Leonardo Carreño

TLC con China: ¿puede el Mercosur sancionar a Uruguay por negociar solo?

El presidente Luis Lacalle Pou asegura que la normativa vigente lo avala

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19 de julio de 2022 a las 18:36

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El jueves, Luis Lacalle Pou, Alberto Fernández, Mario Abdo Benítez y –quizá– Jair Bolsonaro se verán las caras por primera vez en más de dos años en una cumbre del Mercosur que estará marcada por la discusión sobre la propuesta uruguaya de negociar un tratado de libre comercio (TLC) de forma bilateral con China.

En Asunción –donde se realizará el encuentro–, el presidente uruguayo defenderá la posibilidad que tiene el país de negociar solo, ya que entiende que “el derecho internacional y los tratados firmados” lo avalan, como expresó la semana pasada en la conferencia de prensa en la que realizó el anuncio.

La posición uruguaya es rechazada por Argentina y Paraguay, que entienden que para iniciar una negociación de este estilo se debe contar con el aval expreso del Mercosur. 

Brasil, en tanto, se mantiene en silencio, lo que es entendido por Uruguay como un aval a su postura.

La discusión en la interna del Mercosur tiene dos componentes: uno jurídico y otro político.

El capítulo jurídico tiene su comienzo en el texto fundacional del bloque –el Tratado de Asunción– que fue firmado en 1991 y estableció que los socios iban a conformar un mercado, un arancel y una política comercial común con relación a terceros estados, lo que se interpreta como una obligación a negociar de forma conjunta.

Asimismo, en el 2000 los países aprobaron una nueva decisión –la 32– en la que asumen expresamente “el compromiso de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países” por fuera del bloque en los que se otorguen “preferencias arancelarias”.

EFE
La reunión de presidentes será este jueves

¿Qué dice Uruguay al respecto?

Que la decisión 32 del año 2000 no fue internalizada porque ninguno de los parlamentos de los cuatro países la aprobó y argumenta que la Secretaría del Mercosur informa que no está vigente.

Además, el país cuenta con un estudio propio realizado por la Dirección de Jurídica de la Cancillería en 2018 que concluyó que la decisión no está vigente. De hecho, la propuesta de flexibilización que presentó Uruguay a los miembros del bloque en 2021, y que fue rechazada, no hace mención a la 32/00.

Respecto al Tratado de Asunción, Uruguay señala que todos los países lo han incumplido y que varios de los postulados –entre ellos crear un mercado, un arancel y una política comercial común– no se han cumplido cabalmente, por lo que es cuestionable que solo se exija este punto y no las otras disposiciones.

En la mesa de discusión también se considera que Paraguay firmó un acuerdo especial con Taiwán sobre el que no hay objeciones, y un acuerdo sobre la industria automotriz por fuera del Mercosur firmado por Argentina y Brasil.

El segundo componente –y más relevante– es la disputa política acerca de la conveniencia de negociar solo. 

Los presidentes uruguayos –desde Jorge Batlle hasta Lacalle Pou– han buscado flexibilizar el bloque para que cada uno de los países pueda negociar de forma individual e ir avanzando a la velocidad que crea conveniente, lo que se ha chocado con los cambios de signo político del resto de los socios.

Esto está próximo a repetirse, ya que la postura aperturista de Bolsonaro choca con la posición de Lula, más conservadora. En Argentina, a su vez, la visión de Alberto Fernández difiere de la de Mauricio Macri, que fue la que facilitó el avance de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea. 

JUAN MABROMATA / AFP
La cumbre del Mercosur comienza el miércoles

Desde que asumió, Lacalle Pou ha dicho que quiere flexibilizar el Mercosur y que no está dispuesto a quedarse quieto aunque los socios no quieran. Esto le valió un cruce con Alberto Fernández, quien lo invitó a bajarse del barco, si lo considera “un lastre”.

En la reunión de este jueves, Lacalle Pou volverá a decir que prefiere ir junto al bloque y por eso renovará la invitación a los socios para que se sumen al acuerdo, señalando que es posible firmar un acuerdo marco de carácter general y que luego cada país vaya avanzando a la velocidad que crea conveniente. En este sentido, el Mercosur tiene al menos tres experiencias que han sido mencionadas por Uruguay como referencia: las negociaciones con Corea del Sur, Israel y México.

Con Corea del Sur, el bloque promovió una dinámica en la que el capítulo de bienes se negocia en formato “de a tres”–sin Argentina–, mientras que el resto de los capítulos mantienen el formato “de a cuatro”. 

Con Israel, en tanto, el Mercosur tiene un acuerdo vigente y lo que se propuso a los socios fue negociar bilateralmente y que cada uno pueda mejorarlo en la medida de sus posibilidades, intereses y sensibilidades. 

La tercera referencia es lo que ocurrió con México en 2004, cuando el Mercosur firmó un acuerdo marco que luego fue desarrollado en forma bilateral por cada socio del bloque.

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