Pese a la baja del dólar, un aumento en el costo de los alimentos y de la salud aceleraron la inflación en julio y la alejaron del rango meta trazado por las autoridades. De esta manera, la inflación importada cede, pero los factores domésticos cobran un nuevo empuje en la dinámica de precios.
Los precios al consumo subieron 0,76% durante el mes de julio, según los datos divulgados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Eso llevó a que la inflación interanual trepe a 7,54% en el último mes, casi dos décimas por encima del registro de 7,36% de junio.
De este modo, la inflación se aceleró e interrumpió la corta seguidilla de dos registros consecutivos a la baja que mantenía abril, cuando superó por único mes la barrera del 8%. De todas maneras, todavía se mantiene por debajo de julio del año pasado, cuando el costo de vida aumentaba a una tasa de 8,41% interanual.
La baja del dólar en el último mes no fue suficiente para compensar otras subas relevantes, pero ayudó a evitar que la inflación trepe a registros más elevados.
En el promedio de las operaciones interbancarias del mes, el dólar bajó 1,2% durante en julio en relación a junio. Si bien la moneda estadounidense se siguió transando por encima de los valores de igual mes del año pasado (11,8%), su ritmo de aumento interanual viene moderándose (era de 12,4% en junio, de 15,1% en mayo y llegó a 20,6% en abril).
Esa moderación en el aumento de los precios cuando se lo evalúa año a año es lo que tiene impacto en los registros interanuales de inflación, que comparan la canasta de consumo de los uruguayos con los de igual período del año pasado.
De esta manera, el componente de inflación importada –aquel que obedece a los bienes y servicios transables, que son aquellos que compiten con producción importada o se exportan y por lo tanto, toman sus precios en el mercado internacional– moderó su ritmo de aumento interanual a 6,2% en julio respecto a la suba de 6,5% en el mes anterior, según los cálculos de El Observador.
Se trata del menor nivel de aumento de los bienes y servicios transables desde mediados del año pasado, antes de que la suba del dólar que inició en abril de ese año se trasladara al costo de vida de los uruguayos.
La baja del dólar se vio compensada por un aumento en el precio de los alimentos, en particular aquellos sin procesar, que corresponden al rubro más volátil de la canasta de consumo.
Las carnes, frutas y hortalizas subieron 7,6% su costo respecto a igual mes del año pasado, por encima de la tasa de 5,6% de junio. Eso se debió a que solo en el mes de julio, las legumbres y hortalizas subieron 6,1% y las carnes 1,8%.
Por su parte, los bienes y servicios no transables –aquellos que se producen a nivel local solamente para abastecer al mercado uruguayo y por lo tanto, dependen únicamente de factores domésticos para determinar su precio– aceleraron su ritmo de aumento a 8,5% en julio. Esto implicó una leve aceleración respecto a la suba de 8,2% a junio.
El aumento de los bienes y servicios no transables se ve muy afectado por los aumentos salariales, que en el año móvil a junio –último dato disponible– subieron 8,9%.
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