No es fácil saber cuándo Ernesto Talvi decidió que quería ser presidente de la República. Lo que se sabe es que no fue un acto impulsivo, sino que hubo una muy larga y minuciosa preparación. Visto el final, también parece que nunca habría decidido ser político, ocupar cargos políticos, sino ser presidente. En todo caso, como escalón previo y no querido, ministro de un Ministerio importante y rutilante: Economía, Relaciones Exteriores, Educación.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá