No todos los días se cumplen cien años. El Partido Comunista del Uruguay, que tiene una larga historia de derrotas y triunfos, los celebró este lunes en un contexto peculiar: sin grandes movilizaciones en la calle ni el concierto con Silvio Rodríguez que llegó a imaginar alguno de sus dirigentes hace no mucho, pero en medio de una disputa electoral en la que pretende dar una señal de vigencia, asestarle un golpe a “la derecha”, y confirmar su crecimiento en la interna frenteamplista.