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Los efectos colaterales de la sangría en Peñarol: bronca con Larriera y a 10 puntos de Nacional
Peñarol está intentando enderezar el camino que se le torció después de ganar el Campeonato Uruguayo 2021 cuando sufrió una sangría importante de futbolistas y no logró sustituirlos de manera adecuada. El conjunto aurinegro, que se encuentra 10 puntos abajo de Nacional en la Tabla Anual, confirmó la contratación de tres futbolistas (Nicolás Milesi, Yonathan Rak y Kevin Méndez) y negociaciones con otros cuatro o cinco más, anunció el presidente Ignacio Ruglio.
De los 11 jugadores que más tiempo jugaron en Peñarol durante el año pasado hay ocho que ya no están en el club: Gary Kagelmacher, Agustín Álvarez Martínez, Jesús Trindade, Agustín Canobbio, Giovanni González, Facundo Torres, Carlos Rodríguez y Valentín Rodríguez.
Excepto el lateral zurdo Valentín Rodríguez, que está de baja por una lesión, y el Canario Martínez que se fue tras el último Apertura, los demás jugadores se marcharon a principio de año.
Casi todos eran pilares en el equipo que armó Mauricio Larriera, que llegó a semifinales de la Copa Sudamericana 2021 y ganó el Campeonato Uruguayo del mismo año jugando un fútbol de alto vuelo.
Trindade era clave en el mediocampo, Canobbio y Torres volaban por los extremos y el Canario Martínez marcó 23 goles. Para muchos Peñarol era una máquina.
Pero también, durante el año se fueron David Terans, Fabricio Formiliano, un bastión defensivo junto a Kagelmacher; Rodrigo Abascal y Joaquín Piquerez. Muchas bajas de un año al otro.
Poca memoria
En diciembre, hace seis meses, Larriera fue elegido el Mejor Entrenador del fútbol uruguayo con 85 votos de 100 en la encuesta Fútbolx100 de El Observador. Los hinchas le festejaban hasta que cantaba boleros en Los Aromos.
“Creo que (a los hinchas) me los gané y con justicia, porque tuve que sufrir mucho. Entré por la puerta de atrás y había mucho cuestionamiento. Y es lógico porque el hincha es pasional”, dijo Larriera en una entrevista a Punto de partida de DirecTV Uruguay.
Gerardo Pelusso, que lo conoce de toda la vida porque ambos nacieron en Florida, recordó el consejo que le dio siempre: "Preparate para ser el uno" y agregó: "Mauricio se diplomó de entrenador importante en el alto nivel que es dirigir un equipo grande, hacerlo jugar bien y ganar el campeonato".
Pero como el éxito en el fútbol es efímero, los hinchas aurinegros se olvidaron de aquellos meses de felicidad y en los recientes partidos, desde las tribunas del Campeón del Siglo bajan insultos
Peñarol terminó quinto del último Torneo Apertura, dos puntos abajo de Nacional que fue segundo, pero tras cuatro jornadas del Intermedio la distancia con Nacional se alargó a 10 puntos.
El déficit futbolístico es notorio y se nota en la poca efectividad frente al arco rival: el equipo de Larriera apenas marcó 14 goles en 19 partidos jugados, con un promedio de 0,73 por partido.
El entrenador tendrá su cuota parte de responsabilidad, pero el deterioro que sufrió el plantel es notorio. Así como la poca puntería del área deportiva y de los dirigentes en la contratación de jugadores para reemplazar las salidas.
Mala puntería en las contrataciones
A mitad de 2021 el aurinegro se quedó sin Joaquín Piquerez, Fabricio Formiliano y Rodrigo Abascal, y llegaron Juan Manuel Ramos, Edgar Elizalde, Ignacio Laquintana, Ruben Bentancourt y el argentino Nicolás Gaitán.
Ninguno ha tenido un nivel superlativo. Elizalde, cuando se estaba afirmando en la zaga, prefirió irse a Independiente. Bentancourt llegó para ser suplente de Álvarez Martínez y terminó de titular, aunque su producción goleadora es escasa; Laquintana no termina de concretar y Gaitán ya se marchó.
Aún así el equipo logró mantener la regularidad hasta fin de año. Pero tras el campeonato ganado, la sangría fue mayor. Se marcharon Gary Kagelmacher, Carlos Rodríguez, Jesús Trindade, Giovanni González, Facundo Torres, Elizalde y Agustín Álvarez Martínez.
Desde el aspecto económico las operaciones fueron beneficiosas para el club: la venta de Torres a Orlando City le dejó US$ 9 millones libres y la de Álvarez Martínez al Sassuolo se transformó en la transferencia más cara de un equipo uruguayo: € 12 millones más el 20% de la plusvalía (la diferencia que haya entre esta transferencia y una hipotética futura venta) para los aurinegros.
El asunto es que deportivamente sufrió el golpe, ya que tampoco fueron bien sustituidos. Peñarol contrató a principio de año a Matías Aguirregaray en lugar de Giovanni, a Ramón Arias y a Hernán Menosse para cubrir las bajas en la zaga, a Facundo Bonifazi para el lateral zurdo, a Bryan Olivera para el mediocampo y a Lucas Viatri para el ataque. Luego llegó el argentino Federico Carrizo.
Tampoco lograron mejorar la producción del equipo, lo mismo que pasó el año pasado con Cristian Olivera, Ariel Nahuelpán y Nicolás Schiappacasse.
El peor registro
El promedio de goles de Peñarol durante el Apertura 2022 fue el peor de su historia en el Campeonato Uruguayo.
Convirtió 10 goles en 15 partidos, una media de 0,66 por partido. Hasta ese momento su peor registro había sido en el Campeonato Uruguayo 1991 con 26 goles en 24 partidos, una media de 1,03 goles por encuentro.
El goleador fue Pablo Ceppelini con 5 goles, tres de ellos desde el punto penal.
Luego convirtieron uno cada uno Juan Manuel Ramos, Agustín Álvarez Martínez, Ignacio Laquintana, Ruben Bentancourt (de penal) y Lucas Viatri.
El desarme el plantel fue letal y el equipo sufre las consecuencias. Le quedan seis meses a Peñarol para tapar los errores y tratar de revertir la situación.
