Fueron emisiones que sacudieron al mercado de valores. Las tres veces que UTE salió a la Bolsa, los pequeños ahorristas mostraron una gran avidez por asociarse con el ente para participar en el negocio de la energía eólica. Son miles los uruguayos que han apostado por los parques Pampa, Valentines y Arias como una opción de inversión atractiva en el segmento de renta variable.
Los tres emprendimientos ya distribuyeron dividendos por primera vez en 2018 y este año se planifica que volverán a hacerlo. Ya con los parques en funcionamiento se han planteado dudas respecto a su desempeño y a su rentabilidad futura. Es que hasta el momento la energía producida por los tres parques ha estado por debajo de lo proyectado inicialmente.
Sin embargo, más allá de contratiempos puntuales, la inversión en estos productos sigue entre las recomendaciones que hacen expertos en finanzas a la hora de pensar en diversificar una cartera de perfil medio. Aunque el año anterior la performance de los parques no colmó las expectativas, en un contexto de tasas de rendimiento bajas, son una alternativa con rentabilidades interesantes, tomando en cuenta su bajo riesgo.
Parque Pampa
La generación de energía del parque eólico Pampa (Tacuarembó) fue en 2018 un 12,5% inferior a las proyecciones, y un 10,2% menos un año antes. En este caso, según la calificadora de riesgo Care, los técnicos de UTE ya habrían llegado a la conclusión que la información de los vientos sobre los cuales se realizaron las proyecciones y los modelos estaba “sobreestimada”. Ahora se realizan nuevas mediciones de vientos para ajustar las proyecciones de producción y hacer un nuevo modelo financiero.
Tomando como base el modelo financiero original, la calificadora de riesgo ajustó la producción a la efectivamente registrada el año pasado. Con esos números la Tasa Interna de Retorno (TIR) asegurada sería de 8,22% anual en dólares frente a 11,5% anual estimada originalmente, lo que no deja de ser atractivo. En la actualidad hay un 90% de probabilidades de que los retornos para los inversores estén arriba de 6% anual en dólares. Esto está por encima del retorno de 4,9% que ofrece un Bono del Tesoro del gobierno uruguayo con vencimiento en 2055. En tanto, un Bono del Tesoro de EEUU a 30 años (en teoría libre de riesgo) paga hoy un rendimiento de 2,9% anual en dólares.
El primer reparto de fondos del fideicomiso Pampa fue de US$ 22 millones el año pasado, lo que arrojó una renta de 22,5% para cada inversor sobre lo aportado en 2015. Antes no se había podido distribuir ganancias por demoras en la construcción del parque. Ahora se evalúa un nuevo reparto entre los socios del emprendimiento para el transcurso de este mes. Pampa es el primer parque que captó inversión minorista y tiene una capacidad instalada de 141 megavatios (MW).
Parque Valentines
El parque eólico Valentines (Treinta y Tres) tiene una potencia instalada de 70 MW y generó en 2018 un 10,6% menos de energía que su potencial teórico. También hubo meses en donde la generación real superó lo esperado. Un año antes la producción había sido 6,6% inferior a la proyectada.
Un informe de Care publicado este mes indicó que el desvío se explica porque el viento ha mantenido un comportamiento fluctuante y poco alineado al promedio utilizado para las proyecciones iniciales. De todas formas, se explicó que el parque está en una etapa inicial y con procesos de ajuste, por lo que aun no es posible verificar si los rendimientos serán los esperados. Los técnicos de UTE entienden que de mantenerse las diferencias en el futuro se deberá ajustar el modelo.
En abril de 2018 se distribuyeron utilidades por US$ 5,4 millones. Así cada accionista obtuvo una ganancia de capital aproximada de 10%. Este mes habrá una nueva asamblea de propietarios donde se considerará una nueva distribución de utilidades.
En este caso los números no son tan favorables. El balance de Areaflin -la sociedad anónima que gestiona el parque- muestra que al cierre de 2018 por cada peso invertido (que era el valor de la acción) la ganancia fue de solo $ 0,032. Hubo factores, como menores ventas y un efecto diferido del impuesto a la renta que hacen que el flujo a distribuir sea inferior al proyectado en el modelo financiero original.
De todas formas, aunque el parque operó con un factor de capacidad de 45,28% en lugar de 50,79% proyectado, el valor está “muy por encima de los valores críticos”, concluyó la calificadora. En ese sentido, apuntó a que aún ante la eventualidad de mantenerse los niveles de producción de 2018 aseguraría una TIR de 8,16% anual en dólares para los inversores. En el prospecto de emisión la TIR planteada es de 12,5% en el escenario base.
Parque Arias
El parque eólico Arias situado al sur del departamento de Flores y con 70 MW de potencia también registra una producción menor a la esperada. Entre julio de 2017 y diciembre de 2018 fue 12,3% inferior. Si se toma solo el 2018 la diferencia respecto a lo planificado es de 5,5%. También hay meses en que la generación de energía superó lo esperado.
Al igual que ocurre con el parque Valentines, UTE apunta al comportamiento fluctuante del viento. Se seguirá monitoreando el funcionamiento para saber si se debe ajustar el modelo financiero.
De todas formas, aun cuando se operó con un factor de capacidad de 46,68% en vez del 49,44% proyectado, el retorno para el inversor sería de 8,5%, según Care. En un horizonte más amplio, el proyecto tiene 90% de probabilidad de tener retornos superiores a 5%.
La rentabilidad esperada durante los 20 años de vida estimada para el parque es de alrededor de 10% anual.
En diciembre de 2018 los pequeños ahorristas recibieron US$ 17,7 por cada US$ 100 invertidos. El monto distribuido entre los tenedores de certificados de participación fue de US$ 9,5 millones una vez fue autorizado por los bancos prestamistas. Este año podría haber dos distribuciones de dividendos, una en mayo y otra en noviembre.
El negocio
Los tres parques venden a UTE la energía eléctrica que generan, en idénticas condiciones que lo hacen los generadores privados con los cuales la empresa estatal tiene contratos por plazo de 20 años.
En las tres emisiones fueron alrededor de 20.000 los pequeños inversores que se asociaron a UTE. Hoy resulta imposible saber efectivamente cuántas personas tienen participaciones, porque muchos de ellos vendieron en el mercado secundario poco después de las colocaciones, alentados por la valorización inmediata que obtuvieron los papeles.
También vale recordar que los dividendos que reciben los accionistas dependen del desempeño que tengan los emprendimientos. Por eso, no es correcto pensar que todos los años se recibirá la rentabilidad estimada antes de la emisión, ni que se va a distribuir un monto similar de dividendos.