Sistema fiscal local más similar al de países de OCDE que regionales

En varios aspectos, el sistema tributario uruguayo está alineado con el de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero de todas maneras queda camino por recorrer, principalmente en la cantidad de pagos que exige. Esa es una de las conclusiones que se desprenden del informe Paying Taxes 2016, elaborado por el Banco Mundial (BM) y la consultora PwC, que fue presentado ayer en Uruguay.

El trabajo –que comparó en 2014 los sistemas tributarios de 189 países– da cuenta de cómo impacta el sistema tributario en una empresa tipo que opere en cada uno de los países estudiados. Se tienen en cuenta tres subindicadores: tasa total de impuestos, tiempo de cumplimiento de las obligaciones tributarias y cantidad de pagos.

En 2014, el promedio mundial indica que para la empresa tipo el 40,8% de sus utilidades se destinaron a impuestos. Esa tarea le insumió 261 horas y el número de pagos llegó a 25,6. Si la lupa se pone sobre América del Sur, esos números cambian: 55%, 615 horas y 23,5 pagos, respectivamente.

Pero si el zoom se ciñe a Uruguay, el país presenta cifras bien diferentes al promedio sudamericano en dos subindicadores: una carga tributaria de 41,8% y 277 horas dedicadas al pago de impuestos. En la vereda de enfrente, demanda una mayor cantidad de pagos (31).

El socio del área de Asesoramiento Tributario y Contable de PwC Uruguay, Daniel García, destacó que la evolución de los tres subindicadores "ha sido positiva" para Uruguay. Además, resaltó que el país tuvo un mejor desempeño que el promedio de los países sudamericanos en dos de los tres subindicadores.

En cambio, "la cantidad de pagos" que deben realizarse en materia tributaria "no es el mejor indicador para Uruguay", dijo García.

Los 31 pagos promedio requeridos en Uruguay superan al promedio de la región de 23,5. De todas maneras, García apuntó que a medida que se vayan adoptando más las facilidades que ofrece el pago online, es de esperar que ese indicador pueda ser mejorado "en el corto o mediano plazo".

El subsecretario de Economía y exdirector de DGI, Pablo Ferreri, indicó que el esquema impositivo de un país repercute en su atractivo para captar inversiones, que a su vez redundan en la creación de puestos de trabajo. En este sentido, sostuvo que la reforma tributaria que Uruguay inició en 2007 –que, dijo, simplificó y volvió más eficiente al régimen– fue en parte responsable de la inversión que llegó al país en los últimos años.

"Uno a veces mira estos análisis y no entiende mucho en algún punto alguna medición en particular, y frente a eso puede tomar dos caminos o hacer los dos un poquito a la vez: en algún caso puede quejarse porque algún indicador no le gusta cómo se mide, pero sobre todo y lo fundamental que tenemos que hacer como país es trabajar para mejorar", sostuvo.

Ferreri repasó además las medidas que Uruguay ha venido tomando para mejorar su régimen tributario.

Por su parte, la representante residente del BM en Uruguay, Matilde Bordón, señaló la existencia de buenas prácticas en el terreno impositivo –permitir la autoevaluación, permitir la presentación y el pago electrónicos, y disponer de un impuesto por base imponible– y destacó que Uruguay cumple con las dos primeras.

Asimismo, recordó que de acuerdo a un estudio del BM, tanto las tasas de impuestos como la administración tributaria son señaladas por las empresas como grandes obstáculos a la hora de operar. En este escenario, indicó, se abre un doble desafío; por una parte, elegir el nivel adecuado de tasas de impuestos y la base imponible; por otro, diseñar sistemas que no sean engorrosos para los contribuyentes. l