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Mirta Vanni, la uruguaya que venció a las langostas en 1946
La aviadora Mirta Vanni trabajó como piloto durante más de 40 años y alcanzó las 7.000 horas de vuelo. La mujer, de 96 años, colaboró desde el aire en una de las inundaciones más graves de Uruguay, fue una pionera en la aeronáutica del país y empezó a volar en 1946, cuando una invasión de langostas llegó desde Argentina y el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) compró a las apuradas cinco aviones para fumigar.
La plaga había surgido en El Chaco y se desplazaba hacia el sur, por lo que el ingreso a Uruguay era inminente. Después de comprar los aviones, el ministerio buscaba pilotos profesionales con urgencia y Vanni, que se había recibido en 1941, se presentó al llamado. "Para mí fue providencial", recordó en una entrevista con la revista Seisgrados de El Observador.
Vanni estuvo al frente, entonces, de ese combate a la langosta, una plaga que 74 años después tiene en alerta roja a Uruguay. Pero a diferencia de lo que pasaba en 1946, cuando Uruguay no tenía aviones, el MGAP ya tiene listos tres que están ubicados entre Paysandú y Bella Unión, y además cuenta con otro para monitorear la plaga de forma aérea.
El éxito que tuvo Vanni en 1946 hizo que se creara el Servicio Aéreo de la cartera y, una vez combatida la lagosta –una lucha que se prolongó durante un año y medio–, continuaron los trabajos con plagas similares. En 1951 la aviadora se convirtió en la jefa de esa área del ministerio.
Cuando terminó el combate a la langosta y se continuó con la lucha contra otras plagas, se abrió un llamado para nuevos pilotos. "Se me ocurrió a mí que había que llamar a mujeres, así que abrí la posibilidad para que entraran dos. Fueron muy buenas pilotas fumigadoras", dijo Vanni en el programa De Siembra de Radio Uruguay.
Además de los aviones de fumigación, Vanni contó que el ministerio tenía dos aeronaves más, que servían para el transporte de los jerarcas. La aviadora recordó que uno de sus pasajeros habituales era el nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, ministro de Ganadería durante 1963 y 1967.
La aviadora tuvo algunos accidentes aéreos, pero no tuvieron mayores consecuencias. "En un despegue se le salió una rueda al avión, dio tres vueltas y quedé cabeza abajo, pero no pasó nada", recordó.
Uno de los lugares a los que se presentó Vanni para trabajar fue a la aerolínea estatal Pluna, pero la rechazaron por ser mujer. "Me alegré muchísimo cuando, después de 20 años, recién comenzaron a aceptar mujeres", comentó.
Vanni se retiró en 1985, con 67 años, tras ser tres años subsecretaria del ministerio. El gobierno decidió desbaratar el Servicio Aéreo del ministerio, las empresas privadas de aeronáutica en el país debilitaron la actividad y su interés en seguir era cada vez menor.
"Vino el nuevo gobierno y barrieron con todo: remataron los aviones, los repuestos, desparramaron el personal. Fue muy duro para mí. Mantuve el Servicio Aéreo todo lo que pude hasta que lo desmantelaron. ¿Me iba a quedar así? No. Me fui. Fue un servicio que durante muchos años cumplió su función y lo hizo muy bien. Misión cumplida”, dijo a Seisgrados.
