Es día de Pícnic! y hoy te invito a degustar aquello que —aparentemente— no es para vos, eso que incomoda o pesa o hasta genera rechazo, sorna y hasta pena. Eso que supuestamente vos no sos pero, ¿quién sabe? Ayer, mientras intentaba conciliar el sueño, se me cruzó por la cabeza lo que pensé era una frase potente, pero al otro día ya la había olvidado. Pensé y pensé y no aparecía. Supuse que había sido un sueño y no un pensamiento pergeñado en ese lugar sutil de la vida en el que se lían la conciencia y el sueño
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