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La Unión Europea acordó su décimo paquete de sanciones contra Rusia en el último año
Superando a último momento diferencias internas, los países de la Unión Europea (UE) acordaron su décimo paquete de sanciones económicas contra Rusia al cumplirse el primer aniversario de la invasión a Ucrania.
A diferencia de los anteriores paquetes que buscaban debilitar el esfuerzo bélico de Moscú restringiendo las compras de combustibles, el nuevo boicot busca cortar las exportaciones de tecnología de uso militar.
También hace extensivas esas sanciones a empresas iraníes que suministran drones de combate a Moscú.
"Hoy, la UE ha aprobado el décimo paquete de sanciones contra Rusia" para "ayudar a Ucrania a ganar la guerra", anunció la presidencia sueca del Consejo de la Unión Europea en su cuenta oficial en Twitter.
La UE está "unida a Ucrania y al pueblo ucraniano", continuó la presidencia sueca de la UE, que prometió que los Veintisiete seguirán apoyando a Kiev "todo el tiempo que haga falta".
Se trató básicamente de una declaración política sin aplicación práctica por ahora ya que las sanciones todavía tienen que aprobarse formalmente.
Las negociaciones entre los países de la UE se habían atascado en las últimas horas por el volumen de las cuotas de goma sintética que los miembros podrán importar desde Rusia, ya que Polonia quería rebajarlas, aunque finalmente el acuerdo llegó luego de 24 horas de tratativas.
El paquete negociado "incluye, por ejemplo, restricciones más estrictas a la exportación de tecnología y productos de doble uso". También se habla de medidas selectivas contra personas y entidades que apoyen la guerra, difundan propaganda o entreguen drones utilizados por Rusia en la guerra y medidas contra la desinformación rusa", enumeró la presidencia en su tuit.
"En conjunto, los Estados miembros de la UE han impuesto las sanciones más contundentes y de mayor alcance jamás impuestas para ayudar a Ucrania a ganar la guerra", concluye la declaración.
En concreto, se sancionarán 47 componentes electrónicos que Rusia puede utilizar en sus sistemas armamentísticos, como pueden ser drones, misiles y helicópteros.
Teniendo en cuenta los nueve paquetes anteriores, con el nuevo conjunto de medidas se habrán prohibido ya todos los productos tecnológicos encontrados en el campo de batalla, según había dicho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, al proponerlas.
También se sancionan a siete empresas iraníes vinculadas a la Guardia Revolucionaria que fabrican los drones que Teherán está dando a Moscú para bombardear Ucrania.
El nuevo paquete pone de nuevo el foco en la necesidad de evitar que tanto Rusia como los oligarcas eludan las sanciones y con tal fin se abrió a estudio volcar los activos del Banco Central ruso congelados en la UE para un fondo de reconstrucción de Ucrania.
En total se trata de la friolera de más de US$ 300.000 millones.
El décimo paquete de sanciones se anuncia cuando aún está en discusión el de los nueve anteriores.
Aun cuando la Comisión Europea evalúa que la economía rusa atraviesa una “recesión prolongada” lo cierto es que el derrumbe pronosticado no ocurrió. Por el contrario, el último informe de perspectivas de la economía mundial del FMI, publicado a fines de enero, prevé un crecimiento de la economía rusa en 2023 un 0,3% este año.
Aunque médico, no sólo representa una mejora respecto a la contracción del 2,2% del PBI en 2022 sino que está muy por encima de la contracción del 2,3% que el mismo FMI había previsto para Rusia en octubre pasado.
Por otra parte, según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), desde el primer día de la invasión de Ucrania, la UE le ha pagado a Moscú más de US$ 146.000 millones por su petróleo y gas.
La magnitud del dato pone en cuestión los resultados de las restricciones que, según la visión comunitaria, se darán con el tiempo pese a que Rusia logró reorientar hacia Asia su producción de gas y petróleo, principal fuente de recursos del país.
