La ruleta de los extranjeros en Peñarol

Cada vez que se abre un nuevo mercado de pases, los clubes buscan soluciones a los problemas que tuvieron en la temporada anterior y para un fútbol de pequeñas proporciones que exporta temprano a sus mejores valores, los futbolistas importados siempre seducen.

 

Ignotos que la rompen, promesas que nunca cristalizan, jugadores probados que son figuras y otros de gran currículum que pasan desapercibidos forman parte de la escena cada vez que se decide invertir en un jugador foráneo. Y eso en Peñarol no es la excepción, ya que el lunes se arreglaron todos los términos con el ecuatoriano Fidel Martínez para que sea nuevo jugador del club.

 

"Con Fidel hay un acuerdo en todos los puntos económicos y también deportivos, pero hasta que no venga y firme no lo podemos confirmar", dijo a Referí un integrante de la comisión de Pases y Contrataciones del club sobre la llegada del Comandante, como se conoce al extremo que jugó en Deportivo Quito, Tijuana, Leones, Pumas y Atlas.

 

La confirmación por parte de Peñarol de que el ecuatoriano será jugador aurinegro invita al repaso. ¿Cómo le fue a Peñarol con los extranjeros en los últimos años?

 

Desde la temporada 2007-2008 el club mirasol contrató a 35 jugadores extranjeros con diferentes resultados.

 

Martinuccio fue la sorpresa

Con el arribo de Gustavo Matosas a Peñarol el club le abrió la puerta a cinco extranjeros que pasaron con mucha más pena que gloria.

 

El zaguero argentino Mathías Manrique llegó con la chapa de haber jugado en Independiente pero nunca mostró un nivel que lo hiciera digno de destaque. Aún así fue el mejor de esa camada que tuvo al nigeriano Audu Mohamed, al brasileño Nasa y a los colombianos Arnulfo Valentierra y Leonardo Fabio Moreno.

 

Para la siguiente temporada el equipo aurinegro buscó un líder en el arquero Pablo Cavallero, que había jugado los mundiales de Francia 1998 y Corea-Japón 2002 con Argentina, pero tampoco resultó. ¿Quienes más llegaron? El colombiano Libis Arenas que nunca jugó en Primera y el desconocido israelí Islam Kanaan que apenas jugó 45 minutos en Peñarol.

 

En la temporada 2009-2010 llegó desde Nueva Chicago un joven llamado Alejandro Martinuccio quien tuvo su pico de rendimiento en el Campeonato Uruguayo logrado en 2010 con Diego Aguirre como entrenador y en la Copa Libertadores de 2011, cuando accedió a la final formando dupla de ataque con Juan Manuel Olivera.

 

Con el cambio de temporada llegaron al club el paraguayo Edison Torres de Wanderers, el colombiano Cristian Mejía y tres argentinos de diferente currículum.

 

Jonathan López llegó desde Atlético Rafaela buscando emular a Martinuccio pero nunca demostró sus credenciales, Nicolás Domingo fue regular y un jugador de rol interesante y la gran frustración fue Santiago Solari, quien venía de jugar en River Plate y San Lorenzo de Argentina, Real Madrid de España e Inter de Italia.

 

Solari rescindió su contrato antes de tiempo cuando no fue tenido en cuenta por su bajo rendimiento. Para la siguiente temporada y con Gregorio Pérez en el cargo llegaron Maximiliano Pérez, criado en Fénix pero nacido en Buenos Aires y el brasileño João Pedro con el brillo de haber jugado con Neymar en las selecciones juveniles.

 

Pérez nunca deslumbró y João Pedro, que tuvo muchos buenos partidos, no encajó dentro del paladar del hincha, que le exigió siempre mayor compromiso.

 

Para la temporada 2012-2013 fueron cuatro argentinos y un paraguayo los que llegaron a Los Aromos. Enrique Bologna y Danilo Lerda se disputaron el arco en el equipo que terminó siendo campeón uruguayo mientras que Nicolás Ramírez y Mauro Fernández llegaron como apuestas de Juan Pedro Damiani que nunca cristalizaron. El paraguayo Aureliano Torres, ex San Lorenzo de Almagro, fue la gran novedad del mercado, pero aportó muy poco en cancha.

 

Al año siguiente el peruano Paolo Hurtado y los argentinos Javier Toledo y Pablo Migliore no dieron la talla mientras que Diogo Silvestre fue un recambio interesante para Pablo Bengoechea. El riverense pidió a Tomás Costa pero apenas pudo disfrutar de la clase del argentino que siguió jugando con Jorge Da Silva y perdió terreno con Leonardo Ramos en un caso similar a Carlos Luque, que se fue antes. Con Da Silva llegaron el colombiano Miguel Murillo, el brasileño Bressan y el argentino Gabriel Ávalos. Los tres quedaron en deuda.

 

Para la última temporada Maximiliano Rodríguez y Lucas Viatri sacaron la cara para justificar la inversión. Antes, el canadiense Lucas Cavallini, el brasileño Ronaldo Conceição y el paraguayo Iván Villabla aportaron poco. Ellos tres ya no están en el club.

 

Fidel Martínez será el próximo en sumarse con una trayectoria que promete, pero queda claro que solo con el brillo anterior no alcanza y Peñarol es una prueba exigente.

 

Mathías Manrique (Argentina)

Audu Mohamed (Nigeria)

Arnulfo Valentierra (Colombia)

Leonardo Fabio Moreno (Colombia)

Nasa (Brasil)

Pablo Cavallero (Argentina)

Libis Arenas (Colombia)

Islam Kanaan (Israel)

Alejandro Martinuccio (Argentina)

Nicolás Domingo (Argentina)

Santiago Solari (Argentina)

Cristian Mejía (Colombia)

Jonathan López (Argentina)

Edison Torres (Paraguay)

João Pedro (Brasil)

Maximiliano Pérez (Argentina)

Enrique Bologna (Argentina)

Danilo Lerda (Argentina)

Aureliano Torres (Paraguay)

Nicolás Ramírez (Argentina)

Mauro Fernández (Argentina)

Paolo Hurtado (Peruano)

Javier Toledo (Argentina)

Pablo Migliore (Argentina)

Diogo Silvestre (Brasil)

Tomás Costa (Argentina)

Carlos Luque (Argentina)

Bressan (Brasil)

Gabriel Ávalos (Paraguay)

Miguel Ángel Murillo (Colombia)

Ronaldo Conceiçao (Brasil)

Iván Villalba (Paraguay)

Lucas Cavallini (Canadá)

Lucas Viatri (Argentina)

Maximiliano Rodríguez (Argentina)