Un informe de la Reserva Federal de Estados Unidos que fue difundido la semana pasada estima que los temores de recesión junto a las expectativas de altos índices de inflación se mantendrán por lo menos hasta el final de este año.
En el llamado “Libro beige”, un informe publicado por la Reserva ocho meses al año antes de la reunión del Comité federal de mercado abierto, que recoge opiniones de sus doce distritos, se pone de manifiesto que la economía está creciendo a un ritmo modesto desde el último informe del mes de mayo.
Por otra parte, los empresarios consultados comprueban una desaceleración de la demanda y desde varios sectores se expresan “preocupaciones por el creciente riesgo de recesión”.
Con respecto a la inflación, el Libro beige informa que está creciendo al ritmo más elevado desde noviembre de 2011, con aumentos sustanciales de precios en alimentos, energía y otros commodities. Muchas empresas han podido transferir en forma moderadas los aumentos de precios a los consumidores sin que se retrajera sensiblemente la demanda, pero estiman que los aumentos se mantendrán a lo largo del año.
El mercado laboral se mantiene estable, y en algunos casos, han tenido que recurrir a bonos compensatorios por la inflación, que alcanzó el 9,1 % anual en el mes de junio.
El informe destaca que la perspectiva sobre el futuro inmediato es negativa para algunos de los distritos, con apreciaciones de los empresarios contactados sobre un debilitamiento de la demanda, por lo menos durante los próximos meses.
La economía se contrajo 1,6 % en el primer trimestre, confirmando los temores a la recesión por la caída de la demanda originada en altos precios y el enfriamiento de la inversión.
Desde el lado empresario, el CEO de Goldman Sachs, David Salomon, ha dicho que la inflación está “atrincherada” en la economía global y no está claro si la situación mejorará durante este año.
“…lo que es inusual en este particular período es que tanto la oferta como la demanda están siendo afectadas por eventos exógenos, como la pandemia y la guerra de Ucrania”, expresó Salomon durante una reunión con analistas para discutir los resultados económicos del segundo semestre.
La cuestión, para Salomon, es por cuánto va a persistir una inflación que se viene manteniendo alta por décadas. Y agregó que, si bien los economistas de su grupo empresario prevén una baja hacia el final de 2022, lo cierto es que la respuesta a los interrogantes sobre la evolución de los precios es incierta.
La incertidumbre, para su empresa, ha motivado un plan de reducción de costos, disminuyendo el ritmo de contrataciones de personal y reinstalando el sistema de revisión de rendimiento anual del staff.
También Goldman-Sachs, otro gigante de las finanzas, ha resuelto disminuir la contratación de personal a la luz del panorama económico actual y también reinstalará probablemente la contratación anual de personal, sujeta a rendimientos.
El panorama es similar en la mayoría de las grandes firmas de Wall Street que deben enfrentar tiempos de incertidumbre económica y financiera amenazados por el fantasma de la recesión.
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