Plenario del FA: compiten 18 listas y sectores chicos dicen que nueva exigencia "cercena voces"

La medida surge de una reforma del estatuto ratificada por el Congreso de octubre, a raíz de la preocupación en filas frenteamplistas por la "fragmentación" de la coalición de izquierda y la proliferación creciente grupos minoritarios que impulsaban su propio sector.

Veinte agrupaciones –nacionales y departamentales, puesto que la modificación pesa también en ese ámbito– habían arremetido contra el proyecto a mediados de julio, cuando comenzaba a promoverse en la interna de la estructura. Los espacios –entre los que se incluye la lista 711 del exvicepresidente Raúl Sendic– consideraron que la reforma surgía de "algunos sectores que ven con preocupación una posible reducción de su caudal electoral". 

Los grupos alertaron que la definición no generaría "cambios sustanciales en el uso electoral del lema", pero sí llevaría a que "sectores que han formado parte del Frente Amplio desde su fundación puedan perder su voto y participación activa dentro del Plenario Nacional". "Nos parece delicado que en momentos en los que la fuerza política debe redoblar esfuerzos por permanecer fuerte y unida frente a la derecha en el gobierno, en la interna frenteamplista se achican los espacios de participación plural y democrática", señalaron. 

Tal como informó El País, la reforma se aprobó con amplia mayoría en el Congreso, con 796 votos entre los 987 presentes. No obstante, fiel a una tensión de larga data en la orgánica –en que hay espacios poderosos en la interna que acaparan buena parte de las adhesiones–, la decisión no dejó conformes a esos grupos más pequeños que eventualmente podrían quedar por fuera de la estructura. 

"Fue algo articulado por la cúpula hegemónica del Frente Amplio", opinó el excónsul Darío Estades, referente de la Corriente de Izquierda, una de las 18 listas nacionales que circularán por las urnas frenteamplistas. El dirigente dijo a El Observador que la regla le "rechina como arena entre los dientes" porque "trata de partidizar un movimiento que cercena las voces" y acaba por configurar "un pensamiento único" en la coalición de izquierda. 

De haber regido en las anteriores elecciones del Frente Amplio –que consagraron en 2016 la presidencia de Javier Miranda– cinco sectores no hubieran conseguido un delegado al Plenario. En esa instancia hubo en total 66.898 votos, por lo que un requisito mínimo del 1% hubiera exigido 669 adhesiones para estar representado con voz y voto en el órgano de mayor autoridad de la fuerza política. En ese caso, Claveles Rojos, Baluarte Progresista, el Partido Obrero Revolucionario, el Partido Socialista de los Trabajadores, Izquierda Abierta y Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad no lo hubieran logrado. 

En el Frente Amplio tienen la expectativa de que el mes que viene se recupere el caudal electoral engrosado en los comicios iniciales de 2006, que fue la que tuvo más participación de su historia. Esa expectativa se nutre del empujón que dio la recolección de casi 800 mil firmas para derogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración.

Las primeras elecciones de la coalición de izquierda en 2006, que ratificaron en la conducción a Jorge Brovetto, tuvieron la participación más alta, luego de que el Frente Amplio ganara por primera vez el gobierno naciona. Esa vez se emitieron 222.795 votos, incluidos los blancos y anulados. En 2012, cuando la socialista Mónica Xavier se impuso en las urnas, la participación cayó, aunque igual se situó muy por encima de lo que sería cuatro años más tarde, con 170.770 pronunciamientos. 

Esta edición presenta algunas novedades, como por ejemplo una lista única para Asamblea Uruguay de Danilo Astori –hasta ahora cuarta fuerza de la estructura–, Fuerza Renovadora de Mario Bergara, Plataforma de Álvaro García y otras agrupaciones como Magnolia y el Partido Demócrata Cristiano. En ella están nucleados otros grupos minoritarios como el Frente Río Negro, Movimiento Humanista y Claveles Rojos. 

Según la nómina a la que accedió El Observador, competirán sectores más chicos como Baluarte Progresista, Corriente de Izquierda, Izquierda en Marcha, Partido Obrero Revolucionario, Partido Socialista de los Trabajadores y el Movimiento Socialista Emilio Frugoni.

Este último contó en 2020 con la incorporación de la exministra Daisy Tourné, aunque ahora se alejó para apoyar a la Convocatoria Seregnista Progresistas. "No estoy para ir de sectorcito en sectorcito. Me gusta apoyar algo más unitario y democrático, la fragmentación no le ha hecho ningún bien al Frente", planteó a El Observador la socialista escindida. 

También concurrirán a las urnas el MPP –hoy con el mayor peso en la interna–, el Partido Comunista –segunda fuerza–, Partido Socialista, el Nuevo Espacio, Vertiente Artiguista, la Liga Federal, Partido por la Victoria del Pueblo, IR, Casa Grande y Agrupación PAIS. Estará además la 711 con Raúl Sendic como cabeza de lista.

El diputado de ese sector, Felipe Carballo, indicó a El Observador que a pesar de haber firmado la carta en reclamo a la reforma estatutaria, ese tema "quedó laudado". "Estamos trabajando fuertemente para mantener hoy la representación en el Plenario y la Mesa Política. La 711 se va a presentar en todo el Uruguay", afirmó. 

Elecciones en el Frente Amplio

El 5 de diciembre se votará por un lado la nueva presidencia de la fuerza política. Fernando Pereira, Gonzalo Civila e Ivonne Passada son los candidatos. Se designa también la nueva integración tanto del Plenario Nacional como del Departamental, con una lista para cada uno. El primero consta de 85 puestos para los sectores y 85 para las bases. Por último, se vota también la plancha para definir la nueva representación en las bases.