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Qué atajo encontró Ancap para sortear al TCR y poder cumplir con el ajuste de inversiones y gastos
El tema se remonta al 30 de julio de 2020. Ese día el Directorio de Ancap aprobó con los votos del oficialismo su presupuesto para los ejercicios 2020-2021, que incluyó recortes en inversiones y gastos, en sintonía con los lineamientos dados por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
Algunas semanas después, el Tribunal de Cuentas de la República (TCR) realizó varias observaciones, que Ancap respondió en noviembre. Sin embargo, el 29 de diciembre el TCR emitió un dictamen en el que mantuvo una de esas observaciones, vinculada con el Programa de Energía de la petrolera estatal.
El TCR señaló que se habían presupuestado actividades que no pueden ser cubiertas con los ingresos directos generados por las mismas, y que tampoco se cumple con los extremos requeridos por la ley de empresas públicas para que ello resulte posible. Es decir, la empresa comprometió una ejecución de rubros sin suficiente respaldo económico.
Como el proyecto de presupuesto aun no fue aprobado, este año debería seguirse el vigente del ejercicio anterior a julio de 2020, o sea el de 2019, según lo que establece el artículo 228 de la Constitución. Ese presupuesto asigna partidas superiores en comparación a las que se quieren ejecutar en el nuevo presupuesto.
Tomando en cuenta esa situación y para cumplir con las directivas dadas por la OPP, el Directorio de Ancap aprobó la semana pasada -con los votos de la mayoría- asignar a Gerencia General las partidas presupuestales que excedan el gasto. Eso para centralizar el control y evitar que se termine ejecutando la diferencia, hasta tanto se apruebe el presupuesto 2021.
La decisión del Directorio tuvo el voto negativo del representante del Frente Amplio, Walter Sosa, que ya en julio no había acompañado el Presupuesto. “No voté este ajuste que nos autoimpondríamos porque el presupuesto votado el año pasado no pudo superar todas las observaciones del Tribunal de Cuentas ni fue aprobado por el Poder Ejecutivo. Por esa razón está vigente el correspondiente al año 2019 que fue superior y estamos amparados por el artículo 228 de la Constitución de la República a ejecutar un monto mayor”, dijo Sosa a El Observador.
Sosa tampoco comparte los lineamientos de la OPP porque según entiende “limitan” el ingreso de funcionarios y la ejecución de horas extras, además de reducir las inversiones y la ejecución de gastos operativos necesarios para mantener las instalaciones.
“Si miramos a futuro, una vez que la actual situación sanitaria se solucione, estos recortes profundos que nos impuso la OPP no serán fáciles de revertir en Ancap", añadió el jerarca.
Un arranque de año difícil
El arranque de año viene complicado para las finanzas de la empresa. En el ente se sigue con preocupación la valorización del petróleo en los mercados internacionales. En enero la cotización del crudo Brent (referencia del ente) aumentó 10% en promedio respecto a diciembre, y 24 % en lo que va de 2021 con un precio medio de US$ 62,3.
Ancap tiene una proyección promedio para el crudo de US$ 50 por barril en su programa financiero.
La otra variable de peso para la paramétrica de costos es la cotización del dólar. El tipo de cambio no tuvo grandes variantes en enero, pero empezó a presionar en las últimas semanas. En febrero el dólar trepó 2% y siguió al alza en lo que va marzo hasta ubicarse hoy arriba de los $ 44 en el mercado mayorista.
Con ese panorama, el Poder Ejecutivo debe decidir por estas horas si realiza un ajuste en los precios de los combustibles que atienda la evolución que han tenido los costos.
