, tendría que haber salido a las 8:30 desde Buenos Aires, pero por problemas con la declaración jurada que tienen que firmar los viajantes la salida se hizo esperar más de una hora. La declaración se completa de forma online para así ser controlada por los funcionarios antes de salir. Pero muchos no lo sabían y la terminaron completando a mano en ese momento. Luego del atraso, el buque partió. 

Además de este trámite, las personas que quieran ingresar a Uruguay a hacer turismo deberán estar vacunadas, tener un PCR negativo de un máximo de 72 horas previas al ingreso y repetirlo al séptimo día del primer análisis. 

Mirando hacia el río de la Plata las personas tomaron fotos, algunos lloraron de la emoción otros se preguntaban dónde andaría el buque, que todavía no aparecía en el horizonte.

Para las11:30 de la mañana, el buque llegó. Cecilia lloró y con un nudo en la garganta dijo a El Observador que esperaba a su pareja, que es argentino. Hacía diez meses que no se veían y estaba ansiosa. A su lado, una joven mujer le pidió un cigarro y desde ese momento esperaron juntas, "cosas que se dan en los reencuentros de pandemia", dijo Lucía.

La llegada del buque al puerto de Montevideo

Ella esperaba a su novia, también argentina. Se fue en diciembre de 2019 y "cuando quiso volver era imposible". Están en pareja desde 2018. Cuando se dio cuenta se sorprendió y lo dijo en voz alta: "Estamos más tiempo en relación a distancia que juntas". Contó que fue difícil mantener la relación: Teníamos un vínculo del día a día y después tuvo que ser de otra forma y la cosa cambia, no es lo mismo". Cecilia le respondió, con la mirada al cielo y los ojos llorosos: "Después de diez largos meses...". Ahora, las dos parejas se quedarán en Uruguay.

Quince minutos pasaron desde que el buque llegó y los autos comenzaron a salir: matrículas argentinas y también uruguayas. Tres ómnibus estacionados en el puerto, dos que iban a Punta del Este (Maldonado) y el otro que pasaría por hoteles en Montevideo. También, una larga fila de taxis. Algunas personas empezaron a pasar por el puente que conecta al buque de la salida. Los familiares que esperaban afuera sacaban fotos. "No lo veo", dijo Cecilia mientras, y se prendió un cigarro. Fumó más de lo normal. 

Familiares ante la llegada del buque al puerto de Montevideo

Doce y nueve minutos. Los pasajeros empezaron a salir con las valijas y bolsos, algunos se dirigían a los ómnibus, otros hacían fila para el taxi, otros esperaban que los pasaran a buscar. Amontonados en la puerta de salida, los familiares esperaban expectantes. Cayeron lágrimas y los abrazos fueron largos.

Lucía se reencontró con su pareja, quien estaba muy nerviosa por venir. "Me traje todo, faltó el perro", dijo. Cecilia no veía a su pareja pasar. Sacó otro cigarrillo. 

La llegada del buque al puerto de Montevideo

Vinieron por turismo o por temas laborables. "Estuvo lento el viaje pero estuvo bien", dijo Eduardo, un hombre que llegó a Montevideo con su pareja, su hija y cuatro valijas. Ellos viajaron por vacaciones, van a pasar una semana a Ciudad de la Costa (Canelones). 

Para Alejandro, otro turista que llegó, dijo que para haber sido el primer viaje estuvo perfecto: "Tardó más de lo normal, pero fue lo único". Están en Uruguay por temas laborables y se quedan dos semanas. "Como veníamos mucho tiempo la empresa dejó que venga con mi familia". Y así es, está su hijo y su pareja. Por la pandemia, viajaron solo dentro de Argentina. Salta y Bariloche fueron algunos de sus destinos. Pero este es el primer viaje que hacen por fuera del país. 

También están los casos de familias argentinas que ya residen en Uruguay que recibieron hoy a los que siguen en su país natal. Un hombre argentino esperaba —junto a su novia uruguaya— a su madre. Él se mudó a Uruguay hace un año con su pareja y hoy se reencontró con su madre. "Ella está sola en Argentina, le dije que viniera a pasar el verano con nosotros", comentó. Cerca de ellos se encontraba una mujer con sus tres hijos, todos argentinos que residen en Uruguay. Llegó al puerto para recibir a su tía argentina, hace 20 meses no se veían y hoy viene de visitas. "Estaba esperando que abrieran las fronteras y en el primero que pudo se vino porque por vínculo de parentesco no se permitía su entrada", comentó.

Una hora después desde que llegó el buque, Cecilia se reencontró con su pareja. Lucio se fue el 30 de enero de 2021 a Mendoza. "Intenté regresar en mayo y como pedían demasiados requisitos no pude. Quedamos en esperar hasta que se abriera definitivamente", relató a El Observador. Miró a Cecilia, la abrazó y le dijo: "Vamos a hacer una casita acá en Montevideo". 

El nerviosismo, los abrazos y las lágrimas reflejaron en el puerto toda la espera que tuvieron que pasar muchos antes de volver a verse. 

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