Los cinco momentos más uruguayos de la visita de Anthony Bourdain

Claro, Bourdain pasó por los lugares más turísticos del país, y lo que muestra en el programa es la versión de postal de Uruguay. Pero a largo de esta edición de Parts Unknown hay, al menos, cinco momentos de verdadera uruguayez, tanto en los alimentos consumidos como en las frases dichas por los invitados que participan en el episodio, que dan lo mejor de sí para mostrar la cara más autóctona del país, pero también para aclarar que es un lugar con defectos.

Lopecito

El programa empieza y termina con el conductor televisivo Juan Carlos López, Lopecito, tomando mate y reflexionando sobre el ser uruguayo, mientras se suceden imágenes del campo, la rambla montevideana y la costa esteña. "Los uruguayos somos como cualquier otro hombre del mundo, seguramente la suma de una cantidad de cosas", comenta al principio. "Desde hace tiempo nos identifican con la frase 'naides es más que naides', o tal vez es la expresión de un deseo".

Al final del programa, el conductor apunta: "Podemos tratar de mejorar y ser mejores, pero queremos ser nosotros, y eso es ser gente tranquila, disfrutar un mate y tener mucho tiempo para hablar, y mucho tiempo para los amigos".

El chivito

En su visita anterior hace diez años, como parte del ciclo No reservations, Bourdain se había maravillado con el chivito, uno de los platos uruguayos por excelencia. En esta ocasión, acompañado por el chef Ignacio Mattos –propietario y responsable de tres restaurantes en Nueva York- pasó por el Bar Arocena, en Carrasco, donde deglutió uno de estos sándwiches, al que elogió por su sabor y su tamaño. "El rey de los sándwiches", afirma Bourdain.

Pizza a caballo en el bar Las Flores

Acompañado por tres integrantes de la banda Hablan por la Espalda, Bourdain visita el bar Las Flores, en el Cordón, donde prueba "una delicia para después de que pasa el efecto de la marihuana" (en dos oportunidades del programa el cocinero estadounidense fuma, maravillado por la regulación uruguaya que permite fumar libremente en cualquier lado): la pizza a caballo. Uno de los músicos, el guitarrista Valentín Guerreros, le cuenta -en una de las intervenciones más honestas del programa- que los uruguayos suelen ser envidiosos y que le desean el éxito al compatriota, siempre que lo tenga fuera de fronteras.

La carne

Otra de las paradas de Parts Unknown es una carnicería montevideana. Parado en el medio de ella, mientras los clientes eligen los cortes, y salpicado por una metralleta de planos de carnes, embutidos y achuras, el comerciante afirma que se venden por día 3.500 kilos de carne, y presenta una extensísima lista de productos en venta. A lo largo del programa Bourdain prueba la parrilla y diversos cortes de carne. Pero lo que lo enamora es la morcilla. "Cuando me muera quiero que me saquen la sangre y vengan las mujeres del pueblo a hacer salchichas", comenta.

Un domingo en familia

Bourdain visita la casa familiar de Ignacio Mattos, en Santa Lucía, donde el clan se reúne para una comida. La abuela del cocinero uruguayo prepara, con la ayuda de su nieto, tallarines caseros con tuco, y matambre con ensalada rusa. La preparación del tuco genera un intercambio entre nieto y abuela, en la que esta le explica que "siempre lleva orégano".

El itinerario de Bourdain

Bar Arocena. Bourdain inicia su recorrido allí, donde prueba un chivito. El mítico bar está ubicado en Avenida Arocena y Carlos Sáez, en Carrasco.

Escaramuza. La librería y café ubicada en el Cordón, en Pablo de María y Charrúa, es el lugar elegido por Bourdain para conocer más sobre la historia reciente de Uruguay.

Jacinto. El restaurante de la argentina Lucía Soria (quien aparece en este segmento) es otra de las paradas de Bourdain. El estadounidense elogia el menú, que incluye ñoquis, camarones y filete tártaro. Se encuentra en la Ciudad Vieja, en Sarandí y Alzáibar.

La Ronda. El bar (cerrado desde fines de marzo) es el primer punto de encuentro entre Bourdain y los integrantes de la banda Hablan por la Espalda. Las calles Ciudadela y Canelones son la locación de este local, donde el chef degusta un menú de cerveza y marihuana.

Las Flores. El clásico bar del Cordón (Blanes y Bulevar España) es el punto del segundo encuentro, donde la pizza a caballo es el plato a probar.

El alemán. Recibe su nombre de su propietario, que prepara una parrillada para Bourdain y su guía, Ignacio Mattos. Esta parrilla se localiza en el Cordón, en Acevedo Díaz y Canelones.

Cantina del Vigía. Federico Desseno y Agustín Benítez son los responsable de este restaurante, ubicado en el centro de Maldonado. Pescado y quesos son los ejes del menú que disfruta Bourdain en compañía de la cocinera Clo Dimet, el director de la productora Oriental Diego Robino y, por supuesto, Mattos. Se ubica en Zelmar Michelini y Rafael Pérez del Puerto.

Las Nenas. Centrado en la carne, esta steak house de Punta del Este es visitada en Parts Unknown, y a ella Bourdain llega a bordo de una Meharí, que incluso se queda en el camino. El local cuenta con un sistema de take away que funciona con pedidos que se hacen desde el auto. Pernambuco y París es la locación de este sitio.

La Caracola. El sofisticado parador de José Ignacio es el escenario elegido para el cierra el programa que culmina con una gran comilona en la que participan la mayoría de los invitados del programa y el propio Bourdain.