La república de Punta del Este

A la hora de salir a comer abundan las opciones de restoranes, con un nivel de cocina que supera ampliamente la oferta de lo que se encuentra en el resto del país, inclusive en Montevideo.

Cuando llega fin de de diciembre me viene como un ataque consumista y me genera ansiedad decidir qué restoranes visitar. Obviamente no me dan los días para ir a todos (y probablemente tampoco el bolsillo).

Uno de mis preferidos es el Fish Market en Manantiales; con una carta simple, que es justamente lo que para mí lo tan hace especial, ya que lo más sencillo es muchas veces lo más difícil de mantener. Enfrente, cruzando la ruta 10, están los helados más ricos y son de Volta. También en el barrio, aunque abren solamente de noche está Mistura -me hace ilusión pensar en las cosas ricas que salen del horno de barro- y El Abrazo con su jardín de arena.

A la vuelta de la playa o especialmente en un día de lluvia en el que el ocio inevitablemente nos lleva a comer más, es casi obligatorio pasar por la panadería La Linda y pedir algo en el mostrador para comer ahí o llevar a casa. Una delicia los muffins, los alfajorcitos de dulce de leche y las bolas de fraile.

Para una comida al paso, si no te da pereza internarte en la cola de autos que se forma sobre la ruta 10 a la altura de La Barra, está Crepas, que este año también abrió en la Punta. Una genial idea, salir caminando con tu crepe en mano, servido en un conito de cartón, que se va pelando a medida que tu crepe se va achicando, acompañado con un rico jugo recién exprimido de naranja y zanahoria, por ejemplo.

Al Forno, El Chancho y La Coneja, Café del Tesoro, Flo y Baby Gouda, todos también en La Barra ¿Con cual me quedo?

Si te gusta la cocina peruana (¿a quién no?), hay tres y muy buenos. Sipán, Parù y Nuna, cada uno con su estilo y todos recomendables.

El ahora llamado boulevard gourmet (continuación de Pedregosa Sierra a la altura de la parada 5) tiene muchas opciones: L'Incanto, la Bourgogne y El Floreal están entre los más populares. Muy cerquita también está El Palenque, aunque el local en sí no me resulta muy atractivo, pero la calidad de la comida es indiscutible.

Llegando a la Punta, la visita obligada una vez por verano es a Andrés en el edificio Vanguardia, Mariskonea en su versión renovada y el recién inaugurado Cuatro Mares al lado del faro.

Me quedan muchos por nombrar y más de uno puede discrepar. Pero lo indiscutible es: que son todos buenos y también rruguayos!

Una de las razones por las que me hace tanta ilusión viajar, es por la posibilidad que me da de comer cosas ricas y conocer restoranes. Sinceramente me olvido que el lugar más cerca para ir de viaje está acá nomás: la República de Punta del Este.