Diego López fue contundente. Respondió “no”, cuando en plena conferenica de prensa se le preguntó si además de juego, al equipo le faltaba en lo anímico y lo físico. Y cuando se iba a explayar poco menos que lo sacaron corriendo en esta nueva modalidad de que los protagonistas digan poco nada porque hay que salir corriendo de una cancha como si viniera una invasión aérea.
Entonces hay que quedarse con lo que se ve en la cancha donde un equipo termina corriendo, como Liverpool, y el otro con jugadores agotados como le pasó a Peñarol en Belvedere.
Pero la visión no es solo del periodista. En la propia tribuna de Belvedere se comentaba que era notorio el agotamiento del equipo mirasol.
El tema es llamativo si se toma en cuenta que un jugador como Cristian Rodríguez, que fue parado para realizar un reacondicionamiento físico, termina siendo superado por jugadores que lo anticiparon y le ganaron en velocidad. De hecho, el capitán carbonero terminó siendo sustituido y se perdió el cierre del juego.
Se podrá argumentar que son propuestas futbolísticas, pero una diferencia que otorgó el juego es que mientras Guzmán Pereira paraba la pelota y luego la pasaba. Del otro lado Nicolás Acevedo la jugaba de primera, a otro ritmo.
El único que juega a otra velocidad es el chiquilín Pellistri. Y Gargano justo es decirlo, parece no agotarse.
El propio López admitió en su breve conferencia que tenían que “jugar más rápido la pelota, que es eso lo que nos está faltando”.
En la cancha se nota el cambio de aquel equipo que pasó por arriba a sus rivales en el Apertura y el actual.
Peñarol ya no tiene la misma intensidad a la hora de presionar para recuperar la pelota.
Y sus hinchas se preguntan ¿qué pasa? ¿Qué cambió de un torneo a otro?
La salida del profesor Alejandro Valenzuela no debería ser un golpe tan significativo como para que se produjera un cambio tan visible.
Pero el tema no queda solo en las interrogantes sino que el simple hecho de elevar la mira genera dudas sobre cómo terminará Peñarol el mes octubre teniendo en cuenta la seguidilla que se viene.
Las seis fechas en 20 días que se avecinan dan al menos para pensar. El técnico de Nacional, Álvaro Gutiérrez, manifestó que realizará una rotación del plantel.
Habrá que ver cómo actúa Peñarol bajo este panorama donde cambió todo con relación a la primera parte del año. Ahora Peñarol es el que corre de atrás.
Acá hay algo que es claro. El único equipo que tiene su lugar asegurado en la final del Uruguayo es Peñarol por haber sido campeón del Apertura.
Hay quienes afirman que se deberían a dedicar al equipo para las finales. Pero es muy pronto, queda mucho campeonato como para tirar la toalla.
Estos 20 días pueden resultar determinantes ya que pueden marcar un rumbo en el campeonato.Hay algo que es claro. Peñarol deja la sensación desde la tribuna que termina los partidos agotados. Ni siquiera tiene el resto para atropellar a sus rivales y llevárselos por delante, tirándoles el peso de la camiseta como lo hizo históricamente.
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