Ministerio del Interior

Un año de la fuga de Morabito: lo que no se sabe en el caso del mafioso que sigue prófugo

Además de determinar su paradero, restan determinarse las responsabilidades y detalles de la presunta corrupción en la fuga

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23 de junio de 2020 a las 17:21

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Hace un año, en la noche del 23 de junio de 2019, el mafioso italiano Rocco Morabito salió por la azotea de Cárcel Central, entró a un apartamento del quinto piso del edificio que se encuentra al lado del centro penitenciario, robó $ 3.000 de la dueña de la vivienda, y se fue en taxi junto a otros presos rumbo a una pizzería en Punta Carretas.

Este episodio, que desató polémica y acusaciones de corrupción de funcionarios policiales, todavía no fue aclarado y Morabito sigue prófugo.

Luego de la fuga se inició una investigación a nivel de Fiscalía y también otras administrativas en la interna policial. La primera busca recapturar a Morabito y está a cargo del fiscal de Delitos Económicos y Complejos, Ricardo Lackner. El funcionario también indaga acerca de cómo se llevó adelante el escape y con los insumos de los documentos internos el Ministerio del Interior busca determinar los responsables de la fuga. 

Lo que se sabe del mafioso tras abandonar Cárcel Central es que tomó junto a otros dos fugados un taxi hacia Punta Carretas, donde los esperaba un ciudadano ruso que fue imputado días después del escape por encubrimiento. Luego viajaron en un auto hasta Minas, según informó El País en julio de 2019 con base en el relato de Lackner ante la jueza Blanca Rieiro.

Diego Battiste

Lackner afirmó el 8 de junio que culminó "la primera etapa de la investigación" pero que aún resta otra para imputar a presuntos responsables en la fuga.

Sobre los escasos avances en la causa, apuntó que la investigación "es muy extensa porque es muy compleja", y porque hasta el momento la Fiscalía estuvo enfocada "como objetivo prioritario en localizar a los prófugos y, paralelamente, investigar los grados de responsabilidad". Por otra parte, indicó que hay que hacer una "especie de auditoría de Cárcel Central" que es "el centro de distribución de todos los presos del país", explicó en rueda de prensa.

Al mismo tiempo se inició otra investigación sobre la presunta corrupción de funcionarios policiales en el escape de Morabito, que depende de la Dirección Nacional de Asuntos Internos del Ministerio del Interior.

Diego Battiste

Además se había iniciado un sumario interno a cargo de la Subdirección de la Policía Nacional, que volvió a ser revisado a pedido del ministro Jorge Larrañaga una vez que asumió en el cargo en marzo pasado.

Por el momento ningún funcionario del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) fue encontrado responsable penalmente de la fuga, a pesar de que el ministro del Interior Eduardo Bonomi, señaló que se presume que hubo corrupción. En ese entonces, el director del INR, Alberto Gadea, renunció a su cargo.

Tampoco se conoció el motivo por el cual las cámaras de seguridad del lugar no funcionaban el día de la fuga, algo que se desprenderá una vez que concluyan las investigaciones. 

Hacía 13 años que Rocco Morabito vivía en Punta del Este con un documento falso y había pasado inadvertido en Uruguay hasta 2017, cuando fue detenido en un hotel de Montevideo. Mientras vivía  bajo el nombre de Francisco Antonio Capeletto, en Italia era uno de los cinco hombres más buscados por tráfico internacional de drogas.

La policía lo detuvo en setiembre de ese año luego de que el hombre, señalado como el líder de la mafia calabresa, inscribiera a su hija en un colegio de Maldonado con su nombre real. Morabito era hijo del también llamado Rocco Morabito, un histórico jefe mafioso, y de Carmela Modaffari.

Nexo narco

Una de las conclusiones de la investigación del Ministerio del Interior determinó que Morabito y el narcotraficante mexicano Gerardo González Valencia mantenían reuniones en Cárcel Central. Mario Layera, el entonces director nacional de la Policía, dijo por su parte a El Observador que llegó a sus manos esa información luego de la fuga del delincuente italiano. "Nos habían dicho que González Valencia se reunía con Morabito, y nosotros establecimos que la única oportunidad en que podían hacer eso era cuando, en un principio, Valencia tenía visitas conyugales que se realizaban en Cárcel Central, porque era el único momento en que él concurría a ese centro", sostuvo.

Un año antes de la fuga, inteligencia carcelaria advirtió sobre los planes de Morabito y los otros reclusos y, pese a que el documento fue enviado al Instituto Nacional de Rehabilitación, el Ministerio del Interior se enteró de su existencia al día siguiente de la fuga.

Según el documento, Morabito tenía planes de fugarse por el sexto piso de la Cárcel Central, desde donde pasaría al techo de un supermercado y desde allí entraría a un apartamento. En esa vivienda lo esperarían cómplices que lo ayudarían a terminar la fuga, informó VTV. Si bien el plan no se habría cumplido al pie de la letra, el documento que partió desde el departamento de Investigación y Análisis Penitenciario alertaba el escape y tiene puntos de contacto con lo que sucedió. 

Delincuentes recapturados

Los tres delincuentes que fugaron con Morabito fueron recapturados. Leandro Abel Sinopoli Azcoaga estaba preso por un delito de falsificación de documento y hurto a pedido de la Justicia de Brasil, Matías Sebastián Acosta González esperaba su extradición a Brasil, y Bruno Ezequiel Díaz esperaba ser extraditado a Argentina por un delito de homicidio.

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