Armando Sartorotti

Armando Sartorotti

Punto de vista > Fotografía

Realidad retocada

En la fotografía de prensa, ¿qué es lo que podemos modificar y qué no? ¿Las fotografías documentales deben estar exentas de estética artística para ser creíbles?
Tiempo de lectura: -'
21 de marzo de 2013 a las 00:00

Primero pongámonos de acuerdo para después disentir. La fotografía siempre es subjetiva. La realidad no tiene “marcos” y nosotros elegimos una fracción de ella para encuadrarla en la ventana del ocular de nuestra cámara. Es tridimensional y nosotros la hacemos bidimensional. Es en colores y nosotros elegimos para dramatizar la imagen y destacar las formas, pasarla a blanco y negro o lo que puede ser igual de objetable alterar los claro-obscuros, la intensidad por sectores, desenfocar ciertas zonas para crear una imagen distante de la foto inicial. Cuando la foto es conceptual (como oposición a lo documental) no hay demasiado cuestionamiento. Después de todo ella puede ser realizada seguramente por un artista plástico que utiliza la cámara como herramienta creativa. Pero cuando la fotografía es una representación de la realidad, en definitiva un documento, todas las alteraciones que realicemos y cuanto más nos alejemos de aquella toma genera inmediatamente defensores y detractores.

El fotógrafo mexicano Pedro Mayer, fundador del primer gran sitio comunitario de fotografía en las américas, www.zonezero.com , trabaja hace más de 20 años en fotografía digital. El defiende como parte de la realidad incluso los montajes, lo que lo ha enfrentado a la comunidad del fotoperiodismo y él para defenderse recurre en parte a los argumentos con los que empecé este post, la subjetividad implícita en la fotografía.

Pero entonces, ¿los periodistas gráficos no pueden ser objetivos? No. Son tan subjetivos como lo es todo el resto del periodismo. Lo que sí pueden ser es imparciales, honestos, informados para actuar con el máximo posible de equidad al manejar la información que trasformarán en imágenes. Igual que el resto del periodismo. El compromiso de todos modos puede ser mayor. Una foto puede convertirse en un editorial si al llegar a la mesa del editor fotográfico no es elegida correctamente.

Volviendo a la alteración en las fotografías documentales sucede que, cuanto más cruda sea la imagen parecería que si está demasiado perfecta se aleja del dramatismo que quiere transmitir. Susan Sontag en su libro Por el dolor de los demás dice que: “En la fotografía de atrocidades la gente quiere el peso del testimonio sin la mácula del arte, lo cual se iguala a insinceridad o mera estratagema. Las fotos de acontecimientos infernales parecen más auténticas cuando no tienen el aspecto que resulta de una iluminación y composición «adecuadas», bien porque el fotógrafo es un aficionado o bien porque -es igualmente útil- ha adoptado alguno de los diversos estilos antiartísticos consabidos. Al volar bajo, en sentido artístico, se cree que en tales fotos hay menos manipulación -casi todas las imágenes de sufrimiento que alcanzan gran difusión están en la actualidad bajo esa sospecha- y es menos probable que muevan a la compasión fácil o a la identificación.”.

Un fotógrafo amigo me contó que trabajando con paparazzis en Punta del Este un colega argentino le había dado como consejo que si la foto le iba a salir demasiado perfecta moviera en la toma la cámara a propósito.

El mayor concurso de fotografía de prensa del mundo, World Press Photo, en sus premiaciones ha ido desde un lado hacia el otro. En 2007 ganó una foto tomada en Irak por el recientemente fallecido en Siria, Tim Hetherington, de un soldado norteamericano cuya imagen parece un cuadro de video de mala calidad. Está ligeramente movida, los colores son pálidos, la composición no es perfecta. Lo único que se rescata es el desasosiego en el rostro del soldado. Y su soledad.

En cambio la foto del fotógrafo sueco Paul Hansen que acompaña este post es el premio World Press Photo 2013. No solo la composición es perfecta. El fotógrafo además trabajó sobre cada porción de la foto creando una iluminación nueva en la escena.

¿Y esta imagen así procesada es documental? ¿Me aleja del impacto, del drama de estos dos niños muertos y del dolor de la multitud? Creo que no. Aquí no hay montajes, no hay rostros agregados y gestos que no estuvieran en el lugar. No puedo dejar de sacudirme por esa consecuencia diaria del conflicto de Medio Oriente. Lamentablemente estamos (demasiado) acostumbrados a ver niños palestinos muertos. Pero esta foto me mueve hacia un lugar diferente. Me obliga a prestar atención. Me conmueve.

Lo he dicho muchas veces tanto en este blog como en www.lafotoencuestion.blogspot.com , estamos en una revolución, la digital, todo está en movimiento y es muy difícil que podamos establecer parámetros para nuestro trabajo que sean permanentes. Todo está en discusión. Supongo que de esto se trata este espacio.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...