Juan Samuelle

Luz verde a la intensificación ganadera

La relación entre los precios cerealeros y ganaderos consolida señales favorables para la intensificación de la producción de carne

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15 de agosto de 2019 a las 14:35

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La relación entre los precios cerealeros y ganaderos consolida señales favorables a intensificar la producción de carne, luego de los datos divulgados este lunes por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que hacen suponer otro año de abundancia en el mercado de maíz.

El mercado de granos está en un momento de máxima incertidumbre. Una semana atrás se caían las bolsas por la agudización del conflicto entre Estados Unidos y China y la devaluación del yuan. Pero el círculo de represalias mutuas previstas –que iba a tener una nueva escalada supuestamente este 1º de setiembre– quedó pequeño ante los más que sorprendentes datos de la producción prevista en Estados Unidos, mucho mayor a la que se imaginaba unas semanas atrás para el maíz, lo que llevó a un desplome del precio del cereal más usado en el mundo.

Son buenas noticias para los ganaderos uruguayos, que cada vez incorporan más el grano como complemento de la alimentación forrajera.

La mano venía como si aquí hubiésemos sembrado en nuestro pleno enero, con altísimo riesgo y todo para que fuera una mala cosecha. Pero hasta ahora, ya en pleno llenado de grano, todo va bien: según el USDA, los cultivos se mantienen en buen estado, la previsión de rendimiento no es tan mala y el área se mantiene muy por encima de lo que se esperaba.

 

 

 

Los datos que se conocieron este lunes generaron la mayor discrepancia de los últimos tiempos entre la proyección de los privados y el dato divulgado.

El mercado esperaba una baja de 18 millones de toneladas en la producción prevista para Estados Unidos, pero el USDA elevó su proyección de producción de maíz a 353 millones de toneladas contra las 335 millones de toneladas que esperaba el mercado. Ni recortó el área prácticamente y, para sorpresa mayúscula del mercado, subió el rendimiento previsto. De una proyección de 10.419 kilos de rendimiento que se proyectaba en julio, los privados esperaban que bajara a 10.350 kilos y en cambio subió a 10.639 kilos.

Al recortar también la previsión de demanda, elevó el pronóstico de stocks para Estados Unidos. Y eso le sumó un aumento en la proyección de existencias a nivel global, cuando se esperaba un ajuste hacia abajo. El stock que se esperaba era de 41 millones de toneladas y el que resultó proyectado fue de 55 millones de toneladas.

De esta manera, los futuros de maíz cayeron al límite permitido en Chicago, con la posición setiembre cediendo casi US$ 10 por tonelada, hasta US$ 151,7 por tonelada, hasta que se suspendió la operativa. El martes siguió en caída hasta US$ 144, perdiendo US$ 20 en dos días, una cotización US$ 30 más baja que la de Uruguay.

En Argentina, a esta altura las decisiones de siembra están casi tomadas y aunque haya preocupación por el cambio en las reglas de juego, se espera una extensa siembra de maíz, de modo que la oferta parecería será importante en el mundo como en la región.

En particular, el reporte mensual del USDA de este lunes, tan esperado porque traía el sinceramiento de los datos de área de siembra y rendimiento de Estados Unidos, fue un balde de agua fría para el maíz.

Los dos reportes anteriores, de junio y julio, se consideraban exagerados en el área y rendimiento proyectado. Ahora llegaría la verdad de los daños causados por la siembra tan tardía en maíz y soja.

Este lunes en cambio, el maíz cerró al límite de bajas permitido y arrastró al trigo y la soja. Y las bajas siguieron el martes, confirmando un nuevo año de abundante abastecimiento en maíz. La semana pasada se había cortado una racha de tres semanas de baja, justamente por la expectativa que generaba este reporte y alguna amenaza de faltante de agua y exceso de calor sobre los cultivos. Pero las amenazas del clima, en su momento más cálido del año, no se concretan hasta ahora y es altamente probable que Estados Unidos logre un rendimiento sorprendentemente alto para las condiciones en que fue sembrado el cultivo.

En suma, mucha volatilidad y por ahora baja en los cereales: maíz, trigo y cebada.

En el caso del trigo, todavía no hay precios para el de la próxima cosecha, pero en cebada, donde la referencia se toma en base a las cotizaciones de Chicago, las cotizaciones también corrigieron de US$ 190 a US$ 170 por tonelada.

Para los cultivos de invierno, el reto de obtener buenos rendimientos para que se cubran los costos. Para el maíz, el respaldo de que habría una interesante demanda interna, porque esto es buena noticia para la ganadería.

Para la ganadería local el escenario invita a un mayor uso del grano en la alimentación. El mercado ganadero está muy firme en Uruguay, tanto para el ganado gordo como para el de reposición. Y el maíz continuará accesible, aunque deba importarse. El kilo de novillo vendido a US$ 2,15 por kilo compra unos 12 kilos de maíz, una relación inusualmente favorable a usar el grano en la alimentación. La lechería, a su vez, tiene un alivio en la posibilidad de seguir combinando pasturas con granos.

 

 

 

La soja, por ahora firme

Aunque el dominó originado en el maíz el lunes arrastró a la soja, en este caso sí hubo reducciones de importancia en el área prevista a ser cosechadas en Estados Unidos. El USDA recortó de 104,6 millones a 100,2 millones de toneladas la producción. Mantuvo el rendimiento previsto en julio, 3.262 kilos, por debajo de los 3.470 del año anterior, pero por encima de los 3.201 kilos que esperaba el mercado.

Recortó la proyección de exportaciones (China sigue sin comprar), pero aún así bajaría levemente el stock de Estados Unidos a 20,5 millones de toneladas, un millón menos de las previstas en agosto y bastante menos que las 29 millones almacenadas un año atrás.

La cosecha de soja de EEUU cae fuerte, de 124 a 100 millones de toneladas, con lo que Brasil pasa a liderar por primera vez la producción mundial con 123 millones de toneladas.

Por otra parte, el informe volvió a reducir la importación prevista por China de 87 a 85 millones de toneladas. Un combo en el que, a la guerra comercial con Estados Unidos, se agrega la fiebre de los cerdos amenazando la demanda de soja de China y tal vez en un futuro cercano de Europa, por donde la enfermedad se ha ido diseminando entre la población de jabalíes.

Pero la guerra comercial tiene sus vaivenes y esta semana el anuncio por parte de Donald Trump de postergar las sanciones a China que estaban previstas para este diciembre trajo alivio al mercado.

Eso permitió cotizaciones locales cercanas a US$ 320 por tonelada para el remanente que queda por vender de la pasada cosecha, tal vez un 15% del total. Como para terminar de colocar aceptablemente la cosecha pasada.

La soja debe mantener el área en Uruguay, el maíz va rumbo a crecer por la buena perspectiva climática y la buena demanda ganadera esperable y los ganaderos intensivos que compran terneros y raciones para la alimentación esperan la conjunción de una parición récord y abundancia de granos, un escenario doblemente favorable que pocas veces se ha dado y que llegaría el próximo otoño.

 

Juan Samuelle

 

 

 

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