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Los ganaderos norteamericanos liquidan sus rodeos por los altos costos de producción
En Estados Unidos, la inflación que sufren los consumidores se agrava por el alto precio de la carne por la decisión de los productores de reducir los rodeos ganaderos por la sequía y el alto costo de los forrajes, lo que redundará en una disminución de los suministros de carne por varios años, de acuerdo con los especialistas en la economía agropecuaria.
La declinación de la cantidad de ganado combinada con los altos costos fijos de producción explica por qué, pese a una reciente caída del precio de los granos, esto no se vio reflejado en precios más bajos de la comida en los comercios minoristas.
La caída del precio de los granos -que son el principal componente del costo en la producción ganadera- no pudo ser aprovechada por los frigoríficos porque la menor cantidad de cabezas disponibles por la liquidación de stocks empuja su costo hacia arriba. Además, las plantas procesadoras se enfrentan a mayores costos en salarios, combustible y otros gastos operativos.
En el mercado a futuro, el precio del maíz cayó un 26% desde abril cuando alcanzaba su nivel más alto en 10 años y están todavía un 9% (US$ 6 el bushel [0,25 toneladas]) con respecto a un año atrás.
Aunque la baja de precios de los granos beneficia a los productores de ganado, la información oficial es que para el 1 de julio el stock ganadero a nivel nacional se había reducido un 2% con respecto al año anterior, alcanzando el más bajo nivel de existencias de los últimos siete años.
La sequía es otro de los factores que impulsan la liquidación de cabezas, lo que supone una continuidad en los aumentos de precios para las temporadas 2023-2024, un proceso que de acuerdo con datos oficiales ya se evidencia en el 10% que aumentó el ganado en pie con respecto al año pasado. Dichos aumentos reducen los márgenes de las plantas de procesamiento que no pueden beneficiarse del aumento en el nivel general de precios.
Según los economistas, la ecuación entre suministros, márgenes y precios puede mejorar si los ganaderos deciden enviar más cabezas a los frigoríficos en lugar de retenerlas para reproducción, pero ello implica que los consumidores dispondrán de menos oferta cárnica porque lleva casi dos años recuperar el nivel de los stocks después de una liquidación de cabezas termina.
Glenn Brunkow, criador de ganado vacuno y ovino de Kansas, dijo que “los precios están aquí para quedarse” y se refirió a su estructura de costos afectada por la suba de precios del gasoil y del forraje. Puso como ejemplo que pagó US$ 474 la tonelada de alimento de maíz para ovejas, un 40% más caro que hace un año.
Muchos consumidores optan por comprar pollo o cortes más baratos de carne vacuna para reducir sus gastos en alimentos, pero esas opciones también se han encarecido. El precio del pollo aumentó un 20% en el segundo trimestre con respecto a igual período de 2021 y el precio minorista de los huevos alcanzó un nivel récord de US$ 3.40 la docena.
El gasto mensual de una familia de dos personas en Oregon fue de US$ 1.200 para comprar carne, pollo, huevos y salchichas, un 40% más que el año anterior.
