Gabriel Pereyra

Gabriel Pereyra

Columnista

Opinión > ANÁLISIS GABRIEL PEREYRA

Uruguay y una guerra mundial y terrorífica

La Embajada de Israel, las bombas falsas, el iraní, el judío y las visiones que persisten en el gobierno
Tiempo de lectura: -'
08 de julio de 2015 a las 11:40

En febrero de 2015 El Observador informó que el diplomático iraní Ahmad Sanat Gol había sido removido de la embajada persa. En junio de 2014, cerca de la ex sede de la embajada de Israel se había hallado una falsa bomba. Sanat Gol estaba en las inmediaciones. Cerca y en su auto, pero no en el lugar. De hecho, un video grabado por las cámaras de seguridad mostró a un hurgador en el lugar donde apareció el misterioso maletín. Ni la Policía ni la Justicia lo hallaron responsable de nada. Pero una cosa es la Justicia y otra las relaciones diplomáticas. Por eso, ante protestas de Uruguay, Sanat Gol fue removido y se fue de Montevideo. Una cosa es la Justicia y otra la diplomacia.

El Observador hizo un informe sobre como Sanat Gol era apenas un hilo de la trama que existe entre Irán y Venezuela. Sanat fue el traductor en la visita que el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad le hizo al hoy extinto Hugo Chávez. Sanat era iraní. Quienes lo conocen dicen que era musulmán, como la mayoría de los iraníes. En Irán hay ateos, cristianos y gente que comulga con sectas más pequeñas. Pero Sanat era musulmán, lo que parece obvio para la diplomacia iraní cuando en el mundo lo que hay es "una guerra santa".

Sanat Gol (quien ya había incurrido en otras desprolijidades diplomáticas) ¿es responsable por aquella valija? Para la Justicia, no. La diplomacia, al menos la uruguaya y la de Israel, que puso en el cielo algo más que un grito, sí.

Y la embajada iraní no se quedó atrás y dijo que se estaba alentando la "iranofobia".

No todos en el gobierno pensaban lo mismo por entonces. En filas del Movimiento de Participación Popular (MPP), al que pertenece el ministro Eduardo Bonomi, había quien centraba la sospecha en Israel. Cierra con la visión política que históricamente han tenido sectores de la izquierda con Israel, a la que ven como una potencia agresora. A Israel no venían gustándole las actitudes de Uruguay en los foros internacionales.

Otra cara

Ahora el que aparece en un video cerca de otra falsa bomba frente a la embajada de Israel, es un funcionario de esa sede diplomática. El hombre no estaba arriba de un auto y en las inmediaciones, sino, al ser custodio de la embajada, obviamente estaba muy cerca del lugar donde apareció el paquete. Todo parece indicar que la Justicia no tendrá pruebas y resultará inocente. Igual que Sanat Gol, inocente ante la Justicia. ¿Y en los corrillos diplomáticos? La Cancillería uruguaya no ha comentado el asunto. En el entorno del Ministerio del Interior, si antes desconfiaban de Israel, imaginen ahora.

¿Era lógico desconfiar de Sanat Gol? ¿Es lógico desconfiar de la seguridad israelí? Aunque contraten a uruguayos para esa tarea, si Uruguay no es la excepción a las demás embajadas del mundo –y en eso los israelíes no hacen excepciones porque su propia historia no se lo permite- la seguridad de la sede diplomática ubicada en el World Trade Center le corresponde al Shin Bet, uno de los tres grandes organismos de la Inteligencia israelí, el que se encarga de la seguridad interior. Es menos conocido que su hermano famoso, el Mossad. Quienes allí trabajan saben qué esto es una guerra por la supervivencia y actúan en consecuencia. En Israel no sólo hay judíos; es un crisol de religiones y razas. Todos los funcionarios de seguridad de la embajada en Uruguay son judíos, no importa si son israelíes, uruguayos o de cualquier otra nacionalidad. Además, la identidad judía trasciende el concepto religioso.

Eitan, la leyenda

Rafi Eitan es una leyenda en Israel. Eitan ocupó altos cargos del Mossad y sus logros más sonados como agente fueron haberle birlado infinidad de datos reservados a Estados Unidos, uno de los aliados de Israel. "Por la vía del engaño, harás la guerra", dice el lema del Mossad y eso lo sabía muy bien el magnate Robert Maxwell, un judío británico (¿o británico judío?) que fue reclutado por el Mossad. Un día, Eitan le dijo a Maxwell: "Nuestra tarea es hacer historia y luego ocultarla. En general somos honrados, respetamos al gobierno constitucional, la libertad de expresión y los derechos humanos. Pero también entendemos que nada debe interponerse en lo que hacemos".

Eitan a Maxwell, de un espía a otro: "Entendemos que nada debe interponerse en lo que hacemos"

En 1991, Maxwell se cayó de su yate y se ahogó. Algunos investigadores como Gordon Thomas y Martin Dillon (en su obra El espía del Mossad), aseguran que lo mataron dos integrantes del Kidon, un grupo secreto del Mossad que asesina a sus enemigos. Thomas escribió también "Mossad, la historia secreta", quizás el libro más completo sobre este servicio, también conocido como "El Instituto", para el cual el escritor británico habló con varios exjefes del Mossad, a los que cita expresamente al final del libro.

"Nada debe interponerse en lo que hacemos", decía Eitan. La cuestión con estas cosas de los espías es que resultan como la magia: cuanto más fijo mira uno más se aleja de la verdad ¿Es lógico o no pensar que quienes temen ser las víctimas actúen para que las autoridades locales no bajen la guardia? Si se le preguntara esto a Eitan, como buen espía, seguro no respondería y ensayaría una media sonrisa.

Bonus Track o no aclare que oscurece

Varios lectores escribieron ayer cuestionando que en un título se hubiese mezclado una nacionalidad, "iraní", con una religión, "judío". Primero: gracias por los comentarios. Si lo que estamos es ante una "guerra santa", como dicen algunos, o ante una "guerra de civilizaciones", como dicen otros, es lógico que la respuesta a esta mezcla no sea lineal.

Eso sí, es viejo, no como Abraham, pero viejazo: cuando un medio informa que el sospechoso es un iraní, un persa, un musulmán, entonces se transforma en un esbirro del sionismo. Cuando el sospechoso es un funcionario a sueldo de la diplomacia de Israel o un judío, entonces uno es un antisemita. Pero por conceptos así el mundo está en guerra, así que no pretendamos que desaparezca aquí y ahora.

Hay gente que piensa que estos temas se exageran cuando están tan lejos de Uruguay. Algo así pensaban los argentinos antes de que les volaran la Amia y la Embajada de Israel en Buenos Aires. Cuando nos referimos a quién estuvo dirigida la bomba en la Amia, ¿qué decimos? Los judíos, ¿no? Fue un atentado contra los judíos y de eso no parece haber dudas. ¿Y cuál es la pista más firme que se indaga sobre ese atentado? La pista iraní ¿no? O sea que la pista "iraní" es la más firme en el atentado contra los "judíos".

Una pista con sujeto nacionalista en relación a unas víctimas por su religión. Es lo que tiene esta guerra de civilizaciones, lo obliga a uno a meter religiones, nacionalidades, etnias, creencias y razas en una licuadora que, en general, creemos saber manejar.

La norma es ignorar que uno ignora, pero las cosas que se ignoran son en general tan enormemente mayores que las que se saben, que la palabra ignorante no debería ser un insulto.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...