La jugada maestra de Manini y la riesgosa cama que le preparan a Daniel Martínez en el Frente Amplio

→ El día clave fue el miércoles. Luego de confirmar en una entrevista radial que una vez que asuma la Presidencia ajustará las tarifas y de hacer pública la nominación de los nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas, Luis Lacalle Pou se reunió con los líderes de los partidos que son socios de la coalición y les entregó el anteproyecto de la Ley de Urgente Consideración que pretende enviar al Parlamento en los primeros días de marzo. 

→ Lo más relevante que tiene ese proyecto lo encontrás en esta nota. Se tratará de una ley ómnibus que tiene un montón de temas de muy diverso tipo. ¿Cuál es el tono general, más allá del articulado concreto?

→ Está alineado con lo que la ciudadanía votó en noviembre y sobre todo en octubre. No hay ningún cangrejo abajo de la piedra. Cada uno de los cambios que se proponen fueron expuestos por los partidos de la coalición en sus programas de gobierno.

→ Es un proyecto de ley liberal en lo económico y a la vez alineado más con las ideas de derecha o centro derecha en lo social y político. 

→ En seguridad es donde más se ve eso con iniciativas para aumentar las penas para algunos delitos y señales de mano dura. En definitiva es lo que votó la mayoría en las elecciones y lo que pide buena parte de la población: atacar más fuerte el delito. El riesgo estará en cómo modera luego el Ministerio del Interior para que las libertades que se le darán a los policías no muevan el péndulo para el otro lado y lo que haya sea una restricción de las libertades individuales de los ciudadanos por desbordes de las fuerzas de seguridad. 

→ También en política laboral hay cambios, pero allí no parece que el péndulo se mueva bruscamente sino más bien que se equilibra, luego de años en que la izquierda privilegió a una de las partes. 

→ Como era de esperar las reacciones del Frente Amplio fueron negativas, casi inmediatamente. Las críticas nacieron más como un acto reflejo de su nuevo rol opositor, pero sin mucha profundidad ni aportes para mejorar el proyecto o cuestionar asuntos puntuales.  

→ La jugada del presidente electo de hacer público el proyecto el mismo día que lo entregó a sus socios parece inteligente y estratégica: transparenta la discusión, permite aportes externos, diluye en el tiempo las críticas –¿van a plantear un paro o una marcha en enero o febrero contra un gobierno que ni asumió?– y a la vez neutraliza las críticas previas de que se hizo entre cuatro paredes para ser aprobado a las apuradas. 

 

→ Pero no todo es color de rosas para la coalición. Uno de los primeros asuntos a abordar por el Parlamento es  el desafuero de Manini Ríos, que sus socios políticos tienen previsto votar. 

→ A la vez, un sector de los colorados se molestó por dos asuntos. El primero, el reparto de cargos, algo que luego Lacalle Pou logró destrabar al separar las nominaciones de los entes de las designaciones para los ministerios. Este es el tipo de política más desagradable, por el que los partidos fundacionales y especialmente los colorados cayeron en desgracia mucho tiempo.

→ El segundo asunto que causó molestia al sector Batllistas de Julio María Sanguinetti, fue la discusión de acuerdos por las departamentales. En particular se molestó porque blancos y cabildantes acordaron en Salto por su lado y dejaron afuera a Germán Coutinho, candidato que en la previa corre con más chances por el bloque multicolor en ese departamento. 

→ Cabildo Abierto también ha sido foco de conflicto por asuntos municipales en Montevideo. El jueves Manini Ríos sorprendió con la propuesta de ser candidato a la intendencia capitalina. No luce como una idea de último momento, sino como algo planeado para presentar en el momento justo. Por algo el militar retirado declinó ser ministro como pretendía Lacalle. 

→ La jugada parece la de un político muy experiente y no la de un recién llegado. Por un lado embreta a sus socios, que ahora deberán definir: o lo apoyan a él como candidato único o abortan la idea de replicar la coalición nacional en Montevideo. En ese último caso los que deberán definir de qué lado se ponen son los blancos. Pueden ir con Manini como quieren algunos o dejar solo a Cabildo Abierto y usar el lema del Partido Independiente junto a los colorados. 

→ Ernesto Talvi ya marcó la cancha y quiere seguir ese camino. No acepta usar el lema Cabildo Abierto. Pablo Mieres tampoco. El camino que más chances tenía antes de la jugada de Manini era llevar a Gerardo Sotelo como candidato único. Ahora la pelota está en la cancha de los blancos.

→ Por otra parte, si Manini está dispuesto a ser candidato a como de lugar gana en cualquier caso, incluso perdiendo con el FA. Tiene todas las chances de ser el más votado del bloque opositor y suma experiencia política y campañas electorales. 

→ Pero no solo la coalición tiene problemas por las departamentales. La reaparición de Daniel Martínez en escena fue otra jugada política sorprendente de la semana. Con ello el FA parecía poner fin a “la telenovela” de las candidaturas, como la definió Carolina Cosse. Pero siempre hay margen para profundizar las crisis y no solamente por chistes inoportunos. En este caso son las bases frenteamplistas, que están dispuestas a estirar esta agonía al proponer que el FA compita con candidato único en Montevideo.

→ Esa movida se parece a una (nueva) cama de los comunistas contra Daniel Martínez, para impedirle competir y que sea Cosse la única candidata oficialista. Los sectores intentan frenar eso y postergaron el plenario departamental que se realizaría hoy hasta el miércoles. Cómo juegue Mujica de acá al miércoles será muy importante. El expresidente se distanció de Cosse en los últimos tiempos. 

→ El FA ya no está en condiciones de vetar a Martínez. Es cierto que tanto en octubre como en noviembre la izquierda le ganó cómoda a la oposición en la capital. Pero el FA debería recordar que hace 10 años, cuando también impidieron a Martínez ser candidato y fueron con Ana Olivera, tuvieron la peor votación de las últimas décadas. Si la coalición arregla sus problemas y arma una propuesta unitaria y potente, la elección puede volverse competitiva si el FA no juega por la segura. Y Martínez ya demostró que por más que la estructura de su partido le dé la espalda, a nivel popular tiene un buen respaldo.