<div><b>David Alfaro Siqueiros (México) - </b><i>Entrega de juguetes</i>, 1961. Óleo sobre madera.</div><div>Mujeres de la alta sociedad entregan juguetes usados a los niños pobres. Están luciendo sus pieles, vestidos y Siqueiros las ridiculiza. </div>
<div><b>Frida Kalho (México) -</b> <i>Retrato de Isolda Pinedo Kahlo</i>, 1929. Óleo sobre tela. </div><div>Es uno de sus óleos más tempranos y denota su formación académica original. En este retrato hay un indicio de lo que sería su obra posterior. </div>
<div><b>Fernando Botero (Colombia) -</b> <i>Variaciones sobre Cezanne, 1963. Óleo sobre tela.  </i></div><div>A fines de la década de 1950 el artista descubre los fundamentos de lo que será su estilo propio, basado en la dilatación volumétrica de las figuras.</div>
<div><b>María Izquierdo (México) -</b> <i>Niña con sombrero rojo, 1942. Óleo sobre tela.</i></div><div>La fisonomía de la niña da a suponer que posiblemente se trate de la artista en su infancia.</div>

Estilo de vida > Plástica

Llegan Frida, Rivera y Botero en inédita muestra de arte latino

Nombres sobresalientes de Colombia y México dialogan con artistas nacionales en el MNAV
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09 de marzo de 2018 a las 05:00
Frida Kalho convivirá con Rafael Barradas, Diego Rivera con Juan Manuel Blanes y Fernando Botero con Petrona Viera, en un encuentro único generado por la visita de la colección Sura al Museo Nacional de Artes Visuales en el Parque Rodó. Trilogía: Colombia, México, Uruguay - Colección Sura - MNAV es la exposición que reúne 56 obras de varios artistas mexicanos y colombianos sobresalientes con 18 piezas nacionales, y que abrirá el próximo 22 de marzo.

La empresa financiera colombiana Sura cuenta con más de 800 obras en su acervo. Y hace cinco años adquirió la empresa holandesa con base en México ING, que también poseía una gran colección de arte. A partir de esa fusión, el equipo curatorial pensó que era un despropósito contar con todas esas obras de altísimo valor artístico e histórico en sus oficinas. Para darlas a conocer, la colección inició una gira que pasó por Medellín, Bogotá, Ciudad de México, Tijuana, Buenos Aires y, ahora, Montevideo. Las piezas mexicanas son patrimonio nacional y no pueden estar fuera de su territorio por más de un año. Por eso después de su paso por Montevideo deben volver a su casa.

La curaduría fue conjunta entre el responsable de la colección colombiana Carlos Arturo Fernández Uribe, Enrique Aguerre por el Museo Nacional de Artes Visuales uruguayo y la española Consuelo Fernández Ruiz por el acervo mexicano.

En pleno montaje de la exhibición en la capital uruguaya, Fernández Ruiz dialogó con El Observador sobre su trabajo en la formación de esta enorme colección, el arte mexicano y las historias que guardan algunas de las pinturas que serán expuestas.

¿Con qué se va a encontrar el público uruguayo en esta muestra?

No buscamos desarrollar una tesis, no buscamos una respuesta a algo. Lo que queremos es hacer una unión de lo que es Iberoamérica y de que cómo a pesar de sus diferentes técnicas, hay un hilo conductor que va uniendo en cada uno de los temas la obra de los tres países. Queremos plasmar que a pesar de ser de diferentes naciones, están unidos –por ejemplo– en la crítica social y política, y hasta en algo muy sencillo como es la labor campesina tanto en México, Uruguay y Colombia.

¿Cómo será el recorrido temático en el MNAV?

La hemos separado en una parte mística en la que hemos representado todo lo que son las deidades prehispánicas y la parte religiosa. Lo que era para la época prehispánica la adoración a sus ídolos, las pirámides, la parte de la ofrenda de día de muertos, la representación de la virgen con el niño, o los cristos, en diferentes representaciones de distintos artistas. Queríamos retratar esa época a través de las diferentes obras que mostramos de los tres países. Otra sección es la de todas las labores del campo: la charrería, la doma. Otro eje temático son los retratos. Es una parte súper importante que tiene una sección muy académica de los tres países y otra con piezas más actuales. Otra parte es dedicada a la etnografía de las razas. También hay un sector de crítica social y política y, también, uno de niños. La representación de los niños es extraordinaria porque cada artista pinta al niño en sí y también te transmite todas las diferentes clases sociales: en Uruguay, en Colombia y México.

Entonces vas siguiendo un hilo conductor y te vas dando cuenta de eso. Y también están los bodegones (naturalezas muertas), que son extraordinarios. Hay por ejemplo mesas con frutas de Botero, de Tamayo, y de Barradas.

¿Entonces el arte Uruguayo encuentra la forma de lucirse en esta muestra? Porque son obras del MNAV pero estarán en un contexto distinto.

Ustedes pueden visualizar la obra de los uruguayos constantemente pero no en este tipo de diálogo. Eso es muy interesante, sobre todo para los estudiantes. Esa parte los va a enriquecer muchísimo. Entonces eso es lo que quisimos hacer: una simbiosis de los tres países que cada uno tiene su propio peso, su propio valor, su propio estilo, sus propias técnicas.

Usted asesora en México a la empresa financiera para adquirir obra. ¿Qué criterios sigue a la hora de comprar?

