Al final, en el Frente Amplio primó la sensatez electoral y, como efecto colateral, fue herida de consideración la campaña del PIT-CNT contra la reforma del régimen jubilatorio cuando ni siquiera comenzó la etapa de recolección de firmas.
Sabedores de que acompañar el plebiscito contra la reforma previsional del gobierno y el régimen de las AFAP impulsado por la central sindical los expondría a recorrer un callejón oscuro durante la campaña hacia los comicios de 2024, la izquierda se encamina a otorgar la libertad de acción a sus sectores, descomprimiendo así una situación explosiva.
Pero, inevitablemente, la decisión tiene el efecto secundario de exponer en el debate público las diferencias que sobre el asunto mantienen los sectores más moderados y los más radicales de la oposición.
Este lunes, tras la reunión de la Mesa Política del FA, el presidente de la coalición, Fernando Pereira, anunció lo que, sin duda, propagó el alivio entre quienes temían que una mayoría radical obligara a todos los sectores a tocar la música del PIT-CNT.
“Ante una propuesta de plebiscito que no es una iniciativa del FA, que no es la prioridad del FA, la Presidencia le propuso a la Mesa dejar en libertad a la totalidad de los miembros del FA. Dar libertad también de opinión y la libertad es completa", dijo el expresidente del PIT-CNT.
La central sindical deberá recoger unas 280 mil firmas para habilitar un plebiscito junto a las próximas elecciones nacionales, cifra que seguramente se alcanzará gracias a su experiencia en movilizaciones populares
El brete al que lo había sometido su aliado sindical al sumirse en una compleja campaña de recolección de firmas, ciertamente se afloja con esta decisión, aunque no desaparecen las diferencias que surcan a la izquierda en torno al régimen de jubilaciones que el oficialismo logró transformar con una ley votada en el Parlamento.
Por un lado, varios de sus principales dirigentes habían advertido acerca de la improcedencia del camino plebiscitario que, entre otras cosas, los obligaba a bregar por la caída del régimen de AFAP que la izquierda había sostenido en pie durante los 15 años de su gobierno.
“Si un plebiscito sale y no tenemos gobierno es como afeitarse con un hacha, porque nos joden igual”, dijo el expresidente y líder del MPP, José Mujica, tras advertir que el FA “no puede renunciar” a la victoria electoral en los comicios de 2024.
También el precandidato presidencial Yamandú Orsi se pronunció en contra de recorrer ese camino, y lo mismo hizo la Convocatoria Seregnista Progresistas de Mario Bergara, y la Vertiente Artiguista. "No estoy a favor (del plebiscito), al contrario. No solo tácticamente no conviene, sino que creo que es un profundo error porque tiene ahí adentro disposiciones que complican a cualquier gobierno", dijo Orsi este martes.
En tanto, del lado de los impulsores del plebiscito se encolumnaron particularmente el Partido Comunista y el Partido Socialista.
“Se trata de ir a un plebiscito constructivo, no solo contra la ley del gobierno ―a la que nos opusimos radicalmente desde el primer día― sino a favor de cambios estructurales: eliminando las AFAP, estableciendo la no obligatoriedad de trabajar más allá de los 60 años, y mejorando las jubilaciones y pensiones mínimas. Que el movimiento popular tenga propuesta y que la ciudadanía participe es crucial para construir un país justo y solidario”, dijo el secretario general de esa colectividad, Gonzalo Civila.
La libertad de acción que adoptará el Frente Amplio no lo exime de dificultades cuando exponga sus incoherencias internas en el debate público.
En el Partido Comunista, uno de los sectores del FA con más poder militante, apoyarán el plebiscito y no ocultan que, de ser necesario, expondrán abiertamente las diferencias con algunos de sus compañeros de coalición.
"Que alguien que conozca algo de la historia del Uruguay me explique cómo es que hacés un diálogo social para avanzar en seguridad social con una izquierda que esté enfrentada al movimiento sindical. No lo veo", dijo el senador comunista Óscar Andrade este lunes en entrevista con Nada que perder de M24.
El senador dijo que "hubiera elegido a las AFAP eliminarlas por ley, y no por reforma constitucional". Pero advirtió: “En el momento en que el movimiento social define tenés tres posibilidades: hacerte el distraído, enfrentar al movimiento social o acompañarlo. Yo lo acompaño”.
La decisión del PIT- CNT ya había nacido con problemas puesto que fue aprobada con 16 votos a favor, y quedaron por el camino otras dos iniciativas con 14 votos cada una (uno de esos bloques se manifestó contra el plebiscito y la otra proponía que la iniciativa se limitara a la reforma aprobada por el gobierno sin tocar las AFAP).
Además, desde el sindicato bancario se advirtió que la resolución “no surge del diálogo con actores sociales y políticos que construyan un amplio consenso para vehiculizar una reforma constitucional”, lo que genera “una pérdida de acumulación y genera aislamiento del movimiento sindical”.
“Incorporar a la Constitución de la República contenidos concretos de una reforma de la seguridad social ―aspecto discutible técnica y políticamente― se promueve sin análisis de los impactos sobre los recursos del Estado” lo que compromete “la viabilidad de la expansión de otras políticas sociales como la salud, la educación o la vivienda e incluso otras ramas de la seguridad social”, se afirmó en un documento presentado por AEBU ante el secretariado Ejecutivo del PIT-CNT.
La central sindical deberá recoger unas 280 mil firmas para habilitar un plebiscito junto a las próximas elecciones nacionales, cifra que seguramente se alcanzará gracias a su experiencia en movilizaciones populares. Pero, difícilmente, la iniciativa logre prosperar cuando se someta a las urnas dado el rechazo que ha cultivado en buena parte del Frente Amplio, quien es su aliado natural en este tipo de impulsos.
En el oficialismo, hay quienes incluso desean que las firmas sean conseguidas para poder debatir con el Frente Amplio y airear así sus contradicciones internas. “Ah, va a ser un debate maravilloso, estoy con ganas de firmarle para ver si llegan”, ironizó el senador nacionalista Jorge Gandini en declaraciones a radio Montecarlo.
Como fue dicho, la libertad de acción que adoptará el Frente Amplio no lo exime de dificultades cuando exponga sus incoherencias internas en el debate público. Pero al menos lo salva de tener que defender en bloque una iniciativa con demasiadas vulnerabilidades y, por esta vez, le permite mostrarse libre de ataduras del PIT-CNT, ese virtual brazo sindical al que ha sabido acompañar más allá de aciertos y errores.