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Montevideo: un gigantesco gimnasio al aire libre
Las escaleras del Palacio Legislativo se convierten en una seguidilla de steps o cajones de gimnasio para un joven que sube, baja y realiza estocadas; las barras de un set de hamacas o las ramas de los árboles pasan a ser un soporte de los TRX que un grupo de chicas utiliza para entrenar; los espacios verdes se tupen de mancuernas, kettleballs, colchonetas y demás instrumentos que usan los grupos de entrenamiento funcional; la rambla que se debate entre los tomadores de mate y los runners; y una serie de ciclovías que se dispersan por los distintos barrios de la ciudad. Esas son algunas de las postales que surgen de un Montevideo que dista bastante de aquella capital bastante quieta y poco atlética de hace unas décadas.
Alcanzar un estilo de vida saludable es un objetivo para muchos montevideanos desde hace rato. Los gimnasios y clubes deportivos y, los corredores y ciclistas aficionados, siempre existieron. Sin embargo, el estallido de ciudadanos que se apropian de los distintos espacios públicos va en aumento y se diversifica año a año.
“En Montevideo anualmente viene aumentando la tendencia entre un 1.5% y un 2% de la cantidad de gente que dice hacer actividad física; tres cuartos de ese total, lo hace en el espacio público”, afirmó Daniel Leite, coordinador ejecutivo de la Secretaría de Educación Física, Deportes y Recreación de la Intendencia de Montevideo (IMM).
Otra tendencia que se identifica desde la Secretaría de Deporte es que, cada vez, son más personas las que eligen entrenar de forma colectiva –hay grupos de corredores, grupos de ciclistas, grupos de entrenamiento funcional, entre otros–.
Aunque los parques, las plazas y las canteras son bastante utilizados, a la hora de salir a correr, bicicletear o caminar, la pista de entrenamiento por excelencia es la rambla. En ese sentido, Leite indicó que, según los últimos registros, el tramo de la rambla capitalina que más se utiliza para realizar deportes es el que va desde Parque Rodó hasta Malvín. Se trata –según el jerarca– de seis kilómetros que diariamente se utilizan por un promedio de 21 mil personas (sin contar a los que se transportan por la calle en vehículos).
En verano, las posibilidades de ejercitarse al aire libre incrementan porque –además de las condiciones climáticas– se comienzan a habilitar otro tipo de espacios que posibilitan más deportes. Tal es el caso de las playas, que quedaron habilitadas con servicio de guardavidas el 15 de noviembre. No conformes con la tierra, muchos optan por apropiarse del mar y realizar ejercicios acuáticos. También hay de los que entrenan en la playa y el calor los impulsa a mojarse luego.
Más allá de la comodidad o practicidad que puede suponer para algunos entrenar en un gimnasio, ejercitarse al aire libre permite distender la mente de otra forma. Personas que trabajan todo el día encerrados en una oficina, otras que se aburren si corren en una cinta y otras que, por ejemplo, en una clase de spinning se sienten asfixiados. Probablemente todos ellos se sirvan del espacio público que, además, es gratuito.
Running, caminatas, ciclismo, patinaje y entrenamientos de ciertas disciplinas del fitness, son deportes que aunque han crecido, se ven en la vía pública desde hace tiempo. Sin embargo, hay novedades que se han desarrollado recientemente que suponen nuevas destrezas y van más allá de lo cardiovascular.
Por tierra y mar
Practicar el mismo deporte por un tiempo prolongado genera, en aquellos cuya ansiedad se sacia con la incorporación de nuevos aprendizajes, la necesidad de buscar alternativas. Por eso, el paisaje deportivo de Montevideo se complejiza cada vez más. Algunas novedades se instalan en la tierra, otras necesitan del mar, otras se despliegan con el cielo como meta y otras, no necesitan más que el peso del propio cuerpo.
Calistenia
Cuando la foto de Luis Lacalle Pou agarrado de un poste en plena vía pública se volvió viral, se dijo que el político del Partido Nacional había realizado una bandera. Sin embargo, la verdadera bandera –que es mucho más compleja y requiere de mayor destreza física– es una de las formas que adquieren los ejercicios de calistenia, una disciplina que este año comenzó a tener mayor presencia en Montevideo.
En 2016 Roberto Rodríguez – representante de la Federación de Calistenia en Uruguay– inauguró Calistenia Project Uruguay, la primera academia de esta índole en el país. Sin embargo, no fue hasta este año –cuando la IMM instaló un parque de calistenia en la Playa Ramírez– que esta práctica tomó mayor popularidad. Este mes se instaló un nuevo parque en Trouville.
Rodríguez explicó que, a diferencia de los aparatos saludables –que están colocados por varios puntos de la ciudad y se adaptan mejor a la gente mayor–, las barras de calistenia son muy utilizadas por jóvenes. En ese sentido, Leite explicó que se comenzaron a instalar parques de calistenia porque “hay gente a la que el aparato más tradicional le queda chico y se aburre mientras que los otros, posibilitan trabajar con la auto carga, con el peso propio”.
El director de la academia Calistenia Project Uruguay sostuvo que el grueso de personas que practican calistenia en Montevideo se instala entre los 12 y 35 años y son mayoritariamente hombres. Por otro lado, el especialista aclaró que no hay que ser un experto en la materia para practicar este deporte ya que hay muchas personas que comienzan desde cero. Entre los principales beneficios que se puede obtener con esta técnica se encuentran el desarrollo de la fuerza, la flexibilidad y el dominio del cuerpo.
Escalada
La escalada es un deporte que, de a poco, crece en Montevideo y ya no se practica solo en lugares apartados de la capital –Lavalleja, el Salto del Penitente suele ser la opción más elegida–. Las canteras del Parque Rodó (única zona pública habilitada) resultan una buena opción para que grupos con el material adecuado, practiquen este deporte que, además de ser entretenido, trae un sinfín de beneficios a nivel de la fuerza, equilibro, flexibilidad y concentración.
El escalador venezolano Pablo Velozo –uno de los fundadores de club de escalada Montevideo Boulder Club– dijo que contar con un espacio como el de las canteras, escapa de lo habitual para los escaladores que –por lo general– tienen que viajar kilómetros para encontrar rocas donde escalar. En ese sentido, contó que ese espacio lo suelen utilizar desde el club a modo de escuela donde enseñan a manejar las cuerdas, entre otras cosas.
Más allá del club –que impulsó en gran medida la movida de la escalada en la capital– Velozo sostuvo que, para cualquier escalador, la meta siempre va a ser escalar en roca. Muchas veces cuando aquellos que van a escalar al Cerro Arequita los fines de semana no pueden ir, terminan practicando este deporte en las canteras que resultan una opción a la mano. El especialista estimó que son entre 50 y 60 las personas que utilizan este espacio montevideano para escalar, un número bastante significativo si se considera que se trata de una práctica joven en cuanto a popularidad.
Kitesurf
Mientras algunos ocupan los domingos de lluvia y viento en comer torta fritas, otros invaden la playa Carrasco a probar suerte con sus equipos de kitesurf. Se trata de un deporte de riesgo que, si bien es más común en el este del país, cada vez se practica más en Montevideo.
Lo que se viene: Pump Tracks
A raíz de la última votación del presupuesto participativo el Parque Batlle tendrá una pista de Pump Tracks, un espacio multideportivo que permite el desarrollo de distintos deportes sobre ruedas como ciclismo, ciclismo de montaña, práctica de longboard, skate, monopatín y patinaje.
