Uruguay 2030, será mundialista de la sostenibilidad

Cra. Liliana Sierra – Contabilidad & Outsourcing – [email protected]

Sostenible vs. sustentable

Cuando no se está familiarizado con la temática es posible que no sepamos distinguirlos porque, aunque tengan aristas en común, son conceptos diferentes:

Sustentable es por definición un proceso que incluye la preservación, conservación y protección de los recursos naturales. En cambio, lo Sostenible busca asegurar procesos saludables para satisfacer las necesidades sociales y económicas de los seres humanos.

Sostenible tiene en cuenta los procesos antes descritos que tienen como objetivo lograr un cambio profundo: medioambiental, social, económico, político y cultural; mientras que Sustentable se centra en la defensa y el uso racional de los recursos.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en la cual participa Uruguay, adoptó en setiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este plan de acción considera aspectos ambientales, sociales y económicos y los enmarca en los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Dicho plan de acción está conformado por 17 objetivos con 169 metas asociadas y sus respectivos indicadores. Este enfoque de las Naciones Unidas implica una armonía entre las tres dimensiones: económica, social y ambiental.

La agenda de Uruguay con mirada en los ODS

Uruguay asume la agenda ODS y el presupuesto público constituye una herramienta central para cumplirla. El seguimiento de la agenda implica, entre otras acciones, la realización de informes voluntarios (VNR su sigla en inglés) por parte de los países involucrados. El primer Informe lo presentó Uruguay en 2017 y el cuarto y último VNR presentado fue en 2021.

En dicho informe se hace mención a la denominada Década de Acción, que como su nombre lo indica implicaba acelerar el paso para alcanzar los objetivos planteados en el año 2030. Además, se presenta un capítulo con las Reformas Integrales para un desarrollo sostenible de Uruguay, que implican un abordaje de temáticas que son transversales a la Agenda 2030 y a las prioridades estratégicas que el país se plantea: Seguridad Social, educación y financiamiento para el desarrollo.

Uruguay como ejemplo de Sostenibilidad según el Foro Económico Mundial

En un artículo publicado en enero 2023, se coloca a Uruguay como país ejemplo en sostenibilidad:

Cuatro aspectos fundamentales

1. Inversión en energías renovables

Para 2015 la inversión en energía renovable ya alcanzaba el 15% del PBI del país, muy por encima de la media mundial. Años más tarde la biomasa, la energía solar y unos 50 parques eólicos han sustituido el uso de petróleo de la red en el país. La inversión en energías renovables de la última década fomentó la creciente  exportación de los excedentes como electricidad verde, pudiendo además vender a las empresas energía certificada de fuentes renovables.

2. Electrificación del transporte

Uruguay está tomando medidas en el sector del transporte para fomentar el uso de vehículos eléctricos. El país incluye reducciones fiscales en la compra de vehículos eléctricos y reduce los costes de los permisos para taxis eléctricos. Desde el 2020 se incorporaron 31 buses eléctricos y actualmente de las 3.000 licencias de taxímetros, 103 son eléctricas. Se espera avanzar para alcanzar las 200 unidades cero emisiones el año próximo.

3. Esfuerzos para reducir las emisiones de metano

Al ubicarse entre los 10 principales exportadores mundiales de carne vacuna, Uruguay se ha comprometido con el combate a las emisiones de metano, siendo uno de los 150 países que han firmado el Compromiso Mundial contra el Metano, cuyo objetivo es reducirlas un 30% en esta década. En esa línea, Uruguay comenzó a exportar carne con la certificación de carbono neutral a Europa, con la etiqueta de huella de carbono ‘Cradle to Gate’, siendo pionero en América Latina.

4. Un ecosistema empresarial verde en expansión

Uruguay es atractivo para los inversores por las empresas que allí se instalan atraídas por la estabilidad de su economía y su energía sostenible y ha contribuido a la vitalidad del ecosistema de start-ups ecológicas. Estos negocios verdes representan una importante oportunidad económica, y claramente acelerarían el desarrollo socioeconómico del país, al tiempo que impulsarían la sostenibilidad para el planeta.

Un largo camino por delante

Al ser objetivos planteados con cara al 2030, los ODS trascienden a los períodos de gobierno, convirtiéndolos en objetivos nacionales cuya consecución requiere políticas de estado en el mediano y largo plazo. Al día de hoy, ningún firmante del tratado ha cumplido ni se ha acercado a los objetivos, lo cual hace pensar que será difícil alcanzar la meta deseada.

Uruguay no escapa a esto, si bien alcanza puestos de relevancia en comparación con la región e incluso, en algunos casos, con países desarrollados. Pero no olvidar, es un esfuerzo de todos, no solo de Estado o Gobierno.

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