Leonardo Carreño

Tendencia que no para: sigue en aumento la importación de carne vacuna

En los dos primeros meses del año ya ingresaron más de 2,4 millones de kilos con precios más convenientes para los comerciantes

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27 de febrero de 2019 a las 16:54

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Luego de un año (2018) récord de importación, en casi dos meses, llegaron al país más de 2,4 millones de kilos de carne vacuna. El ingreso de cortes desde la región se afianza impulsado por buenos precios. Pesa además que el ganado es similar al uruguayo y por eso la carne no tiene diferencias con la local.

Manteniendo la tendencia observada durante el año pasado, entre enero y febrero se registró un aumento en las importaciones de cortes vacunos.

Según datos aduaneros, hubo compras por más de 2,4 millones de kilos por un total de US$ 9 millones. Eso significó un incremento de 33% en volumen y de 27% medido en dólares. La mayor cantidad de carne fue importada desde Brasil que tiene el 85% del mercado, muy por arriba de Paraguay que es el segundo proveedor. 

El precio promedio fue de US$ 3,7 por kg (unos $ 120), inferior respecto a un año atrás cuando había sido de US$ 3,9. En Uruguay, el precio por kilo de carne de novillo que cobra el productor es de US$ 3,31. A eso deben sumarse la ganancia del frigorífico y de los agentes que intervienen en el negocio hasta que la carne llega hasta los locales de venta al público.  

Los dos principales productos importados fueron trozos de cortes delanteros y traseros deshuesados, frescos o refrigerados.  

Para el bróker Ricardo Sierra,hay algunos factores que explican la mayor llegada de esa proteína desde el exterior. Señaló que prácticamente todos los frigoríficos uruguayos tienen la posibilidad de ingresar a China, mercado que está pagando actualmente los mejores precios. Y los que no, tienen a Rusia como segunda opción, también a buenos valores.

Sin embargo, expuso que muchas plantas de faena brasileñas no acceden a esos dos destinos. En esos casos la mayor oportunidad es Hong Kong, más conocido como el "canal gris" por el cual ingresa la carne a China. Pero ese mercado está momentáneamente frenado. Entonces, la producción brasileña queda básicamente para el mercado interno y para abastecer países limítrofes o Medio Oriente, que pagan valores inferiores por la carne vacuna. A diferencia de Uruguay, Brasil tiene hoy bloqueado el acceso a EEUU para carne enfriada y congelada. 

Igualmente, Sierra indicó que la situación puede cambiar. “Brasil está mejorando los precios del mercado interno y el tipo de cambio ya no es tan favorable para Uruguay como hace algunos meses atrás”, dijo.

Leonardo Carreño

Otro aspecto al que se refirió fue a la fuerte participación de capitales brasileños en los frigoríficos locales. “Un importante volumen de carne importada que llega la traen los frigoríficos brasileños (Minerva y Marfrig) que están acá”, expresó a El Observador. Con esa acción, liberan un mayor volumen de carne que se produce en Uruguay para la exportación a mejor precio y los cortes brasileños van para las góndolas. “Siempre se dan combinaciones de varios factores”, resumió el bróker.

Lo cierto es que para algunos los precios de la carne importada son sumamente convenientes.

El director de frigorífico Saturno, Luis Avero, se refirió a las compras en el exterior en el programa Valor Agregado de radio Carve. Explicó que su empresa no cuenta con una planta de faena y debe recurrir a plantas frigoríficas más grandes para obtener materia prima con hueso. Luego de eso, Saturno se dedica al desosado y posterior venta. Pero los números ya hace tiempo que no le cierran: importar una tonelada de carne sin hueso le sale US$ 1.000 más barata que comprarla en plaza y desosarla. Son $ 30 menos por kilo de carne, explicó. 

Avero informó que durante 2018 la compañía tuvo seis meses de rentabilidad negativa en su sector de desosado. “Se recurrió a la herramienta del seguro de paro parcial, pero hoy la situación es casi insostenible”, explicó. Una de las posibilidades que maneja la firma es tener faena propia. “La realidad nos dice que un desosado sin planta de faena es imposible”, afirmó.

A los números rojos de parte de 2018 se le sumó una mala temporada. “Se habían preparado cortes que no salieron en su totalidad y hubo que bajar los precios para poder comercializarlos”, relató. Para este año, la previsión del empresario no es mejor. “Hay operadores nuevos dentro del mercado interno; Minerva y Marfrig optaron por tener su distribución y se convierten en competidores con mucha fuerza para los independientes”, añadió.

Por su parte, las cadenas de supermercado optan por carne importada cuando el precio es favorable. El encargado de compra de Disco-Devoto-Geant, Roberto Couce dijo a El Observador que la cadena adquiere determinados cortes como aguja o paleta. “No son cortes que incidan demasiado en el volumen”, expresó. En el caso de otros cortes, los tres supermercados prefieren la carne local. La razón es que la colita de cuadril o el peceto provenientes de Brasil son más grandes. “Los uruguayos no quieren cortes tan grandes”, comentó. 

Se prevé menor faena

Luego de un mínimo aumento de 0,2% de la faena vacuna en 2018 para este año se prevé una caída. Ese podría ser otro elemento que juegue a favor de las importaciones, ya que destinar  un menor volumen al mercado interno siempre presiona los precios. Para 2019 se proyecta un descenso de la faena de 7%. Las estimaciones ya se notan en los primeros dos meses. Según datos del INAC, entre enero y el 23 de febrero se registró una baja de 7,8% en la comparación interanual. La mayor disminución fue en los novillos con 22,6% (unas 45 mil cabezas menos que igual período del año pasado).

Ingresó menos carne de cerdo

En los dos primeros meses del año llegaron al país 5,5 millones de kilos de carne porcina a un precio promedio de US$ 2. En ese caso, hubo un descenso de 11% de las compras en la comparación interanual. Brasil fue el principal origen y concentró el 97% de las importaciones.

Sin embargo, los distintos actores del mercado coinciden que el ingreso de esta carne seguirá fuerte.

“Hay una diferencia de precio muy significativa en el caso de la bondiola, el lomo o el carré”, señaló Couce. “Es muy difícil competir con Brasil en la producción de cerdo”, agregó. Al respecto, Sierra explicó que “Brasil va a seguir mandando cerdo porque Uruguay no tiene prácticamente producción y además no es rentable hacerlo”.

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