En México queremos completar el período que tenemos. Hay muchos huecos. Por ejemplo no tenemos artistas como José Luis Cuevas, que acaba de fallecer, otro es Abraham Ángel. Lo más fuerte es todo el siglo XX pero nos faltan artistas de finales de siglo. Entonces, no queremos seguir enriqueciendo hacia adelante mientras eso no tenga un sostén suficiente para respaldarlo.
No buscamos desarrollar una tesis, no buscamos una respuesta a algo. Lo que queremos es hacer una unión de lo que es Iberoamérica y de que cómo a pesar de sus diferentes técnicas, hay un hilo conductor que va uniendo en cada uno de los temas la obra de los tres países.

¿Cuáles son sus principales desafíos a la hora de adquirir obra?

No es fácil adquirir obra. Estamos en un momento, sobre todo ahora, complicado en México. La obra está bastante elevada de costo. Entonces hay que ir viendo poco a poco. El arte latinoamericano se ha revalorizado de una manera impresionante. Tú te metes en Christie's, Sotheby's y ves los catálogos y el arte latinoamericano se ha disparado.

¿Hay alguna que le haya costado más conseguir?

El Frida. Esa la conseguí yo y es de sus inicios, del '29, cuando ella apenas empieza. Fue una gran lucha adquirir esa pieza y además todo lo que conlleva. Porque a pesar de ser de sus inicios, ya vemos reflejado lo que vendrá a ser su pintura con la muñeca de trapo tirada en el piso. Es un retrato de su sobrina, pero todo el cuadro la envuelve como si fuera un niño con puros azules. Llama la atención. Su rostro no es el rostro de un bebé. Es el rostro verdaderamente de toda la amargura que ella trae. La ves como perdida, como con rabia. Es como disfrazar un mundo maravilloso con una amargura encerrada tremenda.

¿Cómo se lleva con esta explosión marketinera de Frida Kalho como símbolo pop en camisetas, llaveros, póster?

Mal. ¿Qué quieres que te diga? Soy historiadora de arte y curadora. Para mí era impensable y lo sigue siendo. Que Frida Kalho cueste más que Diego Rivera... Por ponerte un ejemplo con ellos dos. Se ha hecho una mercadotecnia brutal y sobre todo a partir de que la comenzaron a adquirir artistas como Madonna. Y de ahí la han explotado de tal manera que ya te hastía. Lo creo en lo personal. La figura de Frida la ves por todos lados desfigurada, transformada. Su esencia no es la que están representando, es totalmente otra cosa. Entonces si me preguntas, no sé, no creo que este boom de Frida dure mucho.

¿Diego Rivera tendrá una presencia especial en la muestra en el MNAV?

Tenemos a La señora Beteta, que va a estar en la entrada principal. Es una de las más importantes. De las tres obras que traemos de Diego, dos son de sus temas más representativos. Faltaría uno que es el muralismo que, obviamente, no lo podemos traer. Representa a las mujeres de la alta sociedad que pintó y la niñez mexicana. Nadie como Diego Rivera para representar la niñez mexicana. Una niñez de un estrato social bajo. Te vas a dar cuenta en Los niños almorzando como tienen otra expresión porque a pesar de ser de un estrato bajo son como niños de capital, mientras que el Retrato de Juanita es totalmente la indígena sobre una alfombra de palma. Esa niña es muy diferente a Los niños almorzando, que son de ciudad. Además la posición de Juanita, el rostro, es de una niña vieja. Con su mirada perdida.

La señora Beteta fue hecha por encargo. Era la esposa de un banquero muy importante. Diego Rivera tenía una peculiaridad, si no le caía bien la mujer que estaba representando, la ridiculizaba. Si le caía bien, la enaltecía. Puedes ver cuadros de Diego Rivera de mujeres representadas de una manera vulgar, con elementos kitsch, donde te das cuenta que ahí no había buena química. En La señora Beteta debió haber una buena relación e influencia. Él se llevaba bien con la alta sociedad, algo que le criticaron mucho David Siqueiros y José Clemente Orozco. Porque él (Rivera) era comunista. Entonces empieza a haber esa tensión entre ellos.

¿Cuál de los artistas expuestos tiene una historia poco conocida que sería interesante resaltar?

María Izquierdo. Porque fue una mujer sufrida, que no la han valorizado como se debe. Ella era totalmente académica. Se postula para pintar murales y supuestamente la rechazan. Entonces, con esa rabia y ese coraje se sale de la academia, se vuelve autodidacta y empieza a romper las reglas. La academia busca la proporción y el equilibrio, y ella iba para el otro lado. Lo van a ver en sus cuadros donde están las niñas con sandía.

La figura de Frida la ves por todos lados desfigurada, transformada. Su esencia no es la que están representando, es totalmente otra cosa. Entonces si me preguntas, no sé, no creo que este boom de Frida dure mucho.

En la parte que viene de Colombia, resalta una naturaleza muerta de Fernando Botero.

Es un homenaje de Botero a Cezanne. Es de la década de 1960 y va junto a la de Tamayo porque Botero se va a México atraído por la pintura mural. Desencantado porque ya estaba en su declive, conoce a Tamayo y conoce todo ese colorido. Esta obra es de la época que estuvo en México.

La muestra Trilogía:Colombia, México, Uruguay -Colección SURA y MNAV

Dónde: MNAV (Tomás Giribaldi 2283 esq. Julio Herrera y Reissig)
Cuándo: 22/3 al 11/6
Horarios: martes a domingos de 13:00 a 20:00 horas
Entrada: gratuita

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