Muchos sueñan con dejarlo todo y retirarse de la ciudad a una vida tranquila y rodeada de naturaleza. Otros quisieran renunciar a sus trabajos rutinarios para emprender por cuenta propia esa idea que ven a la distancia como un sueño. Pero solo unos pocos pueden darse el lujo —o tener el coraje— de hacer ambas cosas y dar un cambio radical a sus vidas: emprender en un rubro orgánico y natural, e instalarse en una zona tranquila y verde.
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