Ministro de Vivienda: ocupación en Ciudad de la Costa fue electoral

El predio tiene una extensión de 300 por 800 metros. En total, se levantaron 320 viviendas, las cuales tienen distintos niveles de avance en su construcción. Muchas de ellas, incluso, tienen la planchada del techo completa. Algunas tienen dos plantas. Hace más de una década quedó abandonado el predio (que pertenece a la Agencia Nacional de Vivienda del Banco Hipotecario del Uruguay) por un litigio judicial de encargada de la construcción.

Para el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), Francisco Beltrame, la ocupación tuvo fines político electorales.

“Este empuje de Giannattasio a mi me parece que se da en virtud obviamente de una coyuntura política muy particular”, dijo el jeraca a El Observador.

Beltrame aseguró de todos modos no tener pruebas para realizar una denuncia en ese sentido, pero insistió con que tiene un “olfato importante” que le permite identificar el trasfondo. A su juicio, debería llamar la atención que cuando se identifica la ocupación había siete familias, pero luego, a las pocas semanas y ante la inminencia del desalojo, el número de ocupantes creció. “Algún problema hay”, insistió el ministro.

“No tengo pruebas. Simplemente constato que hubo un predio durante muchísimos años abandonado y en esta coyuntura es que se da esta la ocupación”, agregó Beltrame.

El ministro de Vivienda recordó que esa obra tuvo desde el inicio muchos problemas estructurales. Como ejemplo remarcó la falta de saneamiento en el complejo, pero también en la zona. Dijo que se construyó sobre un predio bajo, inundable, lo que perjudica también a las viviendas vecinas de la zona. “No están dadas las condiciones para ese complejo”, comentó Beltrame. Para el secretario de Estado existen varios ejemplos similares a ese en Uruguay. Asegura que por falta de control y “premura” en la construcción, algunas veces se cometen esos errores.

El desalojo del predio fue ordenado luego de denuncias presentadas por parte de vecinos y comerciantes de la zona, y una vez que tanto el Ministerio del Interior como el de Vivienda realizaron una inspección.

“Cuando llegué era todo una mugre, de a poco fuimos limpiando todo. Sacamos los yuyos, tapeamos las ventanas”, contó a El Observador Verónica, una de las mujeres que ocupaba el edificio el viernes 1º de agosto.

Verónica vive en la zona hace 30 años, la casa de sus padres se remató y mientras trabajaba, alquilaba una casa. Cuando perdió su trabajo no pudo arrendar más una vivienda y confesó que por ello ocupó la casa junto a sus cuatro hijos hace nueve meses. “Y donde vi que podía meter a mis hijos fue acá, porque esto hace más de 20 años que está abandonado. Y bueno, vine, me metí y lo arreglé como pude”, contó. “Lo que nos dicen es que nosotros no podemos estar acá con los niños porque los apartamentos no están en condiciones como para que viva una persona. Entonces yo les pregunto, ¿la calle está en condiciones?”, expresó Verónica.